La jornada 16 marcaba el inicio de la segunda vuelta en la primera división femenina. El Rayo Vallecano no pudo acabar la primera vuelta con el mejor sabor de boca posible ya que empató a 1 contra el Levante. El rival en esta ocasión era el Atlético de Madrid, actualmente el principal perseguidor del Fútbol Club Barcelona, un rival difícil. Los antecedentes de la primera vuelta dejaron un reparto de puntos con el marcador en blanco que no pudo darse en esta ocasión por mucho que las vallecanas lo intentaran.
El derbi madrileño tuvo una cara y una cruz, propia de cada mitad, pero ambas partes tuvieron algo en común: las rayistas fueron detrás del marcador y, aunque intentaron remontar, no pudieron imprimir el orden necesario en un partido donde cualquier error se paga caro.
No se esperaba un partido con muchos goles dado los antecedentes y el juego parejo de ambas escuadras pero que cada conjunto aprovechara y buscara incrementar sus ocasiones propició una segunda parte emocionante con idas y venidas. Cinco goles se marcaron en un partido donde el marcador pudo ser más abultado pero donde el papel de defensas y guardametas fue señalado.
El partido fue seguido por mucho público, las ganas de derbi y de ver buen fútbol se notaban en el ambiente. Además, se pudo seguir por Gol Televisión, como todos los partidos televisados en sábado a las 11:45 horas.
Primera parte descafeinada
Rodó el balón en la Ciudad Deportiva y se apreciaba como el conjunto colchonero había salido más metido al partido. Fruto de ello, la pichichi del Atleti Priscila Borja aumentaba su cuenta goleadora con un tanto tempranero que abría la veda para su equipo. La ex de la franja empaló un balón desde un lateral del área y lo puso al segundo palo, imparable para Ali.
Priscila, pichichi del Atlético de Madrid con 9 tantos, no falló a su cita con el golA raíz del tanto, el Atleti parecía hacerse dueño del partido pero sin excesivo peligro en el área local. La posesión, la presión y la distribución del juego era rojiblanca ante un Rayo mermado que no era capaz de hacerse con el control del centro del campo. A los 20 minutos se pudo entender el por qué y es que un pilar fundamental como Saray estaba lesionada y no podía forzar más. Entraba en el terreno de juego Iris, la canterana nunca defrauda y este partido no fue menos, desde su entrada el Rayo despertó.
En una de las llegadas vallecanas llegó el tanto del empate desde las botas de la argentina Marianela, muy activa desde el inicio hasta el pitido final. La delantera fusiló el balón desde fuera del área ante una estática Lola Gallardo que no pudo hacer nada para detener el disparo. El Rayo volvía a activarse y seguía llegando pero una zaga rojiblanca muy bien plantada y un marcaje férreo no permitió que el luminoso se moviera más.
La primera parte se vio un partido que se podría tachar de descafeinado, llegadas sin peligro y un juego muy trabajo en el centro del campo. Todo cambiaría tras el paso por vestuarios, los dos equipos querían ganar y eso demostraron durante los 45 minutos posteriores. Antes del pitido que marcaba el final del primer tiempo, en el minuto 40, Iris fue amonestada tras internarse en el área y caer al césped fruto de un choque. El árbitro interpretó que su caída se debía a una simulación de penalti.
Lavado de cara. A por los tres puntos
En la segunda mitad cambió la tónica del encuentro. En una llegada rojiblanca, Amanda, que hizo un gran partido, fue trabada por Anama y el árbitro señaló la pena máxima. La delantera ponía de nuevo por delante a la suyas con un disparo centrado y el Rayo tenía que volver a reponerse del golpe y seguir luchando. La abanderada de la franja volvía a ser Marianela quién, seguidamente y haciendo efectivo su doblete, volvía a disparar desde la frontal del área haciendo el 2-2.
Este tanto sentó de forma distinta en ambas escuadras. Las rayistas veían como a partir de ese momento podían estabilizar el encuentro y las rojiblancas interpretaron que, fruto de su relajación, el Rayo podía remontar y hacerse con los tres puntos. Tan solo dos minutos después, Amanda en una jugada personal recorrió la banda y centró para que Esther rematara para volver a adelantar a las pupilas de Sopuerta.
La Ciudad Deportiva estaba viendo un partido en el que cualquier resultado y cualquiera de los equipos podría vencer. Unos minutos de idas y venidas donde las jugadoras perdían posiciones y donde el equipo con menos imprecisiones era capaz de aguantar la posesión. Volvió a suceder lo de la primera parte y es que el Atleti comenzaba a tener el control pero el Rayo no bajó los brazos y siguió intentando la remontada. Los últimos 10 minutos volvieron a ser como los últimos de la primera parte, ambos conjuntos llegando y con posibilidades más que claras de aumentar el marcador.
El Atleti tuvo su mejor ocasión con la presencia de dos jugadoras que salieron desde el banquillo. Débora, convertida en un auténtico puñal en banda, se deshizo de todas sus marcas en velocidad, levantó la cabeza y mandó un centro perfecto para que Laura Ortega rematara a placer. El disparo de la canterana salió desviado perdiendo la oportunidad de sentenciar el partido con un 2-4.
Por parte del Rayo Vallecano, la Ciudad Deportiva ya cantaba el gol cuando Iris, encarando desde la frontal del área, se iba en velocidad de la zaga rojiblanca y se plantaba en boca de gol. En el preciso instante en el que la rayista estaba armando la pierna apareció Mapi León quién se tiró al suelo para despejar el balón y evitar el que iba a ser el empate a 3.
Con un Rayo Vallecano volcado totalmente en ataque y un Atleti intentando estirarse y sufriendo, acabó el encuentro. No plantearon un partido fácil las chicas de Laura Torvisco para su vecino madrileño, que tuvo que sudar para llevarse los tres puntos para el Cerro. El carácter vallecano fue intachable durante los 90 minutos, lucharon como siempre pero no consiguieron conocer la victoria en el 2015.
Complicado inicio de año
El inicio liguero del Rayo Vallecano no fue bueno, comienzo complicado ante duros rivales que hizo que fueran las reinas de los empates hasta que consiguieron estabilizarse tras varias jornadas y sacar sus mejores bazas. Consiguieron empastar la veteranía en puestos claves y la juventud en determinados momentos del partido.
En la segunda vuelta tendrán que emplear lo aprendido en el 2014 y conseguir invertir los resultados obtenidos. De momento, la imagen dada en este partido, al margen del resultado, fue mejor que en el Cerro, la evolución ha sido muy positiva. Ganar puntos en campos donde se fueron de vacío y hacerse con 3 donde consiguieron 1, será vital para que el Rayo acabe la temporada en los puestos de arriba.
La semana que viene visitan al Athletic Club, un equipo fuerte y más en casa, lleno de calidad y que en la ida venció por la mínima en Vallecas (1-2).