Comienza el juego. El más ilusionante, probablemente, de los últimos años para el Atlético de Madrid. El regreso a la Champions League tras ganar dos Europa Leagues, dos Supercopas de Europa y una Copa del Rey en los últimos tres años de competición. Ni la venta de Radamel Falcao ni la irrisoria actuación del conjunto rojiblanco en el mercado de fichajes puede competir en ilusión con la melodía de la Champions League retumbando por cada rincón del Vicente Calderón.

Diego Pablo Simeone lidera el proyecto de regreso con el aval que se ha ganado en la última temporada y media. Será su segunda inmersión rojiblanca en la competición europea más prestigiosa a nivel de clubes, después de hacerlo como jugador en 1996 disputando 7 partidos y marcando 4 goles. No obstante, el objetivo de Simeone no se focaliza en la Champions League, una cuestión de ingresos (millón de euros por partido ganado) y prestigio (estar entre los 32 mejores de Europa), sino más bien en la Liga, en su Liga, en la de quedar tercero a final de temporada y en competir a pecho descubierto con los dos grandes, Real Madrid y FC Barcelona, durante las máximas jornadas posibles, como ya hiciera el curso pasado. 

Simeone recordó en rueda de prensa que la temporada pasada hicieron “números de equipo campeón”. Lejos de quedarse en lo ya conseguido, el argentino abre capítulo nuevo para este nuevo curso que arranca. No basta con lo ganado. “Evidentemente partimos de cero, partido a partido, viendo la realidad. Vamos a seguir en la misma línea, siguiendo la regularidad que nos ha caracterizado siempre, lo más importante ahora mismo es el Sevilla FC, pensar en el presente”, anunció durante la intervención del pasado miércoles.

Competir de tú a tú se antoja imposible por el contraste de ingresos en los derechos televisivos, lo que marca la diferencia en el mercado de fichajes a la hora de comprar un jamón 5J o una pata de supermercado a precio rebajado. Un año más, el Atleti ha comprado en el mercado del barrio, sin desmerecer las contrataciones de Baptistao y Villa, a espera de que su inversión sea equivalente a lo que se expone en el mostrador de una boutique de alimentación. No es una traba para el técnico argentino, cuya habilidad reside en transformar la cantidad en calidad.  Lo hizo el año pasado con una inversión de un millón de euros en cuatro jugadores que no fueron titulares, consiguiendo un equipo campeón de la Copa del Rey, de la Supercopa de Europa y que peleó por la 2ª posición.

Simeone ha sabido transmitir este mensaje a su plantilla. Después de que la directiva rojiblanca desoyera las sugerencias de Diego Ribas y Miguel Ángel Moyá como peticiones de fichajes, el argentino centra sus esfuerzos en mentalizar a sus jugadores que el objetivo es volver a dar que hablar en Europa. Lo reconocía y lo asumía como propio el capitán Gabi en una intervención en Radio MARCA: “En el Atleti suplimos el dinero con trabajo, sacrificio y unión del equipo, como hicimos el año pasado".

El pez globo destaca por su torpeza, lentitud y poca inteligencia. Una presa fácil si no fuera por la tetrodotoxina y su capacidad de hincharse 4-5 veces de lo normal. En esas circunstancias, compite con el resto de depredadores

El Atlético de Madrid encarna la leyenda del pez globo. Un animal cuya famosa habilidad para inflarse cuando considera que está en peligro lo hace invulnerable frente a los depredadores. El pez globo no es grande, es más bien pequeño. No es listo, pasa más bien por ser una especie más en la infinidad del océano. No es rápido, más bien es torpe. Sin embargo, se gana el respeto de las especies más peligrosas porque se hincha 4-5 veces más de su tamaño normal para parecer peligroso y porque contienen tetrodotoxina (hasta 1.200 veces más venenosa que el cianuro), una sustancia capaz de alterar el funcionamiento del sistema nervioso y matar a 30 seres humanos adultos.

Los colchoneros han de actuar como peces globos en el mar en el que mandan Real Madrid y FC Barcelona. Los equipos de Tata Martino y Carlo Ancelotti se disputarán a lo largo de 38 jornadas el título liguero. No existe oposición. Ni el reglamento actual ni las concesiones permiten oposición ni una lista de tres candidatos. Campanazos como el del Deportivo de la Coruña en el 2000, el del Valencia (en 2002 y 2004) o el del propio Atlético de Madrid en 1996 (la temporada anterior quedó 14º), son ya una utopía en el fútbol moderno. En su debe, el Atlético de Madrid competirá en la 2013/14 por repetir los mismos éxitos que la temporada, en ser el campeón de la liga de los humanos y en amenazar a merengues y blaugranas con que la revelación al modelo está próxima.

El modelo ‘Moneyball’ (sistema para encontrar jugadores infravalorados que pueden aportar mucho deportivamente a precios bajos) que se ha implantado en la ribera del Manzanares hace que se fichen jugadores válidos en lugar de futbolistas espectaculares, que sean capaces de marcar las diferencias. Uno cada 2-3 años, si se tiene suerte. Hasta el momento, Diego Pablo Simeone ha conseguido que esta particular filosofía de compra y venta de sus frutos, con mucho esfuerzo y dedicación en el terreno de juego por parte del argentino. Pero la una sorpresa que es constante, deja de sorprender.  Y habrá un momento en el que las cosas en el proyecto a largo plazo de Simeone caigan por su propio peso. Es en ese momento en el que cabe preguntarse: ¿quién se mete con el pez globo cuando se siente en peligro? Nadie.