Por mérito, juego y ambiciones, Fundación Albacete Nexus y Oviedo Moderno partían como favoritos para confirmar su ascenso a la Primera División tras una temporada en la que los conjuntos manchego y asturiano dominaron sus grupos en una exhibición colectiva que resultó infranqueable para sus rivales.

Guiados por Mati Martínez y Montse Tomé, respectivamente, Fundación Albacete Nexus y Oviedo Moderno Universidad llegaban al sorteo como los rivales a evitar por los demás conjuntos. Caprichos del destino, el conjunto manchego -máximo favorito al ascenso- y el conjunto asturiano -el mejor equipo de todos los grupos de Segunda División esta temporada- se medirán en la primera ronda de la Fase de Ascenso.

Ganará el espectáculo, aunque la Primera División se perderá irremediablemente a un gran equipo, independientemente del conjunto que caiga derrotado en una eliminatoria que será a doble partido. Una decisión celebrada por el Fundación Albacete Nexus, que el pasado año quedó eliminado en una fase de ascenso disputada a partido único, lejos de su público.

Conscientes del nivel del rival y del valor de golpear primero en una final de 180 minutos, Fundación Albacete Nexus y Oviedo Moderno afrontan el partido del domingo con la máxima concentración, ilusión y ganas. Tres factores cuya combinación es imprescindible para sobrevivir en una eliminatoria que se prevé eterna, puestos el reto y los nervios sobre la mesa.

Redimirse de su eliminación ante un Levante Las Planas que ha conseguido salvaguardar su condición de equipo de Primera División es la nueva oportunidad que el fútbol ofrece a la Fundación Albacete Nexus, un equipo hecho a imagen de su entrenador, Matías Martínez Herráez, para hacer realidad el sueño que mueve el club: situarse entre los 16 mejores equipos de España.

En ese camino interminable con destino a la Primera División les acompaña una afición que el domingo se prepara para arropar a su equipo. Albacete espera, tras cuatro intentos fallidos, alcanzar la máxima categoría del fútbol. El objetivo último de un club que, en ese camino hacia la gloria, trabaja como bloque, obsesionado en la formación más que en la inmediatez del éxito. Alcanzar la Primera División siendo un bloque sólido y engranado es el fin último de un club que quiere llegar sabiéndose candidato a quedarse.

Ese mismo objetivo lo comparte un Oviedo Moderno que crece como equipo y como club tras los pasos de Montse Tomé, referente para cada una de las niñas que cada día entrenan y compiten en el Díaz Vega sabiendo que la ilusión de competir en Primera algún día se hará realidad.

La batalla futbolística se lidiará entre defensas y atacantes, centrocampistas y porteras, pero también entre dos aficiones que ansían ver hecho realidad el sueño de cada una de las 22 futbolistas que el domingo saltarán al césped. Es el primer envite entre dos equipos candidatos al ascenso.