Emocionante semifinal que enfrentaba a los equipos que la temporada pasada coparon la penúltima y última posición en liga: Seattle Reign y Washington Spirit. Seattle partía como favorito ante un Washington que llegaba demasiado victimizado para lo que se vio en el campo.

En la primera parte, la posesión del balón fue abrumadora por parte de Seattle. Ya en el minuto 5, se produjo un posible penalti sobre Fishlock, que se fue al suelo tras un empujón dentro del área. De nada sirvió que la galesa protestase la decisión del árbitro, que decidió no conceder una pena máxima a los 5 minutos de empezar el partido, evitando así romper un encuentro recién empezado.

Harris no tardó en calentar los guantes, teniendo que emplearse a fondo primero con un disparo de Kawasumi y, posteriormente, con uno de Little. Se avecinaba una noche de mucho trabajo para la portera visitante. No fue más tranquila para Solo, quien tuvo que demostrar por que es considerada una de las mejores porteras del mundo. Y ninguna de las dos arqueras se imaginaba lo que se les vendría encima en la segunda parte...

Dominaba Seattle tocando sin cesar, recuperando balones y empezando de cero una y otra vez. Se pudo ver la magia de una Rapinoe omnipresente, de un lado a otro de la cancha, y también las genialidades de FishlockLittle y Kawasumi. Toda combinación que pasaba por las botas de estas ilusionistas terminaba en jugada peligrosa, cosa que exprimieron al máximo.

Pudo abrir el marcador la germana Garefrekes en el minuto 27 cuando se quedó cara a cara con Solo, pero ésta detuvo su disparo. Leroux bajaba a defender, Cox se sumaba al ataque y Rapinoe se cambiaba tanto de banda que parecía que le quemaba el terreno de juego. Ésta última, soberbia durante todos sus minutos jugados, enviaba balones al área sin cesar, pero no encontraban rematadoras acertadas.

En la segunda parte, Washington apareció con la cara lavada y dispuestas a luchar hasta el final. Eso hizo que Seattle no se sintiera tan cómodo, la posesión del balón estaba más igualada que en los primeros 45 minutos de juego. A pesar de esto, la primera oportunidad del segundo tiempo fue para Fishlock, que tras robar el balón en medio campo, combina con un par de compañeras y termina rematando queriendo cruzar el disparo, pero no lo colocó entre los tres palos. Más tarde la tuvo también de cabeza en un córner, pero se le fue desviado. Partido excelente de la número 10 de Seattle Reign.

Apretaban las locales y hacía lo propio Washington, y a media hora del final del partido, el entrenador del Spirit dio con la tecla acertada dando entrada a Perez en lugar de Averbuch, apercibida con cartulina amarilla. A los 5 minutos de ingresar en el campo, Pérez adelantó a las Spirit con un fuerte disparo tras recibir el balón de Matheson.

Washington se vino arriba con el gol, pero lo que no sabían es que para Seattle el gol fue una inyección de fuerza y ganas de remontar. El empate llegó gracias, en parte, a Rapinoe, que puso el centro al área para que lo recibiese Leroux y que acabó rebotando en el brazo de Pressley.  Penalty lanzado por Little que acabó en la red, pero que tuvo que ser repetido ya que Fishlock se había metido en la medialuna del área antes de que la escocesa lanzase. Al segundo disparo volvió a acertar, dejando clavada a Harris luego de que ésta la provocara indicándole que se iba a lanzar a su izquierda. Little decidió lanzarlo al lado contrario y, con toda su sangre fría, empataba merecidamente el partido.

No fue el partido más acertado de Leroux, que desaprovechó ocasiones muy claras, algunas incluso consideradas imposibles de errar. Con el partido en tablas y Seattle apretando cada vez más, se produjo, junto con el gol, el otro gran disgusto de la noche para las locales: tras un rechace, el balón rozó la mano de Deines y el árbitro decretó pena máxima. Matheson colocó el balón en los 11 metros y  Solo se puso el traje de salvadora para detener el balón, evitando así que Washington se adelantase de nuevo.

Poco tiempo tuvieron las Spirit para digerir el mal trago del penalti fallado cuando, pocos minutos después, Rapinoe le robó la cartera a Pressley al quitarle el balón. Encaró la portería y chutó, haciendo imposible que Harris detuviera el disparo.

El equipo capitaneado por Krieger, siendo ella de lo mejor de Washington como de costumbre, buscó el empate, pero nada pudieron hacer ante unas Reign muy centradas en los minutos finales, obcecadas en no dejar que pasase ni un balón a través de Solo. Y lo consiguieron. Y sellaron el pase a la final de los Playoffs de esta temporada.