El Atlético de Madrid no pudo lograr el mejor inicio de temporada de la historia de la Primera División. El equipo estuvo algo falto de chispa en ataque y acusó la mala fortuna en un centro que introdujo en su propia portería Courtois. El Espanyol fue muy regular y fuerte durante todo el encuentro y apenas cedió ocasiones, aunque también los rojiblancos erraron de cara a portería.

Intensidad máxima

Ambos equipos comenzaron el duelo imprimiendo su habitual intensidad. Estaban encantados con una guerra completa sobre el césped. Hasta cuatro faltas se vieron en los primeros tres minutos. Riesgos, ninguno. La primera ocasión llegó de una buena jugada individual del exatlético Pizzi, que se desbordó de fuera hacia dentro para sacar un disparo con la zurda que se fue a menos de un metro de la escuadra derecha de la portería de Courtois.

Continuó la tónica y tardaron en llegar los movimientos. Los pivotes defensivos eran quienes más participaban y el centrocampismo era una realidad. Pocos balones largos se lanzaban. Ambos equipos querían conservar la posesión y no dar opción al rival. La igualdad era máxima y Koke hizo el primer remate del Atlético al cabecear un balón que llegó manso a las manos del guardameta.

Dos ocasiones en un primer tiempo cerrado

Koke la estrelló en el palo y Diego Costa erró un contraataque; pudieron cambiar el luminoso

El partido no se abrió y la agresividad fue a más. Diego Costa, con su característica electricidad, generó alguna ocasión en velocidad, pero todas ellas bien frenadas por una defensa bien ordenada y numerosa. Villa tuvo una buena ocasión en un saque de esquina que despejó el portero pero que terminó con el balón en el punto de penalti, aunque el asturiano estuvo desacertado y mandó muy arriba su volea.

A diez minutos del final del primer acto se animó el encuentro durante unos minutos. Primero fue David López quien cabeceó mal un centro y lo mandó directamente fuera. Poco después estuvo a punto de cambiar el marcador Koke, que estrelló en la madera un buen disparo. Justo antes del pitido del colegiado, Diego Costa también revolucionó. En un buen contraataque que iba contra dos rivales logró regatear a uno y se sacó un remate ante el otro defensor, pero se le fue demasiado flojo y desviado.

Regreso desafortunado para el Atlético

Courtois se marcó en propia y Simeone hizo un doble cambio totalmente ofensivo

Con más actividad empezó el segundo tiempo. Y fue casi todo favorable a los blanquiazules. A Courtois le llegaba el trabajo cuando el centro del campo defendió menos. El cancerbero belga tuvo que atrapar dos disparos desde el borde del área de manera consecutiva, atajando bien abajo. Pero no tuvo suerte en la carta tercera ocasión, cuando un centro de fuentes pasó por delante de Sergio García, que dejó pasar el balón para que tocara en Thibaut y entrara en su propia meta.

Pronto reaccionó Simeone, que empezó a charlar con Germán Burgos y decidieron introducir al campo a Arda Turan en el lugar de Raúl García, titular pese a regresar de la lesión. No vio un cambio rápido y sacó del césped a Gabi para meter más madera con Adrián. Con ello se vio más ganas en el Atlético de Madrid y presencia ofensiva. Empezaron a jugar más en campo contrario y a apretar, aunque los de Aguirre no tenían problema en que así fuera.

Buena reacción y gol anulado

Mario Suárez pudo haber hecho la igualada. A balón parado volvió a funcionar la maquinaria y el centrocampista remató a gol, pero el colegiado señaló fuera de juego. También Costa pudo marcar con un buen remate cruzado al pase al espacio de Villa y su balón se marchó por centímetros. Empezaron a llegar las opciones colchoneras con un equipo que tiraba para arriba a través de las bandas y del ímpetu del de Lagarto.

La zaga rojiblanca se mostró acertada para cortar varios intentos de contragolpe, pero también lo hacía la perica, que estuvo siempre concentrada y coordinada. Cedían poco terreno y los pupilos del ‘Cholo’ no estaban acertados en la circulación, les faltaban buenos pases. Mario se fue del terreno de juego y se quedaron sin centrocampistas ante los pocos apuros provocados por el rival. Cristian Rodríguez era el elegido como revulsivo.

Sin actividad final

El Atlético no fue capaz de cambiar el encuentro en los últimos instantes. Acusaron la falta de chispa de todos los minutos anteriores y no fueron capaces de cambiar el luminoso. El Espanyol decidió dormir el encuentro y defender de manera férrea. Turan trató de aportar magia al final y ‘Cebolla’ Rodríguez probó con un disparo desde la frontal sin acierto. Courtois subió a un córner y se vio obligado a hacer falta para evitar el 2-0, aunque la derrota se consumó.