Posiblemente, con la cabeza en el próximo partido de Champions y con la presión de superar al Barcelona en la clasificación, salió a Balaídos el equipo dirigido por Diego Pablo Simeone, el cual no estuvo cómodo en la mayor parte del partido. El Celta de Vigo, dirigido por un fantástico Álex López, consiguió el dominio obteniendo la posesión del esférico. El Atlético, por su parte, intentaba tímidamente acercarse al área rival, donde la ausencia de Diego Costa era demoledora para el conjunto rojiblanco. En la segunda parte los visitantes saltaron con otra mentalidad al campo y Villa, que era el más desaparecido, marcó dos tantos que dejan muy vivo a su equipo en la clasificación. 

Dominio local en los primeros minutos del encuentro

El equipo dirigido por Luis Enrique estuvo muy cómodo en la primera mitad del encuentro. Álex López era el mejor de los locales y las internadas por banda derecha de Hugo Mallo crearon mucho peligro en el área visitante. Aún así, Courtois celebraba su centenario como rojiblanco bastante tranquilo, por lo menos en los primeros compases. El Celta contaba sus ocasiones por tiros lejanos donde Álex López, Oubiña, Hugo Mallo y Krohn-Dehli intentaron intimidar al portero belga, pero sin éxito. Nolito, en una contra tras un córner visitante, a punto estuvo de adelantarse al joven portero atlético, que consiguió despejar el balón al borde del límite del área. Sin lugar a dudas, la mejor ocasión fue para el delantero Charles, que gracias a una buena combinación dentro del área con el participativo Hugo Mallo puso en serios problemas a Courtois que realizó su parada fantástica de cada jornada. 

El Atlético, por su parte, no creaba serio peligro en la portería de Yoel. Diego Ribas, que no parece el mismo que deslumbró en su primera etapa, fue el primero en disparar tímidamente, luego, coincidiendo con el mejor momento atlético de la primera parte y que tan solo duró cinco minutos, Raúl García disparó desde muy lejos y a punto estuvo de sorprender al portero local. La mejor ocasión estuvo en las botas de Koke tras una buena contra iniciada por Raúl García, conducida por Villa y finalizada por el canterano que cerca estuvo de adelantar a los colchoneros. 

Polémica arbitral 

Charles dio un codazo a Mario Suárez y se llevó la amarilla

Mateu Lahoz, que ya había tenido dos acciones difíciles de explicar cuando amonestó a Gabi y a Mario Suárez sin aparente motivo, recibió protestas por parte del equipo local por una posible mano dentro del área de Toby Alderweireld. Situación parecida que se viviría en la segunda parte cuando se reclamaría lo mismo por una también posible mano de Juanfran tras un centro de Nolito. Las manos y los penaltis, los penaltis y las manos, el pan de cada día cuando se disputa la jornada liguera. En ambas jugadas los jugadores tocan el balón con la mano, pero con el brazo pegado al cuerpo y de momento, ningún futbolista es capaz de hacer desaparecer sus brazos cuando el balón choca contra él.

El descanso cambió la actitud del Atlético

Después del descanso, los de Simeone parecían un equipo totalmente distinto al de la primera mitad y eso que los colchoneros no hicieron nada del otro mundo en la reanudación del encuentro, pero como en los primeros cuarenta y cinco minutos no se pudo destacar nada de ellos, cuando salieron al campo tras el descanso y mostraron un poco más de actitud, pues hasta se agradeció. El Atlético llevaba el peso del encuentro y se acercó a la portería de Yoel con buenos remates de Raúl García que no pusieron en demasiados apuros a la zaga celtiña.

Raúl García fue el principal protagonista en los ataques atléticos 

Cuando transcurrían quince minutos de la segunda parte, ambos entrenadores decidieron mover fichas. Augusto Fernández entró por Orellana en el Celta y Simeone cambió a Koke, quizá pensando en el partido de Champions ante el Milán, y metió a Sosa. Bendita decisión y eso que parecía criticable. Por cierto, el equipo de Seedorf sí que reservó a sus jugadores en su jornada liguera y salieron derrotados en Udinese, lo que provoca que se alejen más aún de los puestos europeos. 

El “Principito” Sosa, que de momento estaba pasando desapercibido en su nuevo club, sorprendió a propios y extraños y fue de los más destacados de la segunda mitad. Aunque eso llega después. Gabi, que hoy cumplía 150 partidos con la camiseta rojiblanca, presionó como siempre hace y forzó el error de Jonny que cedió el balón atrás. Villa, que estaba porque tenía que estar y que hasta Hugo Mallo había tenido más ocasiones que él, estuvo listo y se anticipó a Fontás, encaró a Yoel y batió por bajo. Primer golpe y a seguir. 

David Villa sentencia el partido

Sin tiempo para celebrar el primer gol, Sosa, en una buena jugada por banda derecha, centró raso al punto de penalti donde Villa controló y disparó. Segundo gol del asturiano y el Atlético ponía tierra de por medio para afrontar el último tramo del partido con la tranquilidad que esperaba y necesitaba. 

El doblete de Villa provocó que el Atlético acabase el partido muy cómodo

Luis Enrique movió fichas y dio entrada a Madinda y a Santi Mina, dejando, nuevamente, sin oportunidad a Welliton. El Celta controlaba el encuentro, pero el Atlético estaba en su salsa y le bastó con estar seguro en defensa para no poner en peligro la renta goleadora. Simeone cambió a Diego y a Villa y entraron en el campo el “Cebolla” Rodríguez y Adrián buscando velocidad en las posibles contras. El partido moría con el control y el lento movimiento de balón del Celta que ni molestaba a los visitantes. Sosa estuvo muy participativo y, quizá, fue de los más destacados de un gris Atlético. Adrián aprovechó un robo de Gabi para lanzar una contra, esas que hace un par de temporadas daban placer y ahora te dejan a medias, y el delantero finalizó la jugada con un tacón a nadie. Otro partido en el que el asturiano sale al campo y los aficionados sueñan con su regreso. De momento, pueden seguir soñando.

El final del encuentro llegó sin apenas movimientos tras el doblete de David Villa. El Atlético de Madrid se pone líder a la espera de lo que haga mañana el Real Madrid y superando al Barcelona en la clasificación tras su pinchazo ante el Valladolid. Los rojiblancos olvidan su mala racha como visitante después de las dolorosas derrotas ante el Almería y el Osasuna. El Celta, por el contrario, pierde en Balaídos cuando llevaba sin hacerlo desde principios de noviembre cuando otro equipo madrileño, el Rayo Vallecano, ganó por la misma renta de goles (0-2).