"Promover y apoyar el concepto de propiedad democrática de los aficionados y su representación a través de estructuras mutuas sin ánimo de lucro". Esta es la idea fundacional de la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE), una organización formada por aficionados y pequeños accionistas de clubes que rechazan la mercantilización que ha sufrido el conocido como deporte rey. La plataforma nació en 2008, y en la actualidad agrupa a más de 20 pequeños colectivos de abonados.

"No entendemos este deporte sin la participación de los socios", resume Emilio Abejón, secretario y coordinador de la plataforma. Los grupos de accionistas pertenecen a equipos que van desde Primera División hasta Segunda División B. Pero la FASFE tiene sus puertas abiertas a cualquier colectivo de aficionados. Una de sus funciones es asesorar jurídicamente a los abonados que quieren constituirse como grupo propio dentro de la masa accionarial de un club. La FASFE está integrada en Football Supporters Europe (FSE), federación europea de aficionados al fútbol; y en Supporters Direct Europe (SDE), una red europea de hinchas que promueve la propiedad de los clubes por sus masas sociales.

Emilio Abejón: "Ningún club puede ser el cortijo de nadie"

Abejón pertenece a la asociación Señales de Humo (ASdH), entidad fundada en 2002 por un puñado de seguidores atléticos que frecuentaban la web que dio nombre al colectivo, una de las más activas del panorama colchonero. Se opousieron desde un inicio a la gestión de la familia Gil en el club rojiblanco, a la que acusaron de manipular las cuentas del equipo. "Ninguna entidad puede ser el cortijo de nadie", afirma el Abejón.

Contrarios a las Sociedades Anónimas Deportivas

El coordinador de a FASFE cuenta que cambió su modo de ver el fútbol con 20 años, en 1998, cuando la Guardia Civil entró en el Vicente Calderón para registrar las oficinas de Jesús Gil y Gil. Abejón recuerda la querella de la Fiscalía Anticorrupción contra el expresidente y otros cargos atléticos como Enrique Cerezo, vicepresesidente por aquel entonces, y actual máximo mandatario el club colchonero. La investigación vino motivada por las irregularidades cometidas en la transformación del club en Sociedad Anónima Deportiva (SAD) en 1992. 

La FASFE prepara una ILP en contra de la conversión en SAD de los equipos profesionales 

Para la FASFE, uno de los mayores males del fútbol fue la creación de las SAD, un modelo de entidad jurídica que nació en 1990 de mano de la Ley del Deporte. "Nadie entendería que la Cruz Roja o la Iglesias fueran una SAD. Sin embargo, todos dan por bueno que los equipos sean sociedades mercantiles", incide Abejón, quien muestra su desacuerdo con la obligación que tienen los clubs profesionales (Liga BBVA y Liga Adelante) de convertirse en entidades mercantiles.

La plataforma de aficionados que coordina Abejón prepara una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en la que pedirá la eliminación de esta condición. La idea surgió de la última Asamblea General Ordinaria del colectivo, celebrada el 11 de octubre. Los asociados también acordaron la presentación de una denuncia ante la Unión Europea por el desigual reparto de los ingresos derivados de los derechos audiovisuales de la liga española. 

El resurgir del fútbol popular

El coordinador de la FASFE entiende que los equipos han de participar en las comunidades de las que forman parte. De ahí que la otra pata del proyecto sean los clubs de "fútbol popular", entidades cuyo principio fundamental es: una acción, un voto. Bajo está fórmula se agrupan nueve equipos, repartidos por toda la geografía estatal.

El decano es el Atlético Club de Socios (ACS). En 2007, un grupo de aficionados colchoneros fundaron una entidad alternativa a la gestionada por la familia Gil. Este club posee equipos desde alevines hasta veteranos. El equipo senior milita en la Segunda Regional madrileña. El Socios también cuenta con un conjunto de fútbol femenino y una sección de rugby. Abejón fue uno de los socios fundadores de una entidad que siguió el ejemplo del FC United, escuadra formada en 2005 por seguidores del Manchester United. Estos mostraron su desacuerdo con la adquisición del club por parte del magnate Malcom Glazer.

Detrás del ACS vinieron el SD Logroñés (2009 - Tercera División, Grupo XVI), CAP Ciudad de Murcia (2010 - Preferente Autonómica de Murcia), CD Palencia (2011 - Tercera División, Grupo VIII), FC Tarraco (2012 - Cuarta Catalana), Xérez Deportivo FC (2013 - Tercera Andaluza), Unionistas de Salamanca FC (2013 - Primera Provincial de Salamanca) y el UD Ourense (2014 - Tercera Regional).  A esta nómina hay que añadirle un histórico del fútbol asturiano como es el UC Ceares (1946 - Tercera División, Grupo II). El equipo gijonense se salvó de la desaparición gracias a un grupo de hinchas que asumieron las riendas del club en la temporada 2011 / 2012. Depuraron las cuentas del club y lograron llevar al club a los playoffs de ascenso a la categoría de bronce en la campaña 2013 / 2014.

Todos estos clubs apuestan por el fair play financiero y un modelo asamblear para la toma de decisiones, dos cuestiones que la FASFE defiende en sus estatutos. La lista aumenta curso tras curso, y en los últimos meses una iniciativa de aficionados gaditanos ha empezado a tomar forma bajo el nombre de UDS Bahía de Cádiz. "La gente que forma parte de estos clubs, les dedica casi más tiempo que a su familia, porque son parte de su identidad", concluye Abejón, quien sentencia que el fútbol morirá si le da la espalda a sus aficionados, los verdaderos valedores de un deporte cada vez menos humano.