Algo más que un partido. Mucho más que tres puntos. Dentro de la simplicidad que puede ser una jornada más de las 38 que tiene el campeonato español, el Atlético de Madrid – FC Barcelona que se disputará en el Vicente Calderón en la última fecha de la primera vuelta es el encuentro en mayúsculas para los de Diego Pablo Simeone. Un triunfo lo colocaría como líder en solitario de la tabla de clasificación, algo que no sucede – sin contar las primeras jornadas y teniendo en cuenta el desarrollo de la Liga – desde el año que ganó la Liga (1995/96). Más que tres puntos, supone una inyección de moral y de fuerza para lo que resta de temporada a una plantilla que se parte la cara por igual en las tres competiciones que disputa.

El Atlético encadena seis partidos consecutivos sin ganar al Barça en la Liga. De la última victoria solo queda Tiago en la actual plantilla

Las estadísticas no son favorables para el Atlético de Madrid. El FC Barcelona se ha convertido, recientemente, en un equipo farragoso, al que cuesta meterle mano. Los rojiblancos encadenan tres partidos de Liga consecutivos perdiendo en el Vicente Calderón, con idéntico resultado (1-2). Las diferencias entre ambos equipos, mucho más equitativas hace dos décadas, son insalvable. Al poderío económico de los azulgranas hay que sumarle una plantilla corta, pero con una calidad inigualable a ningún vestuario del campeonato español. Estos factores han propiciado que el conjunto de la ribera del Manzanares sume seis partidos consecutivos de Liga sin ganar al FC Barcelona.

Para recordar el último triunfo del Atlético de Madrid en Liga contra el conjunto blaugrana cabe remontarse hasta febrero de 2010 cuando, de la mano de Quique Sánchez Flores, los goles de Forlán y Simao en 22 minutos de partido fueron suficientes para doblegar a un Barcelona que acabaría el campeonato español con 99 puntos. Aquella derrota en el Vicente Calderón fue la única que el equipo de Pep Guardiola sumara en 38 jornadas ligueras, con un balance de 98 goles a favor y 24 tantos en contra.

El único superviviente

Tiago Medes es el único jugador de la actual plantilla colchonera que dispuso de minutos en aquel partido. La política de fichajes del Atlético de Madrid, basada en desprenderse de sus principales valedores a pesar de las negativas constantes de Enrique Cerezo o Gil Marían en afirmar este hecho, han derivado que los cambios en plantilla sean constantes y multitudinarios a lo largo de cada temporada. Por esa razón, el veterano portugués, presumiblemente titular para el encuentro en el Calderón y en una segunda juventud visto su rendimiento en el actual curso, es el único que tiene la fórmula de cómo ganar al FC Barcelona en Liga.

Tiago tuvo un papel esencial en la última victoria. El Barça perdió 83 balones y fue clave para anular a Iniesta en el centro del campo. El Atlético recuperó hasta 61 balones.

Porque el papel de Tiago en esa victoria – la única del Barça en la temporada – fue esencial. La circulación de balón del equipo de Pep Guardiola no fue la esperada ni la que se vio durante toda la temporada. Hasta 83 balones perdieron los azulgranas (uno de ellos sirvió para que Forlán marcara a los siete minutos), una clara demostración del poco control que hubo. “Lo hemos dado todo, pero no hemos estado finos. En la pérdidas de balón no estábamos del todo bien puestos”, desgranó Guardiola en rueda de prensa.

La cantidad de errores que tuvieron los blaugranas responde al cambio de sistema que Guardiola tuvo que hacer tras la lesión de Seydou Keita, obligando a retrasar la posición de Andrés Iniesta. Ese cambio favoreció al Atlético de Madrid. Con Tiago y Assunçao en el centro del campo, los de Quique Sánchez Flores impusieron su físico a los ‘bajitos’. Iniesta se encontró siempre con la pegajosa marca de Tiago, por lo que la fluidez en el juego del Barça brilló por su ausencia. Fue un tapón para el mediocentro del Barcelona. El Atlético de Madrid terminó tras los noventa minutos con 61 balones recuperados y propiciando 83 pérdidas de su rival.