No se valoran sus aciertos en la misma medida que sus errores. Todos jugamos a ser entrenador. Hacemos nuestras alineaciones, nuestros sistemas tácticos, planificamos los partidos; eso sí, todo desde el otro lado de la pantalla o desde la grada.

Es por ello, que esta profesión tiene un mérito especial. Nunca tanto esfuerzo fue recompensado con tan poca gratitud. El éxito es la mejor manera de encumbrar el trabajo en la sombra de estos ‘locos del fútbol’. En ocasiones, su personalidad también es capaz de crear un sentimiento de admiración y respeto, e incluso de afecto. A la memoria de todos regresa Manolo Preciado, que en paz descanse.

Esta temporada ha habido tres hombres que han dirigido a sus plantillas con maestría, tesón y, sobre todo, trabajo. Estamos hablando de JIM, Anquela y Pouso. Estos tres magníficos han llevado a sus equipos a alcanzar objetivos que parecían inalcanzables a principio del curso futbolístico.

Juan Ignacio Martínez (JIM) ha realizado una extraordinaria labor al frente del Levante. No lo tenía nada fácil, su predecesor en el banquillo era Luis García. El actual mister del Getafe logró salvar al equipo con holgura tras conseguir el ascenso a Primera División. El conjunto levantino ha exprimido su veterana plantilla al máximo y ha finalizado en sexta posición, plaza que le da acceso a la Europa League.

Nunca tanto esfuerzo fue recompensado con tan poca gratitud

Juan Antonio Anquela – popularmente Anquelotti – se hizo famoso junto con su equipo por el ‘Alcorconazo’ en Copa del Rey. La victoria en el Municipal de Santo Domingo por 4 goles a 0 ante el Real Madrid fue el principio del fin de la era Pellegrini. Esa misma temporada se consiguió el ascenso a Segunda. Dos años después el equipo se ha quedado a las puertas de la máxima categoría del fútbol español. Pudieron con el Hércules en los temidos playoffs, pero en la ronda siguiente les tocó el Valladolid, palabras mayores. Estuvieron a punto de dar la campanada, pero no pudo ser. El técnico andaluz deja el club para entrenar en Primera.

Carlos Pouso es el técnico del equipo revelación de la Copa del Rey, el Club Deportivo Mirandés. El año pasado los burgaleses rozaron el ascenso, pero el Guadalajara volteó el marcador en los últimos minutos del partido, echando por tierra el sueño de todos los mirandeses. Esta temporada ha sido impresionante. El conjunto liderado por Pablo Infante ha batido todos los récords en el Grupo II de 2ªB. Ha sido campeón aventajando en 8 puntos al segundo (Ponferradina) y tan sólo ha perdido 2 partidos. Esta vez sí, ha conseguido superar el playoff, tras eliminar al Atlético Baleares. En Copa, ha vivido un sueño. Después de eliminar a Villarreal, Racing y Espanyol, fue apeado de la competición por el Athletic de Bilbao en semifinales.

En esta liga, marcada por el poderío económico de unos pocos frente a las penurias de otros, y por el bipartidismo deportivo de Madrid y Barça frente al resto, hace mucho bien que equipos modestos con entrenadores humildes sean capaces de cumplir sus objetivos a base de sacrificio.

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Sobre el autor
Pablo Moreno Acevedo
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