Diego Pablo Simeone tiene una manía germinada por su carácter ganador. Cuando su equipo pierde, saca el colmillo ante el más mínimo error del periodista de turno y muerde con tanta fiereza como el boxeador que golpea siempre en la misma zona dolorida del púgil contrario. Pero también tiene otra manía, mucho más amable y encantadora. Cuando su Atlético de Madrid gana, se deshace en elogios sobre el esfuerzo incansable de sus guerreros, se muestra orgulloso por sus hombres y presume de equipo por encima de todo. "Quiero a estos jugadores; jamás traicionan nuestra idea", apuntó el argentino en rueda de prensa tras ganar al Barcelona.

El Atleti no ha perdido contra el Barcelona tras cinco enfrentamientos y ha sacado 4 de los 6 puntos que ha jugado en la Liga contra el Real Madrid

El Atlético de Madrid, con Simeone en el banquillo, no solo se ha acostumbrado a competir contra Real Madrid y FC Barcelona. Ha logrado recopilar todas sus carencias y adaptar su juego en función de las lagunas de su rival. De esta manera, el equipo rojiblanco no ha perdido aún esta temporada contra el Barcelona tras cinco enfrentamientos y ha sacado 4 de los 6 puntos que ha jugado en la Liga contra el Real Madrid. Solo en la Copa del Rey, en unas semifinales cuya ida en el Santiago Bernabéu decantaron la balanza a favor de los merengues, el Atlético recordó a cualquier equipo anterior a Simeone.

Simeone, encarnando a Sun Tzu en “El Arte de la Guerra”, tiró de épica y resumió la victoria de David sobre Goliath en los cuartos de final de la Champions League. “En las guerras a lo largo de la historia no ganaron los mejores, sino los que peleaban mejor y nosotros tratamos de hacer eso”, indicó ‘el Cholo’. No es para menos. El argentino ha dado una “masterclass” de cómo frenar al FC Barcelona, un equipo con menos fluidez respecto a ediciones pasadas pero con jugadores tan determinantes como Messi, Iniesta o Neymar, capaces de resolver una eliminatoria con una única jugada.

Es el mayor logro de Simeone, desenchufar a los jugadores más brillantes de sus rivales. A Messi lo enjauló en una maraña defensiva cada vez que pretendía profundizar por dentro; a Iniesta lo relegó a una zona del campo en la que el Barcelona no participaba. Y si lo hacía, no generaba peligro alguno; y a Neymar lo emparejó en un costado con Juanfran Torres, que recibió constantemente las ayudas de Gabi, Koke o Tiago para frenar su avance. Con esta genialidad táctica, el Atlético de Madrid accede a las semifinales de la Champions League 40 años después.

El colectivo es lo que importa

“Podemos envidiar el aspecto económico de otros equipos pero desde el aspecto competitivo no tenemos que envidiar a nadie”

A Simeone lo preguntaron en rueda de prensa por el mercado de fichajes y Diego Costa. Una pregunta que parecía inapropiada cuando restan aún dos meses y el Atlético se está jugando dos títulos. El argentino frunció el ceño y cuando se preparaba para sacar el látigo para golpear sin piedad, el periodista cambió el registro de la pregunta. “Deportivamente, ¿qué puede ofrecer, aparte de dinero, a jugadores como Diego Costa los grandes de Europa?”. Al ‘Cholo’ se le dibujó una sonrisa en el rostro. “Podemos envidiar el aspecto económico de otros equipos pero desde el aspecto competitivo no tenemos que envidiar a nadie”, explicó Simeone.

La frase resume la estrategia del Atlético de Madrid en los dos últimos años. Responde a la filosofía de renovar a la plantilla que ha generado los éxitos rojiblancos, a intentar mantener el bloque a pesar de las deudas que se han creado por una gestión directiva ruinosa. El equipo rojiblanco, uno por uno, no tiene a los mejores jugadores en su plantilla si lo comparamos con otras entidades como Real Madrid y Barcelona en España, o Chelsea y Bayern de Munich en Europa. Pero juega con un factor a tener en cuenta. Son, más que ninguno de estos cuatro clubes nombrados, un equipo, en mayúsculas, que luchan por un bien común y que no conciben los éxitos individuales si antes no se ha beneficiado el colectivo. La estrella del ‘Cholo’ en el Atlético se llama EQUIPO.