Un equipo modesto que viaja hacia lo más alto. Esa es la ilusión de cualquier conjunto que intenta, pese a su humildad, hacerse un hueco entre los grandes favoritos de un deporte. Pocos son los que lo consiguen, lo que manifiesta la dificultad de hacer ese sueño realidad, de volar entre los grandes sin perder las raíces y valores que te impulsaron a planear entre las nubes.

Pero en la Primera División del fútbol femenino nacional encontramos el ejemplo de esa tipología de club anteriormente definida. El CE Sant Gabriel, conjunto catalán que apenas tres años antes consiguiese el ascenso de categoría, ha sido capaz, en un inmejorable comienzo de temporada, de situarse entre los mejores. Actualmente en la sexta posición de la tabla, empatado a puntos con todo un Atlético de Madrid y a dos de la cuarta plaza que ostenta el Valencia, el conjunto de Dani Limones ha conseguido, a base de esfuerzo, sacrificio, compañerismo y buen fútbol, hacerse un hueco entre los favoritos.

En este reportaje repasamos las primeras semanas de competición del CE Sant Gabriel Femenino, un soñador entre los grandes.

El inicio de un nuevo camino

Desde que finalizase la temporada pasada, en la que el CE Sant Gabriel consiguiese alcanzar la octava posición liguera y, por ende, la clasificación para la Copa de la Reina, donde el Prainsa Zaragoza, posterior subcampeón, le apease en cuartos de final, la entidad catalana decidió empezar un nuevo proyecto deportivo. Pero no un proyecto cualquiera, sino el más ambicioso de su historia en Primera.

Basándose en la humildad que caracteriza a este modesto club de la ciudad de Barcelona, la entidad comenzó su nuevo camino con una decisión inmejorable: dándole la batuta de su proyecto a Dani Limones, entrenador madrileño de corta edad pero de gran talento futbolístico, evidenciado en sus resultados tanto en las categorías inferiores del Rayo Vallecano como en el primer equipo franjirrojo.

Todos los fichajes tenían tres características comunes: juventud, talento y capacidad de trabajo

Tras Dani, llegaron los fichajes, todos ellos con características comunes: juventud, talento y capacidad de trabajo. De este modo, desembarcaron en la Ciudad Condal hasta un total de ocho caras nuevas, que se unirían a las ya asentadas en la escuadra catalana para amoldar un proyecto presente pero, sobre todo, de mucho futuro.

Con el nuevo entrenador llegaron Patricia Gudiel y Cristina Pizarro “Chini” que, al igual que éste, cambiaron Vallecas por Barcelona, la primera para reforzar el lateral derecho y la segunda con la misión de dotar de trabajo y oxígeno al centro del campo. La opción de posible pareja de esta última se abría entre Nelly Maestro, internacional sub19 y cerebro del Prainsa subcampeón, y Bel Calero, que llegaba tras una grandísima temporada con el recién ascendido Levante Las Planas, club del que también procedía Paula Nicart, una de las centrales más prometedoras del panorama nacional.

La interior Brenda Pérez, una de las canteranas más talentosas del Espanyol, no cambió de ciudad pero sí de equipo. Y, por último, Raquel Pinel, capitana de la selección sub19, decidió poner fin a su etapa en Valencia para involucrarse en un nuevo proyecto donde confiaban en ella como referencia ofensiva.

Con estos fichajes, más las ya instaladas María Estella, Eva Llamas, Marta Villagrasa,  Cristina Baudet, Marta Liria “Lilo” o Carla Gómez, el proyecto tomaba forma y la afición se ilusionaba por lo que pudiera venir.

Sin estrellas pero con compañerismo

Tras una pretemporada ilusionante en cuanto a sensaciones y resultados, daba comienzo lo importante, lo vital, el lugar donde verdaderamente se debe demostrar el nivel competitivo: la Primera División Femenina.

Una vez echó a rodar el esférico, se vio a un equipo con las ideas claras, que sabía a lo que jugaba. Con un estilo de juego basado en la posesión del esférico y una defensa rocosa y concentrada, las pupilas de Dani Limones empezaban a esbozar sobre el terreno de juego lo que se presumía de ellas.

El Sant Gabriel basa su juego en la posesión del balón y una defensa muy sólida

Con un fútbol interesante y atractivo para el espectador, comenzaban a ganar sus primeros puntos. Pero, pese a la calidad y talento que rebosa cada jugadora en cada uno de sus tacos, la principal clave del éxito de esta plantilla reside en el vestuario y en la implicación de cada una de ellas.

El CE Sant Gabriel no tiene a ninguna estrella en su equipo, ni a ninguna jugadora con un nombre por encima del resto, pero sí se trata de un grupo unido, con un compañerismo reinante que se traslada también sobre el césped, donde ninguna futbolista es más que otra, donde cada una deposita su granito de arena para conseguir lo importante, el fin común: las victorias.

El Ruiz Casado, un auténtico fortín

Estadísticas en mano, gran parte del éxito de la gran temporada catalana reside en su feudo, el Estadio Municipal José Luis Ruiz Casado. Pronunciar su nombre lleva implícito el nerviosismo de los rivales, unos rivales que, hasta la fecha, no han podido rescatar ni un solo punto de sus visitas a Barcelona.

Hasta la fecha, los cuatro encuentros que el SanGra ha disputado como local han terminado con idéntico resultado: victoria. El raudal y talento ofensivo de esta escuadra queda reflejado perfectamente en resultados como el 5-0 ante Collerense o el 5-1 frente al Granada, encuentros dominados de inicio a fin.

Cuatro partidos en casa, cuatro victorias y solo un tanto en contra

Pero no todo ha sido tan placentero. Y es que el conjunto de Dani Limones también ha sabido sufrir en las visitas del Sporting Huelva y, sobre todo, del Rayo Vallecano, toda una prueba de madurez para este joven grupo. Ambos duelos se decidieron por la mínima (1-0), demostrando la versatilidad a la hora de enfrentarse a diferentes situaciones de juego.

Todas las atacantes han conseguido mojaren, al menos, una ocasión. Así, Raquel Pinel, Carla Gómez, Cristina Baudet, Marta Liria “Lilo”, y hasta la canterana Irina (con tan solo 19 minutos), suman un gol, siendo las interiores Brenda Pérez, con dos, y Marta Villagrasa, con cuatro, las máximas goleadoras de la primera plantilla.

Pese a destacar por encima de todo el combinativo juego desplegado, también debe tenerse muy en cuenta ese trabajo tan oscuro y en ocasiones tan poco valorado de algunas de las integrantes. La excepcional pareja en el centro del campo que forman Chini y Bel Calero, o la contundencia y seguridad defensiva que otorgan las Paula Nicart, Eva Llamas, Patri Gudiel o María Estella, también deben tenerse muy presentes. No en vano, al conjunto catalán tan solo le han endosado un gol en cuatro partidos actuando como local.

Lejos del Ruiz Casado es otra historia, todo es mucho más complicado. Los rivales son conscientes de que es la ocasión perfecta para meter mano a un equipo intratable en casa. Pese a todo, las de Dani Limones han dado la cara y también han tenido su oportunidad para haber sacado algún punto más. Tras el sufrido empate conseguido en feudo sevillista (1-1), cosechó posteriormente dos derrotas. Tanto ante la Real Sociedad (2-0) como, sobre todo, frente al Espanyol (2-0), el conjunto catalán intentó cosechar la victoria hasta el último minuto, incluso mereciendo algo más en alguna de esas salidas.

Las rotaciones, clave del éxito

Este Sant Gabriel es un equipo con todas las letras, un conjunto en el que todas las jugadoras saben que suman y aportan. Es, sin duda, una de las grandes claves del éxito. Todas las integrantes se sienten partícipes tanto de los triunfos como de las derrotas. Y Dani Limones tiene mucha culpa de esto.

Desde que comenzase la temporada, el entrenador madrileño no ha repetido nunca el mismo once, haciendo de las rotaciones algo habitual. Todas sus pupilas saben que, con trabajo, esfuerzo y sacrificio, su oportunidad puede llegar en cualquier momento, en cualquier partido. La confianza en todas ellas es total.

Las rotaciones están a la orden del día, solo tres jugadoras han sido siempre titulares

De todas las jugadoras de la primera plantilla, tan solo tres han repetido titularidad en los siete primeros partidos de liga: la defensa Eva Llamas, la mediocentro Bel Calero y la atacante Brenda Pérez. La también mediocentro Cristina Pizarro “Chini”, se presumía como titular indiscutible, pero la ablación cardíaca a la que debe someterse la mantendrá fuera de los terrenos de juego durante un tiempo. La delantera Raquel Pinel y la defensa Patricia Gudiel también han actuado en los siete partidos, aunque uno de ellos saliendo desde el banquillo.

Los continuos cambios incluso han afectado a la portería, donde Marina Marimón ha actuado en cuatro ocasiones y Jesica Cobos, en tres. En total, Dani Limones ha hecho participar a 21 jugadoras, de las cuales 18 han sido titulares en una ocasión, como mínimo. Tan solo canteranas y habituales en el Femenino B como Gemma Pla, Ester Gimeno e Irina no han saboreado todavía las mieles de la titularidad.

Este Sant Gabriel va muy en serio y, basándose en sensaciones, resultados y jugadoras, queda claro que apunta alto y que, salvo sorpresa, seguirá en los puestos altos, dando guerra y optando siempre a lo máximo. Porque es un equipo humilde que se ha atrevido a soñar entre los mejores, tomando como base la modestia, el trabajo, el sacrificio, el compañerismo y, sobre todo, el fútbol, mucho fútbol.

Fotos del cuerpo: José Carrera (CE Sant Gabriel Femenino)