Todo hijo de vecino sufre las consecuencias de la vuelta al trabajo, cuando le toca activar la alarma que le devuelve a la rutina laboral. El síndrome nostálgico se agrava cuando el espejo le recuerda lo bien que le sienta a uno la playa.  Suponemos que este hecho no es ajeno a los futbolistas de primer nivel.

Un antídoto para esta afección es realizar las tareas que le resulten más agradables de su desempeño con el objetivo de hacer más placentera su reincorporación. El Cholo, licenciado en psicología en la universidad de la cancha, puso a sus chicos a rematar a portería en la tarde de hoy.

 En la sesión matinal prevaleció el aspecto físico de recuperación, con una hora extra de gimnasio. En la sesión vespertina, sin embargo, la portería fue la protagonista. Los porteros tuvieron que probar sus reflejos ante los disparos de sus compañeros. Tras los estiramientos, un ejercicio de sprint y los rondos pertinentes, la sesión se centró en rematar a gol.

Primero con centros desde la banda y luego en un partidillo de fútbol 8, cuyo objetivo era buscar el uno contra uno. No pudieron estar en esta sesión los habituales en la delantera rojiblanca.  Falcao trabajó al margen del grupo con Óscar Pitillas, preparando su puesta a punto y Adrián está en Londres buscando un sueño de oro. Tampoco se ejercitaron Miranda y David Gil, por precaución.

Mañana continúa el trabajo, con una sesión de entrenamiento matinal y spa por la tarde. La vuelta al trabajo, con portería y spa, siempre sabe mejor. 

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