Diego Pablo Simeone advertía en la previa del partido que qué mejor preparación de cara a la final de Copa del Rey, que se disputará el próximo viernes contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, que jugar contra el Fútbol Club Barcelona en tu casa. El argentino valoró que su rival, el mejor equipo del mundo según sus palabras, era la perfecta piedra de toque para conocer las posibilidades del conjunto rojiblanco de cara a la cita del día 17. Lejos de ser una prueba para averiguar el nivel real, la llegada del Fútbol Club Barcelona como nuevo campeón de la Liga restó interés e intensidad al encuentro.

El empate del Real Madrid en Cornellá el pasado sábado materializó de forma matemática que los aficionados culés salieran a las calles a celebrar el 22º título liguero. Como consecuencia, el Atlético de Madrid obró acorde a la cita y homenajeó al equipo dirigido por Tito Vilanova con un pasillo previo al pitido inicial, con un colorido mosaico al fondo que celebraba el trigésimo aniversario del Frente Atlético. Las celebraciones restaron impacto a la trama del partido. Bajo un guion previsible, el del Barça como amo y señor de la pelota, el Calderón asistió a la dejadez de dos equipos con los deberes ya hechos.

Si bien es cierto que la posesión estaba en los pies de los jugadores del equipo culé, las ocasiones estuvieron de lado de los jugadores dirigidos por Diego Pablo Simeone. La primera llegó a través de Falcao, que chutó flojo a manos de Pinto en una jugada similar a la del gol en el partido de ida en el Camp Nou. El colombiano,  sin una marca fija, se encontró muy cómodo en los primeros minutos. Sin Xavi Hernández en el esquema, el Barça echó de menos la referencia en el último pase previo al gol. No encontró esa figura en un desdibujado Cesc Fábregas, muy desacertado en las decisiones. De esta debilidad se aprovechó el Atlético de Madrid con Tiago y Gabi en las labores de mando.

Falcao afiló sus garras con vistas a la final de Copa del Rey

Se urdió un partido físico y rocoso, con pocos detalles; aunque sí los suficientes como para deleitarse con un fantasioso pase de Iniesta de tacón hacia Pinto, que arrancó los aplausos del respetable del Vicente Calderón. Messi, pesadilla rojiblanca, se veía obligado a bajar muy abajo en busca del balón y el Barça perdía el factor de sorpresa. En esa zona, se encontraba con Tiago, que segaba por raso con las ayudas de Koke en defensa. En una de las tantas veces que Messi recorrió metros hacia atrás, logró robar un balón y puso un pase al hueco para Alexis Sánchez, que perdió su oportunidad tras una magnífico cruce de Godín para despejar el peligro,

Ante la clara falta de ideas en el equipo rojiblanco, el momento de Arda Turan y la actividad de Adrián se plantaban como las mejores soluciones a las que se acogía Simeone. El asturiano firmó un partido que confirma que su excelente versión llega en el mejor momento, en el más necesario. Tuvo una oportunidad de marcar un gol de aquellos antológicos que solía firmar la pasada temporada, pero un revolucionado Adriano en su faceta como defensa central se bastó para despejar el peligro.

El rugido del ‘Tigre’

Con los gritos de la grada del Calderón alentando a sus jugadores para hacerles ver la relevancia que tiene la final de la Copa del Rey comenzó la segunda mitad. El Barça adelantó metros y encerró al Atlético de Madrid en su campo. La estrategia de Tito Vilanova, acertada en un principio, tuvo como desenlace el final del cazador cazado. Una presión compuesta por dos jugadores derivaba en un contragolpe teledirigido por Koke y que terminó con un pase al hueco de Gabi tras luchar desde el suelo un balón que llegó a pies de Falcao para batir por bajo a Pinto tras un error de Marc Bartra.

La dependencia en Arda Turan benefició la remontada del Barça 

Con el gol a favor, Diego Pablo Simeone relajó tensiones. Conseguido el objetivo, el argentino pensó en la final de Copa del Rey. Retiró del campo a Arda Turan y Falcao, para introducir a Cebolla Rodríguez y Diego Costa respectivamente. Las malas noticias se acumulaban para Tito Vilanova. Con los cambios agotados, el Barça se quedaba con diez tras retirarse Messi del terreno de juego por unas molestias físicas.

El campeón de la Liga, testarudo en vender su cabeza a un precio tan barato, contestó a las adversidades a los pocos minutos con un gol de Alexis Sánchez. Tras asociarse con Cesc Fábregas en el área, el exjugador del Arsenal devolvía hacia el chileno que remataba a duras penas para introducir llorando el balón en la portería de Courtois.

Los culés remontaron con uno menos tras la salida de Messi por lesión

No fue la última respuesta del campeón. La conocida mujer barbuda, que parecía estar extinguida en la ribera del Manzanares, hizo un último acto de servicio. Un contragolpe efectuado por el Barça era rematada por David Villa y  su definición impacta sobre Gabi, que atina a meterse en propia puerta el cabezazo. Sin ofrecer una buena versión ni merecerlo en exceso, un Barça con un jugador menos se bastó para remontar un partido que comenzó de cara para el conjunto rojiblanco.