Antes de analizar el arbitraje del encuentro disputado en el Martínez Valero entre el Elche y el Real Madrid, me gustaría dejar claro una cosa: “El árbitro no roba”, robar es apropiarse de algo ajeno. Un colegiado no se queda con los tres puntos, estos se quedan en la competición, por ese motivo creo que la palabra más acertada es: “Se equivocó”.

Ahora, pasaré a analizar las controversias del encuentro, siempre desde la cordialidad y educación que un medio como VAVEL.com muestra hacia la maltratada figura de los árbitros. Esto no es un bar, como si lo parecen algunos medios o programas deportivos. En 'criticar' con elegancia y clase es en lo que se diferencia en convertir esto en un programa del corazón o en periodismo deportivo. Dicho esto, vayamos al lío.

Análisis arbitral del Elche 1-2 Real Madrid

Desde mi punto de vista mantuvo el mismo criterio en el apartado disciplinario, aunque creo que estas tres acciones eran merecedoras de amonestación:

  • En el minuto 33 del encuentro se pidió la segunda cartulina amarilla para Ramos por realizar una falta sobre Rubén; me parece que la acción es merecedora de amonestación y por lo tanto expulsión por doble amarilla.
  • En el 44 Javi Márquez realiza un derribo a Ramos que también tenía que ser amonestado.

Si el partido hubiese terminado en el minuto 91 con el empate del Elche, posiblemente estaríamos hablando de otra cosa bien diferente, de fútbol, por ejemplo, y no de la actuación del árbitro. La celebración del gol, entre abrazos, alegrías, felicitaciones y lesiones, hicieron que el colegiado tuviese que alargar el tiempo de descuento; creo que acertado en la prolongación.

En un saque de esquina a favor del Madrid en el descuento, Carlos Sánchez pone la mano en el costado de Pepe, éste lo agarra del brazo, gira y sin soltarle el brazo se tira el suelo a la vez que grita; para darle dar mayor pasión a su teatro, consiguiendo engañar al árbitro que señaló penalti. Un penalti que nunca tuvo que ser pitado.

Cuanto más veo la repetición e intento analizar los motivos que pudieron contribuir a que Muñiz Fernández tomase la decisión errónea, más claro tengo que hay algunos jugadores en el terreno de juego que no respetan el FAIR PLAY y hacen un daño enorme a la imagen de este deporte.

Lo fácil aquí es culpar al árbitro; es imposible dirigir un encuentro de fútbol si el colegiado no puede confiar en la honradez de los jugadores. Muñiz Fernández se equivocó pero el que perjudicó al Elche y al FAIR PLAY fue Pepe, fue la maniobra inaceptable del jugador. Un jugador que encima al salir ante la prensa, siguió con su teatro, dejándose en evidencia al seguir mintiendo sobre la acción.