Las cámaras les enfocarán. De principio a fin. Porque ellos tienen que ser los protagonistas. Están condicionados. Su respectiva afición confía en él para la consecución de la Copa por encima del colectivo. Saben, cada uno de los integrantes de la hinchada del Real Madrid y del Atlético, que si alguien puede marcar la diferencia en su escuadra, es uno de ellos. Y es un peso que puede convertirse en un arma de doble filo. Pero la costumbre a esta situación facilita el proceso.

Su respectiva afición confía en él. Tienen puestas sus esperanzas en su figura

Falcao y Cristiano Ronaldo, si presentan un genotipo similar, es el del gol. Ambos son de lejos los jugadores que más tantos acumulan con su equipo. Solo necesitan un espacio de cara a portería para causar estragos. Las defensas rivales lo saben, siendo de lo más tratado durante la semana previa a la final. Con la ausencia de Varane -y la más que posible suplencia de Pepe- Albiol se perfila como pareja de Sergio Ramos en el eje de la zaga para contener la mejor versión del ex del Oporto. Duchos en el gol, tanto Ronaldo como Radamel copan la clasificación de las apuestas sobre quién marcará el primer gol de la final.

Falcao, el terror de Diego López

A pesar de que todavía no ha conseguido marcar en el Santiago Bernabéu -el viernes, a pesar de tratarse de campo neutral, se le presenta otra oportunidad- el delantero rojiblanco afronta este partido con naturalidad. Sabe y conoce a su presa, al guardameta que le espera debajo del larguero para evitar su propósito. Su más fiel enemigo. En este caso, Diego López. Con el gol en la derrota ante el Madrid en el Calderón, Falcao acumula 9 goles al nuevo portero madridista. A destacar la exhibición cuando aún vestía la zamarra del Oporto. El Villarreal visitó O'Dragao en su andanza europea y sin comerlo ni beberlo se toparon con cuatro goles de una bestia que estaba emergiendo para acabar siendo el máximo goleador de la Europa League más tarde. Las semifinales caían del lado luso.

Con la camiseta de nuevo a rayas pero sustituyendo el rojo por el azul, el falcao rojiblanco volvió a abrir las fauces para batir a Diego López en el Vicente Calderón. Y con doblete incluido. Pero ese no iba a ser el final de la sangrienta historia para el submarino amarillo ante Radamel, sino mucho más dramático. Con la tranquilidad que se le distingue a un delantero con cifras inalcanzables para la gran mayoría, fue el encargado de torpedear al Villarreal y marcar el gol que descendía de forma definitiva a la escuadra castellonense. Y Diego López, de nuevo, sentado en el suelo maldiciendo la figura del goleador colombiano.

Pero no todo han sido sonrisas para uno y tristeza para el otro. Ya asentado como titular en el Real Madrid, el cancerbero volvió a encajar un gol de Falcao pero viviendo otra victoria más del Real Madrid en el Calderón. Ahora la impotencia corría por las venas colombianas.

La pesadilla de Courtois

Coloca el balón, a su manera. Lo hace para que el dibujo de la pelota quede de tal forma que al golpearlo, el cuero sea más obediente en el trayecto. Da un par de pasos, mira a su oponente y respira. Espira muy fuerte, como si todo el estrés acumulado se desvaneciese y ahora solo quedase oxígeno puro. Concentración en forma de rito, el luso se dispone a ejecutar el lanzamiento. Sin miramientos. Un paso, otro y golpeo. El portero en ese instante no sabe ni por donde le viene el aire. Y escucha, pavoroso y desde el suelo, el griterío. Y ve el balón dentro. Maldición, lo ha vuelto a hacer.

Espira muy fuerte, como si todo el estrés acumulado se desvaneciese y ahora solo quedase oxígeno puro

Esto podría haber pensado Thibaut Courtois en el momento en el que Cristiano Ronaldo se recuperaba de su sequía goleadora en el apartado de libres directos siete meses más tarde (el último también había sido contra el guardameta belga). Al igual que Falcao contra Diego López, Ronaldo conoce de sobra cómo batir a Courtois. Lo ha hecho en cuatro ocasiones, habiendo marcado dos en el Bernabéu tras la expulsión del portero y visto desde la grada el último derbi por lesión.

El Atlético de Madrid también es bonita presa para el ansia del futbolista de Madeira. Ocho tantos han ayudado a prolongar la agonía rojiblanca cada vez que ve a un rival vestido de blanco impoluto.

Las finales, fetiche para ambos

Un crack se distingue de un buen jugador por su actuación en los momentos trascendentales. Su capacidad para aparecer y echarse el equipo a las espaldas en las citas importantes o su irregularidad frente a las adversidades marcan el carácter de un futbolista. Falcao y Cristiano Ronaldo casan con la primera definición. Por algo sus nombres se encuentran entre los mejores del mundo.

Hombres de finales. Falcao ha marcado en tres de las cuatro que ha jugado. Y siempre que lo hace, gana

El goleador rojiblanco obtuvo la licencia con el Oporto. Ganó el triplete con Villas-Boas en el banquillo aunque solo pudo disputar la final europea obteniendo la principal recompensa de un delantero. Dos años más tarde lo volvería hacer. Primero siendo el verdugo del Athletic de Bielsa y más tarde sentenciando al Chelsea de Torres en la Supercopa con una exhibición acorde a su status en Europa. Marcó un hat-trick antológico para los rojiblancos. Agüero ya había sido olvidado.

El sexto máximo goleador en la historia del Real Madrid tampoco se queda atrás. Del famoso testarazo inapelable ante el Chelsea en la final de la Champions directos al remate sin piedad en la prórroga del histórico partido ante el Barcelona en la final copera en Mestalla. Decían que era un jugador que se arrugaba en las grandes citas. Tales comentarios quedaron sucumbidos por pruebas que aplastaban la resistencia que mostraban sus detractores.

El socio perfecto

Si hay algún jugador con el que Cristiano Ronaldo se beneficia sobremanera de las asistencias que reparte es Mesut Özil. El alemán no solo abre espacios para que el luso los aproveche, si no que también los encuentra. En tres temporadas que han coincidido en el Real Madrid, el germano acumula 20 pases de gol al portugués. Cifra que se convierte en la más alta del Siglo XXI en el campeonato nacional siendo la mejor pareja que se ha visto por el césped del Santiago Bernabéu en más de 12 años en cuanto a asistencias y goles se refiere. Superan los 19 goles que le "regaló" Yeste a Urzaiz o los 18 de Navas a Kanouté.

Al contrario, Falcao en ese sentido no ha encontrado todavía al socio perfecto. Mientras Diego Costa parece haber encontrado en Koke una pareja idílica en cuanto al gol se refiere (cinco goles lleva esta temporada tras asistencia del mediocentro), el colombiano no parece haberse definido, a pesar de haber marcado 28 goles en 33 partidos de Liga.

Turbulento futuro

Dejando a un lado una rivalidad que se ha ido difuminando con el paso de las derrotas atléticas, Falcao afronta la final de Copa como, posiblemente, uno de sus últimos partidos con el Atlético de Madrid. Los rumores que le acercan al Mónaco han hecho estragos en la afición rojiblanca de cara a la final. Todavía no hay nada confirmado, pero parece que su marcha es segura. El destino, incierto.

En el Real Madrid el problema no es de Cristiano Ronaldo, sino algo que afecta al grupo. La más que segura salida de Mourinho del banquillo blanco y sus maltrecha relación con más de un componente de la primera plantilla ponen en peligro la estabilidad del equipo, algo que intentará solucionar Ronaldo. Asimilar la situación, espirar fuerte y asumir galones.