El Oporto de Paulo Fonseca se juega una buena parte de la temporada, y de la propia continuidad del técnico en el cargo, tras una mala racha de resultados en los últimos partidos. Y lo hace en un estadio que ha sido propicio en los últimos tiempos y con un Atlético de Madrid que no se juega nada en lo referente a la clasificación a octavos ni al primer puesto del grupo, aunque con Simeone de por medio y la necesidad de dinero para las arcas rojiblancas la victoria del conjunto luso será cara de conseguir.

Aún con las dificultad que entraña medirse a un equipo tan en forma como es el de Diego Simeone en estos momentos, el FC Porto cuenta con precedentes favorables en sus últimas visitas al Vicente Calderón. De hecho, los de Fonseca nunca han perdido en el Manzanares en sus dos visitas al recinto rojiblanco, pero sí lo hicieron en el primero de los tres enfrentamientos entre colchoneros y dragones en Madrid.

En el vetusto y desaparecido Metropolitano se vieron por primera vez las caras en Europa el Atlético de Madrid y el Oporto. Fue en la primera ronda de la Copa de Ferias de la temporada 1963/1964. Los rojiblancos vencían por 2-1 a los portugueses en la ida disputada en Madrid, y harían valer el resultado favorable obtenido en su campo para lograr pasar de ronda en la vuelta disputada en la ciudad portuguesa.

La Champions es otra historia

Cuando los portistas han visitado Madrid para disputar las Champions League 2008/2009 y 2009/2010, lo hicieron visitando por primera vez el Vicente Calderón, y dejaron su impronta en los duelos ante el Atlético, cambiando las tornas del primer precedente entre clubes. Los portugueses, encabezados por Hulk, Lisandro López, Lucho González y con otros hombres importantes alrededor, lograron un empate vital en los octavos de final de la Champions League que terminaría en Roma, con el Barcelona como campeón de aquella edición.

A pesar de que Maxi adelantaba a los rojiblancos, un bravísimo Hulk hacía estragos en la defensa rojiblanca en la ribera del Manzanares, y aprovechaba un fallo de Pablo Ibáñez para anotar el empate. Forlán, poco después, marcaba el segundo gol merced a un fallo de Helton al atrapar un disparo lejano del uruguayo que parecía no iba a causar mayores problemas a la meta portuguesa.

Tras el descanso, el Oporto se hizo el amo y señor del partido, y dominó a gusto el encuentro. Lisandro López encontraba el camino al gol del bando visitante, que igualaba el partido y la eliminatoria, y bien cerca estuvo el equipo de Jesualdo Ferreira de haber vencido en Madrid de no ser por la gran actuación de Leo Franco aquella noche. En Do Dragao, el Oporto hizo valer el valor de los goles fuera de casa y accedería a los cuartos de final de aquella edición de la Champions League.

Meses después, el sorteo de la fase de grupos de la Champions League 2009/2010 emparejaba en el mismo grupo a madrileños y portistas junto a Chelsea y Apoel Nicosia. En territorio portugués, vencieron los blanquiazules por 2-0. En Madrid, en una última jornada, como este caso, el equipo portista dio una exhibición en el Manzanares. Bruno Alves adelantaba al equipo de Ferreira en el minuto 2, y avisaba de lo que vendría después.

Un Hulk en gran estado y un enorme Radamel Falcao, que comenzaba a despuntar en Europa en sus primeros meses, hicieron mucho daño a la línea defensiva rojiblanca. El colombiano marcaba antes de que se cumpliera el cuarto de hora de partido, y el brasileño cerraba la goleada ya bien entrado el segundo tiempo, en el minuto 76. El Oporto necesita una noche así y esperar buenas noticias desde Viena para lograr el pase a octavos de final de la máxima competición continental, o se verá abocado a la Europa League en un estadio que le ha traido buenos recuerdos en los últimos tiempos.