En una temporada difícil para los vitorianos, llegaban a la última jornada dependiendo del resultado de otros equipos sumado a que consiguieran la victoria en tierras jienenses. Desde principios de año el equipo ha estado en los puestos de descenso, pero a base de lucha y de fe han conseguido salvarse en la agónica jornada 42 de competición. Gracias a los buenos resultados cosechados desde la llegada de Alberto al banquillo albiazul, habían pasado de estar muertos y de ser un firme candidato al descenso a mantener la categoría.

Muchos cambios esperaban al Alavés en esta temporada, con la llegada de bastantes jugadores con experiencia en Segunda División para lograr el objetivo. Pero todos sabían cual era la meta para este año y por ello aportarían todo lo que tenían como Ion Vélez y otros se dejarían la piel por el equipo como Manu García o Beobide, todo ello unido a la eficacia del máximo goleador de la Liga Adelante: Borja Viguera.

A seguir con la dinámica de Natxo

Tras el ascenso a la Liga Adelante y tras ser campeones de la Segunda División B superando al Tenerife en la final, la directiva del Deportivo Alavés apostó por seguir con el mismo bloque, a pesar de su inexperiencia en el fútbol profesional, y con el mismo entrenador del que sus ideas y su pasión por el fútbol habían calado tanto en jugadores como aficionados. Por ello, Natxo González mantuvo su estilo de juego y daba comienzo la temporada 2013/2014 con él al mando del equipo.

Pero no comenzaba muy bien en canto a resultados, ya que solo se habían conseguido tres puntos en las primeras cinco jornadas. Aun así era muy pronto pata justificar el rendimiento de los jugadores y entrenador, y ya fue en Mendizorroza donde en la sexta jornada se deshicieron con facilidad del líder por el momento que era el Sporting de Gijón. Parecía que al equipo le empezaba a sonreír la suerte y a pesar de la derrota en Alcorcón encadenaron dos victorias posteriores seguidas contra el Hércules y el Mirandés.

La competición estaba muy apretada en general, por lo que una racha de victorias podía sacar a los vitorianos de esos puestos de descenso malditos. Esta buena racha de resultados aumentó el ánimo a la plantilla que contaba con un Borja Viguera en estado de gracia disputándose el pichichi con el jugador del Sporting, Stefan Scepovic. Pero todo parecía ser un espejismo ya que la suerte no iba a acompañar al Alavés en las siguientes jornadas.

En las siguientes seis jornadas posteriores al partido disputado en Anduva, el Alavés recibió tres derrotas y consiguió empatar en los otros tres partidos, por lo que se encontraba otra vez en una situación crítica. Era además uno de los equipos que más goles estaba recibiendo por partido, y la afición señalaba a la defensa y a la portería como culpables de ello. Aun así la directiva del club vitoriano siguió confiando en Natxo González para que volvieran a llegar los buenos resultados.

A pesar de esta confianza, los altos cargos del club no querían esperar a que se agravase esta situación y querían cambiar el rumbo del equipo para que se mantuviera en la Liga Adelante. Por ello tras el empate contra la Ponferradina en Mendizorroza, decidieron cesar al entrenador vitoriano y pocos días después anunciaron la contratación de Mandiá.

La situación no cambiaba

Ya habían pasado 16 jornadas pero el equipo seguía sin carburar y sin salir de los puestos de descenso. Juan Carlos Mandiá fue el elegido al tener mucha experiencia con equipos de Segunda División a lo largo de su carrera como entrenador. En su primer partido no lo tenía fácil ya que se enfrentaba contra uno de los mejores equipos de la liga como era el Deportivo de la Coruña, que finalmente ha logrado el ascenso a la Liga BBVA. El Alavés no dio mala imagen aunque la afición estaba a disgusto con la elección del nuevo entrenador.

A pesar de las victorias contra el Lugo, en el último segundo del partido, y contra el Numancia fuera de casa, seguían viéndose carencias en la línea defensiva y el equipo seguía perdiendo puntos a causa muchas veces de despistes como fue el caso del partido contra el Real Jaén en Mendizorroza. El problema era que se dejaba muchos puntos como local, ya que fuera de casa el equipo rendía bien y lograba victorias contra rivales difíciles como son las Palmas o el Sabadell. Pero la afición seguía a disgusto con la actuación del equipo y pedía cambios y reacciones para permanecer en la Liga Adelante.

Tras la exhibición de Viguera en tierras catalanas que daba la victoria a los vitorianos, comenzó un período de decadencia. El Alavés no levantaba cabeza y los ánimos estaba por los suelos ya que veían que no conseguían salir de los puestos de descenso y en varias ocasiones estuvieron en el farolillo rojo de la tabla. Además se unía al disgusto de la afición con el entrenador alicantino.

Este tramo de malos resultados comenzó con una dura derrota contra el Murcia por la mínima en casa y la acompañó la derrota en Gijón, quizás en uno de los peores partidos de la temporada que ha jugado el equipo. Aun así consiguieron hacerse con unos sufridos tres puntos en casa contra el Alcorcón aunque seguían sin dar buenas sensaciones a la hora de controlar el partido y a causa de la tensión en los jugadores se cometían los errores en defensa que se pagaban muy caros. Pero no les ayudó mucho esta victoria ya que los rivales directos conseguían también buenos resultados en sus respectivos partidos. Y tras esta victoria llegaban tres derrotas consecutivas que ponían muy difícil la situación.

La primera de estas fue contra el Hércules fuera de casa, por un resultado de 2 a 0, en un partido en el que los vitorianos no estuvieron acertados de cara a gol contra un equipo que también luchaba por salir de los puestos de descenso cuanto antes. La siguiente jornada se produjo el pinchazo contra el Mirandés en Mendizorroza, en el que también recibieron dos goles y se quedaron con el casillero a cero. Además en este partido, el Alavés perdía a uno de sus jugadores importantes como Guzmán Casaseca para cuatro partidos tras ser expulsado por agredir al jugador rival, Pablo Infante. Y la última fue tras adelantarse en el Mini Estadi de Barcelona, una posterior exhibición del joven azulgrana Denis Suárez hizo que remontara su equipo y metió al Alavés cada vez más abajo en la clasificación.

Ante los malos resultados, la directiva albiazul no se le pensó dos veces y también rescindió el contrato que unía a Mandiá y el Deportivo Alavés. Pero esta vez no se decidió por traer un entrenador que estuviera sin equipo, sino que apostaron por el que había sido segundo entrenador toda la temporada, Alberto López.

Buenos números para acabar la temporada

El ex portero de la Real Sociedad y del Real Valladolid, cogía por primera vez las riendas del equipo tras haberse formado con los dos entrenadores anteriores y de su etapa como jugador. Quedaban once partidos para acabar la temporada en los que el Alavés tenía que lograr el mayor número de puntos para salvar la categoría.

No comenzaba con muy buen pie el entrenador guipuzcoano ya que el Alavés fue derrotado en las islas canarias contra el Tenerife y empató contra el Real Zaragoza en La Romareda. Pero a partir de ahí, comenzaron a llegar los buenos resultados para la entidad vitoriana. Tras el empate encasa contra el Real Madrid Castilla llegaron dos victorias consecutivas contra el Recreativo y el Mallorca, que hacían soñar al equipo y por ello se veía que la mentalidad de los jugadores había cambiado por completo. Sabían de la importancia de amarrar el máximo de puntos posibles en cada partido y por ello se dejaban todo en el campo. La afición comenzaba a creer en el equipo y en la permanencia, como resultado todos los aficionados gritaban al unísono la frase de "El Glorioso nunca se rinde" durante los partidos que disputaban los albiazules como locales.

A pesar de los tropiezos en las últimas jornadas contra el Eibar o la Ponferradina, el 'Glorioso' ha sacado puntos importantes como el empate contra el Deportivo en casa o la victoria contra el numancia que le hizo llegar con opciones de permanencia en la última jornada. El partido en Jaén fue uno de los partidos que quedarán grabados en la historia del club y en la memoria de los aficionados del Alavés. Fueron diez minutos espectaculares en los que pasó de todo tras el gol a mediados de la segunda parte del equipo local. Lo que revolucionó el partido fue la entrada del jugador albiazul Juanma al terreno, ya que participa en los tres goles que marcan los alavesistas. Un final de temporada feliz para la plantilla y afición después de todo el sufrimiento de la temporada con mejores y peores momentos.

Se avecinan cambios en la plantilla

Tras concluir la temporada siempre empiezan a surgir los rumores. En el caso del Deportivo Alavés no iba a ser menos y el rumor entre los aficionados era la continuidad o el despido del director deportivo. Finalmente tras el partido de Jaén, el máximo mandatario del club Josean Querejeta, anunció la continuidad del cuestionada Javier Zubillaga, para que empezará a organizar el proyecto de la temporada que viene.

También esta semana se ha anunciado oficialmente la marcha de Borja Viguera al Athletic Club de Bilbao, después de que la entidad vizcaína pagará la claúsula del riojano al tener contrato con el Deportivo Alavés. Esto hace que la directiva albiazul se ponga a buscar un buen sustituto en la delantera, a ser posible con el mismo olfato goleador que el ex delantero albiazul. A su vez algunos jugadores regresan a sus respectivos clubes tras las cesiones en Vitoria, como Samuel o Raúl García, y por supuesto hay otros jugadores que han suscitado el interés de equipos de la Liga BBVA y de la Liga Adelante.

Alberto López, el mejor de los tres entrenadores

A pesar del poco tiempo que ha podido estar esta temporada como primer entrenador del Deportivo Alavés, Alberto ha destacado no sólo por conseguir la permanencia sino por conseguir el mayor número de puntos en menos jornadas con el primer equipo. El entrenador guipuzcoano ha conseguido mentalizar a los jugadores de lo que se estaban jugando y también de la importancia de salvarse no sólo por el club sino por la fiel afición vitoriana.

El balance total para Alberto ha sido que ha logrado 18 puntos en 11 partidos con el Alavés, que se dividen en cinco victorias, tres empates y tres derrotas. En menos partidos que los dos entrenadores anteriores, Natxo González y Juan Carlos Mandiá, ha conseguido una victoria más que el primero y las mismas que el segundo. Todavía no se sabe si el club le renovará y confiará en él para la próxima temporada, pero lo que se lleva seguro es que ha dejado una buena imagen en la afición alavesista.

Una afición de 10

Destacar un papel importante la afición del Deportivo Alavés a la hora de conseguir la permanencia. Una afición que nunca ha dejado de lado a su equipo y que ha animado sin parar desde los primeros partidos de la temporada. El apoyo en Mendizorroza se hacía notar gracias al fondo en el que estaba Iraultza, peña oficial del Deportivo Alavés, pero es que en los partidos lejos de Vitoria siempre había presencia de aficionados del 'Glorioso'.

Una afición que ha acudido a las llamadas de los jugadores y del club en los momentos más difíciles, llenando el campo contra el Numancia. También se han recorrido miles de kilómetros para ver a su equipo y destaca la presencia de 600 aficionados del Alavés desplazados hasta Jaén para la última jornada. También ha habido gestos en formas de pancartas de ánimo en diferentes puntos de la ciudad para inculcar a la población vitoriana a animar al equipo.

Los aficionados albiazules que se desplazaron hasta Jaén (El Correo)