Uno debía sentir muy profundos los colores de su tierra o ser un apasionado del fútbol sala para acercarse a La Salobreja a vivir el último encuentro de la temporada. Quizá el valor sentimental de despedir a jugadores locales como Eloy Rojas o Jordi Campoy (con futuro cierto lejos de la provincia) mereciera el esfuerzo de acudir al cuarentón pabellón de la capital andaluza. El inicio del partido, para no decepcionar a los allí presentes, cumplió las expectativas de zozobra, por lo que sólo la guasa de unos aficionados pudo romper la monotonía de un juego anclado en el aburrimiento por la poca elaboración y los constantes balones en largo sin objetivo claro.

Ni unos ni otros dominaban la pelota más de diez segundos y las pocas oportunidades que se exponían, como una filtración de José López a Solano o un disparo de Boyis al segundo palo, eran efímeras, como una estrella fugaz. Al no tener conciencia de tal naturaleza, los seguidores amarillos no pidieron deseo cuando la vieron pasar, y en la primer oportunidad gallega de acercamiento Catela, ese mago rebollúo con mil quilates en las zapatillas, estrelló una vaselina exquisita en el larguero que Quintela supo remachar para anotar el primer gol. La historia de nunca acabar se paseó de nuevo por La Salobreja y no indultó a los amarillos ni en la última jornada. Por suerte para los anfitriones, cinco minutos más tarde Boyis cazaría una pelota solitaria en diez metros y le dejaría plasmada la marca de la misma en la lona publicitaria del arco. La espectacularidad del empate supo mejor a los jiennenses, que no esperaban segundos más tarde que Catela (sí, otra vez) clavara un disparo en la escuadra izquierda de Dani Cabezón. El chut, con toda la intención del gaditano, vino precedido por una transición en ataque que Quintela manejó con soltura repartiendo un caño como carta de visita: "Soy jugador del FC Barcelona, caralho".

El choque mutó de repente, como si le temblaran las piernas, y aunque los jugadores hacían esfuerzos para despertar el interés de las butacas, todos caían en la nulidad. Salvo por Solano, que ha sido autor de un poderoso final de temporada. Una de sus jugadas características, una rápida bicicleta en banda derecha, acabó en un córner que él mismo sirvió para que Eloy Rojas firmara el empate de un disparo cruzado. La estrategia salió limpia, que es como mejor brilla. Para entonces el Santiago Futsal ya llevaba cuatro minutos con cinco faltas y le quedaban siete más, demasiados para que no cometiera una infracción más. La hizo Catela. Y lo anotó Emilio. De ahí surgieron aplausos por la remontada culminada, que se unieron a las prestidigitaciones de Dani Martín y Jordi Campoy por embellecer el partido. Un par de jugadas de cortesía ayudaron a ello antes de que Santiago cortara cualquier clímax con un portero-jugador insulso a un minuto del descanso.

Tras la vuelta de los vestuarios era Chema Mella quien defendía la meta local. Aparentemente, este es un detalle baladí porque en el parcial 2-0 que endosaron los jiennenses en los primeros 10 minutos casi no tuvo que intervenir. De nuevo Rojas, tras un robo en primera línea de Campoy, y Solano, que embocó una triangulación preciosa entre el propio Campoy y Dani Martín, desahogaron a los andaluces, que no podían creer una ventaja tan abultada. Incluso el canterano Ginés debutó en Liga con el equipo de su tierra, siendo Diego Quintela, todo un internacional, el primer rostro que halló para defender. Al joven, con tanto ímpetu, le dio tiempo hasta de recibir una tarjeta amarilla después de un plantillazo a Dani Montes. Ese momento quedará marcado (y el golpe al gallego, también).

Faltaban las mariposas para endulzar el cuadro amarillo. No podría ser todo tan bello y alegre durante esta campaña, donde la decepción acude a la vuelta de la esquina. Se confiaron los locales y, con la parsimonia, les empataron. Dos veces Rumbo, una tras un excelso pase raso de Álex Diz y otra casi cayéndose después de recibir otro pase aéreo de unos 30 metros, y el pequeño Diz, con juego de cinco en los últimos minutos, sellaron las tablas. El final sí se asemejó a una batalla en condiciones, como si fingieran jugarse algo. Se agredecieron los microinfartos y el papel imperial de Murga en el desgaste para animar el cotarro, pero todo quedó en un punto para ambos y el aplauso para todos.

De esta forma, el Jaén Paraíso Interior olvida una temporada que no salió como esperaba para finalizar en la duodécima posición con 28 puntos, mientras que los compostelanos acaban un puesto más arriba y tres unidades más. Para el año que viene, ambos en Primera, esperan manejar valores más altos.

Los entrenadores analizaron el partido

Santi Valladares, entrenador de Santiago Futsal, fue el primero en pasar por rueda de prensa: "Fue un partido entretenido para la gente que se acercó a La Salobreja. Hubo alternancia en el marcador, goles, juego, presión, un partido como los que suelen disputar Santiago y Jaén: marcadores apretados y dos perfiles de equipo similares. Un buen partido". "Ir perdiendo 5-2 contra Jaén, empatar y tener posibilidad de llevarnos los tres puntos me hace sentir contento porque el equipo ha dado la cara. Los tres primeros goles que encajamos son a balón parado, el cuarto queremos jugar y nos la roban, pero en líneas generales estoy contento de toda la temporada que hicieron estos chicos", continuó Valladares.

Preguntado sobre la continuidad del equipo, respondió: "No soy la pregunta más adecuada para responder sobre eso, pero yo espero que sí. No al 100%, pero espero que sí. Como dijo el director general hace poco, hay que trabajar muy duro estos dos meses para continuar y hay un porcentaje alto de seguir. Aunque ya sabemos cómo es esto, lo que hoy es blanco mañana puede ser negro. Prefiero pensar en el trabajo que hicieron estos chicos en una cancha muy complicada. A celebrarlo y empezar a trabajar para la temporada que viene si nos dicen de continuar".

Su homólogo en el Jaén Paraíso Interior, Dani Rodríguez, valoró el choque: "En líneas generales, creo que hemos sido mejores durante más minutos. El problema es que hemos bajado la intensidad con el 5-2 y también hemos estado muchos minutos con cinco faltas, además de que el listón ha cambiado en la segunda parte con respecto a la primera. Fue un partido que refleja lo que hemos visto durante todo el año: un Jaén FS que quiere jugar, que quiere atacar e ir a ganar el partido y que, por errores propios, se quedan sin los tres puntos". "Cuando hay que valorar las derrotas y los empates que hemos cosechado esta temporada también hay que analizar cómo han sido. En ningún momento fueron por ser inferiores o especulativos, sino por querer ganar e ir a por el partido. Quizá no tuvimos la calma suficiente en esos minutos de la verdad. Hoy podríamos habernos ido con más distancia en el marcador si se hubiese pitado en la primera parte como en la segunda, en la que tuvimos diez minutos magníficos. A partir de 5-2, nos hemos echado para atrás, con 12 minutos con cinco goles y eso nos ha limitado", añadió Rodríguez.

"Hemos pensado más en la diferencia de tantos para superar el golaveraje que en guardar los tres puntos. Ha sido más error nuestro que acierto de Santiago. Inconscientemente nos hemos venido abajo", prosiguió. Sobre qué puede aprovechar esta temporada para la siguiente, admitió: "Saco muchísimas cosas en claro, cada semana, cada partido y cada entrenamiento. Es verdad que este año tenemos que quedarnos con el trabajo que ha hecho la plantilla y cómo se ha recuperado semana tras semana de los golpes, palo tras palo. Chapeau para la plantilla. En cuanto a los partidos, podríamos ser más especulativos".

¿Perjudicó el éxito de la Copa de España? El entrenador fue rotundo: "Sí, a nosotros, a la afición y a cómo nos ha mirado el resto de estamentos. Somos un equipo modesto que necesitamos competir en igualdad de condiciones para poder sacar nuestros partidos y creo que este año hay momentos que no se nos ha mirado igual porque éramos campeones de Copa. Eso ya pasó y necesitamos estar acorde con la realidad para poder sacar los tres puntos cada partido".

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Sobre el autor
Antonio Pulido Casas
Periodismo cuya máxima vocación es informar de lo que acontece en el plano deportivo. Hijo del año 92 e impulsado por los valores doctrinales del olimpismo. Tú escucha, que yo te cuento.