En el estadio de Edmonton se abría paso la actual defensora del título, Japón, dispuesta a seguir el guión previsto y acceder a semifinales. Por juego colectivo y calidad individual debería haber sido un partido plácido pero sufrieron más de lo habitual para doblegar a una Australia que después de vencer a Brasil en octavos, quería dar una segunda sorpresa y eliminar a las campeonas mundiales pese a que las estadísticas no le eran favorables, ya que de los diez anteriores enfrentamientos entre ambas, las niponas habían vencido cinco, tres empates y dos victorias 'aussie'.

Nada más escuchar el pitido inicial, las asiáticas se hicieron con el control, mientras que su rival, sabedor de su inferioridad y de la dificultad de intentar disputarle el balón, decidía esperar atrás. Japón no dejaba de asediar el área rival y tuvo ocasiones claras para adelantarse en el marcador, como una en el minuto 7, con un balón largo de Nahomi Kawasumi que Shinobu Ohno, al ver la salida de la portera Lydia Williams, intentó sorprenderla con una vaselina que se marchó demasiado alta. La misma pareja de jugadoras tuvo otra oportunidad tras una recuperación de Kawasumi que subió al ataque por banda derecha y centró para que Ohno rematara fuera.

Mientras Australia, con su capitana Lissa de Vanna como jugadora más destacada, solo conseguía crear cierto peligro con un lanzamiento de falta a cargo de Alanna Kennedy que se marchó desviado, Japón seguía a lo suyo, buscando incesantemente el gol. Probó fortuna Aya Miyama pero su disparo bien dirigido lo envió a córner Williams.

Camino del bicampeonato

La segunda parte fue una copia exacta de la primera, el conjunto nipón creando peligro especialmente por banda derecha y Australia defendiéndose como podía. Una jugada dentro del área de Kawasumi, que al ver la incursión de su compañera Saori Ariyoshi demostró su calidad y se la dejó de de tacón, para que ésta pusiera un buen balón al área que remató fuera la capitana Miyama, al querer hacerlo más bonito que fácil.

Las 'matildas' empezaron a quitarse el miedo de encima con una acción de la joven Samantha Kerr que estuvo a punto de sorprender a la arquera Ayumi Kaihori. Los cambios introducidos desde el banquillo corrieron diferente suerte para los conjuntos. Mientras Australia se quedaba sin su pieza clave, De Vanna y sin ella se desvanecía su poca capacidad de crear peligro, Japón correría diferente suerte con la entrada en el 72' de Mana Iwabuchi sustiyendo a Ohno. La joven jugadora del Bayern de Munich, con apenas veinte minutos por delante, se convertiría en la salvadora de su equipo.

Kawasumi con sus centros fue un auténtico quebradero de cabeza para las oceánicas, que no encontraban manera de frenarla. Otro de los muchos que logró poner con peligro, lo remató fuera Yüki Ögimi.

No se desesperaba Japón, que seguía desplegando su juego sabiendo que no tardaría en llegar el gol, pese a que apenas quedaba tiempo y amenazaba la prórroga. Y así sucedió gracias a una jugada a balón parado desde la izquierda. Córner lanzado por Miyana, balón cae a pies de Iwashimizu, su disparo a puerta lo tapona la portera Lydia Williams y una defensora. Pero el peligro no había pasado, ya que el balón quedó muerto y ahí estaba Iwabuchi para conseguir por fin el gol que supondría la victoria.

Las jugadoras japonesas abrazan a Iwabuchi, autora del gol (Getty Images)

Acabados los 90 minutos, la campeona oceánica, se despedía de Canadá habiendo hecho su mejor actuación en un Mundial y a un paso de haberse clasificado por primera vez para unas semifinales. Mientras Japón, la vigente campeona sigue adelante con el único fin de volver a alzar el título por segunda vez consecutiva. Pero para ello, le espera una semifinal apasionante ante Inglaterra en Vancouver el próximo miércoles.