Volvió a caer el Deportivo Alavés, esta vez en El Toralín ante la Ponferradina. Mismo resultado, distinto guión. Esta vez si los babazorros consiguieron traducir en gol la buena entrada en el partido. Sin embargo, cuando parecían tener controlado el partido, dos internadas por la zona de Galán de Pablo Infante acabarían una en gol y otra en discutido penalti, tirando por tierra las esperanzas albiazules.

La expulsión posterior de Ernesto Galán acabó por limar las posibilidades de volverse con algo positivo. El árbitro puso también lo suyo para limitar el escaso tiempo que quedaba para intentar la remontada.

De nuevo, un buen comienzo de partido

Sorprendieron de inicio los de Alberto López embotellando a los locales con varias oportunidades que si bien no fueron claras, sí que llevaron peligro a las inmediaciones de la portería de Dinu Moldovan. Y por fin llegó el gol a balón parado. No de la forma tradicional, córner o falta lateral, no. Para ello hay que poner centros más o menos con peligro y esa faceta el Álavés todavía no la tiene superada. Tuvo que ser un saque de banda, bien sacado, al área pequeña y tras el rechace Toti, correctamente posicionado en la frontal consiguió conectar una buena volea que alcanzó sin oposición la red.

La ventaja en el marcador se vió consolidada por una presión a lo largo de todo el campo que no dejaba tiempo ni espacio a los castellanos para pensar ni trenzar jugadas. Los visitantes además, sentían cercanos los ánimos y cánticos de los más de 250 aficionados albiazules que acompañaron al equipo y que se dejaron sentir durante todo el partido.

Una segunda mitad con altibajos y dos goles locales

No fue buena sin embargo la vuelta tras el descanso. La Ponferradina, sabedora de que el ritmo y méritos de la primera parte no eran suficientes para sacar algo positivo del partido, comenzó a merodear el área de Manu Fernández. Sin un gran juego combinativo. Esto con un centro del campo contrario compuesto por Toribio y Beobide es bastante utópico de conseguir. Fue a base de presión, de recoger los rechaces, de no dejar parar el partido como los locales parecieron meterse en el partido.

La salida de Tejera por Juli en el minuto 59 cambió de nuevo el escenario. Más oxigeno en la presión, que permitió a los alaveses recobrar cierto control del juego y volver a amenazar la portería contraria con esporádicas llegadas por banda saldadas con inocentes centros al área. Pero cuando parecía estar más controlado el partido apareció Infante. Un balón cazado dentro del área, bicicleta entre tres albiazules, Galán que va al suelo con poca contundencia, rebote y balón que le queda de nuevo al ex-mirandilla para regalar el gol a Yuri.

No se había repuesto el Alavés del gol recibido cuando se produce una nueva jugada muy parecida en la misma zona de Galán. Me adelanto y me agarras, te adelantas y te agarro y el árbitro que ve penalti en la exagerada caída del atacante. Yuri no perdona.

Expulsión de Galán y sorprendentes 2 minutos de añadido

No supo el Alavés mantener el gol de Toti y no supo después amenazar la portería visitante en busca del empate final. O más bien quiso pero no pudo. Alberto había dado entrada a Despotovic y Sangalli, ya con el 2-1, buscando más llegada, pero se trababa el partido en el centro del campo. Un leve agarrón de Galán acaba de nuevo con otro atacante en el suelo más tarde tras perder la pelota y el colegiado con una nueva tarjeta, la segunda y con Galán en vestuarios. Mal partido del madrileño.

Y no fue bueno tampoco el partido de González Fuertes. Se puede equivocar un colegiado en la apreciación de una falta, un penalti, una expulsión. Pero descontar solo dos minutos en una segunda parte con seis cambios, dos goles, un penalti, un expulsado y otras seis tarjetas amarillas es al menos, sospechoso. Y fueron además dos minutos pelados, que justo se cumplían con Sangalli encarando a su defensor en el lateral del área cuando el trencilla decretó el final del partido, dejando a los visitantes sin su última intentona.

Queda la Ponferradina en puestos de promoción, con 26 puntos y preparando su visita a la Llagostera la próxima jornada. En peor situación se encuentra el Alavés, todavía fuera de los puestos de descenso pero con una dinámica bien diferente. Tres partidos seguidos perdidos y dos goles encajados en cada uno de ellos. La solidez defensiva ha desaparecido y por el contrario han aparecido las primeras voces críticas con la labor en el banquillo de Alberto López. Será el Albacete el que ponga a prueba la autoestima albiazul el próximo  domingo 14 en  Mendizorrotza a las 18:15 con una vez más los aficionados babazorros y las cámaras de La Sexta de testigos.

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