Desde que Diego Pablo Simeone cogiera las riendas del Atlético de Madrid poco a poco ha ido superando retos. Primero cogió un equipo hundido y lo convirtió en un conjunto campeón. Después, ganó una Europa League y una Supercopa de Europa cuando todos daban como favoritos a sus rivales. También consiguió clasificar al equipo para la próxima Copa de Europa, tras varios años de travesía en el desierto en la Europa League. Además de conseguir el reto que parecía toda una utopía, ganar la décima Copa del Rey colchonera frente al Real Madrid en el Santiago Bernabeu. Sin embargo cuando le toca enfrentase frente al Barcelona la suerte le da la espalda. Hasta en tres ocasiones ha dirigido el Cholo al Atleti frente a los blaugranas y en todos se repitió el mismo resultado, la derrota.

En el Vicente Calderón Simeone ha estado muy cerca de romper esta estadística, al perder en ambas ocasiones por uno a dos, llegando el gol blaugrana en los últimos minutos del encuentro. La primera vez que se enfrento al Barcelona fue un 26 de febrero de 2012. El argentino acababa de aterrizar en el Atleti y apenas había dirigido seis partidos a los rojiblancos. Sin embargo ya se empezaba a notar su mano puesto que el equipo no conocía, bajo sus órdenes, lo que era perder y empezaba a tener un estilo de juego claro. La afición volvía a ilusionarse con el equipo pero el conjunto dirigido por Pep Guardiola, en aquella temporada, le recordó el sabor de la derrota. Los blaugranas se adelantaron en el marcador al filo de la primera parte, pero nada más iniciarse la segunda empató la contienda Radamel Falcao. Cuando todo parecía encaminado al empate, a falta de diez minutos, Messi rescató al Barçelona con un polémico gol de falta ante el que nada pudo hacer Thibaut Courtois. El Atleti lo intentó hasta el final pero la suerte le fue esquiva, ya que en el último minuto una parada milagrosa evitó que el partido terminara en empate. Esta derrota supuso la primera derrota de Simeone como técnico rojiblanco.

Ya la temporada pasada la historia volvió a repetirse. En el partido de la primera vuelta, en el Camp Nou, el Atleti cayó por un resultado de cuatro a uno. Los rojiblancos consiguieron adelantarse en el marcador y llegar a soñar con la Liga, puesto que antes de empezar el encuentro estaban a sólo seis puntos del Barcelona, que comandaba la clasificación. Los pupilos del Cholo realizaron unos grandes primeros treinta minutos en los que fueron superiores al Barcelona. Sin embargo, pasado ese tiempo el equipo se desinfló y nada pudo hacer ante un conjunto que le arroyó. La mala suerte volvería acompañar a los rojiblancos, ya que uno de los jugadores más en forma del equipo se lesionaría antes del descanso, Filipe Luis. Aquel encuentro también supuso que fuera el primer partido en el que el Tigre perforaba la meta rival y no se conseguía ningún punto; ya que hasta la fecha que marcara el colombiano era sinónimo de que el Atleti no perdía.

En la segunda vuelta, en el Calderón, se volvió a repetir el resultado de la temporada pasada en casa: uno a dos. Casualmente no fue lo único igual ya que, como ya sucediera en casa la campaña pasada, el gol blaugrana llegaría en los últimos diez minutos del encuentro. Un cúmulo de mala suerte provocó que Gabi acabara anotando un gol en propia puerta. Aunque no sirva de excusa, el Atleti ya no se jugaba nada y tenía en mente la final de Copa del Rey la cual jugaba la siguiente semana.

Simeone ya sabe qué es jugar una Supercopa frente al Barcelona

Al técnico rojiblanco las palabras Supercopa de España y Barcelona le son familiares. Cuando era jugador del Atleti, en la temporada 96/97, le tocó vivir una final igual. Aquel era el equipo del famoso doblete pero nada pudo hacer frente a los blaugranas. En el partido de ida, en Montjuic , el Atleti cayó derrota por cinco a dos. Simeone no guardará un buen recuerdo de aquel partido, ya que además de no ganar, tuvo que ser sustituido en el descanso ya que tenía una amarilla y se podía intuir que si continuaba jugando, lo más probable, es que acabara expulsado.

Ya en el partido de vuelta, con un Cholo más calmado, los rojiblancos casi logran la proeza de remontar la eliminatoria al ganar por tres a uno. Al final el Barcelona acabó alzando el torneo ya que ganó, en el computo global de la eliminatoria, seis a cinco.

Nunca le dan como favorito en las finales

Pero si hay un partido en el que se puede romper esta racha es en la final de la Supercopa. Simeone ha demostrado que es un experto en ganar finales cuando nadie les daba como favoritos. En la primera de ellas, algo más comedido en comparación con las otras dos, fue valiente al asegurar que “pensar y si salgo campeón, y si, y si… no sirve. No cuenta para lo importante, que es jugar”. A lo que añadió que en este tipo de partidos descansar menos que el rival “no puede ser excusa después. No hay cansancio, sólo ilusión y un montón de gente en Madrid esperándonos”. Finalmente, a pesar de ser favorito el Athletic e incluso de que jugadores como Fernado Llorente aseguraban que tenían más opciones de ganar esa final que la que tenían frente al Barcelona en la Copa del Rey; se impuso el Atleti por tres a cero.

En la final de la Supercopa de Europa incidió en ese concepto y quiso dejar claro que “no hay que pensar en el ganar, sino en cómo ganar. Y en ese lugar estamos hoy. En lo único que nos podemos centrar es en el juego”. Ya que para él “las finales no se eligen, se juegan y se ganan”, por lo que el partido suponía “una responsabilidad y un compromiso por responder a una institución y a un grupo”. Se volvería a repetir la historia y los rojiblancos ganarían por cuatro a uno al Campeón de Europa, el poderoso Chelsea. Ya en la última final de Copa del Rey, en la que el Atleti parecía un invitado a la fiesta que iba a realizar el Real Madrid en el Santiago Bernabeu, el cholo ya advirtió que no iban de paseo puesto que “tampoco nos dieron como favoritos ante el Athletic ni el Chelsea y mira lo que paso después…” Como sucediera en las otras dos finales, el Atleti se volvió alzar con el título.