Al Atlético se le viene encima un final de temporada de infarto. Algo más de un mes de frenética competición en el que disputará los títulos de Liga y Champions League. Sin salirnos de la filosofía del “partido a partido” (no nos vaya a oír el míster que nos echa la bronca), a nadie se le escapa que este equipo levanta cada día más la cabeza. Alza la vista cada día un poquito más para analizar el corto-medio plazo que se le plantea. En ese horizonte; seis partidos de Liga y dos de Champions, esperando que haya un tercero en Lisboa.

En el próximo mes y medio no hay posibilidad de error. Dejando al margen la eliminatoria de semifinales de Champions frente al Chelsea de Mourinho, a la plantilla rojiblanca se le plantean seis partidos de Liga en los que prácticamente sólo le vale sumar de tres en tres. Empezando por la visita de esta tarde al estadio del Getafe. Es la primera de seis finales que se completan con los partidos frente a Elche, Valencia, Levante, Málaga y Barcelona. Seis partidos en los que el Atlético depende de sí mismo para lograr ser campeón. Con la derrota de ayer del Barcelona en Granada, incluso podría llegar a la última jornada con el título en el bolsillo.

Nadie duda que este equipo, capitaneado por Diego Pablo Simeone de manera magistral, es capaz de eso y mucho más. Un equipo que lleva demostrando durante toda la temporada (y son ya ocho meses, que se dice pronto), que es ejemplo de sacrificio, esfuerzo y entrega. Un grupo en el que prima la filosofía de lo colectivo por encima de cualquier individualidad, que rema unido y a ritmo unísono hacia la misma dirección. Un EQUIPO con mayúsculas.

Pero si algún aficionado aún tiene una mínima duda de que este Atlético de Madrid es capaz de superar esas seis finales que le restan, le invito a echar la vista atrás. Cinco años. Hace media década, en la temporada 2008/09, el Atlético de Madrid ya fue capaz de superar con éxito sus últimos seis enfrentamientos.

Por aquel entonces, el conjunto rojiblanco estaba dirigido por el ex guardameta rojiblanco Abel Resino, que había sustituido al mejicano Javier Aguirre tras la derrota contra el Valladolid de la jornada 21, y se encontraba en 6ª posición con opciones de acabar en posiciones de acceso a la Champions League. Pero para ello era necesario un final de temporada que se antojaba complicado, vista la irregularidad que presentaban los colchoneros a lo largo de la campaña. Ese Atlético acabo ese final de temporada (17 partidos restaban) con un balance de 11 victorias, 2 empates y 4 derrotas, para conseguir la ansiada 4ª posición que daba acceso a la Champions League.

Aquel año, los de Abel Resino consiguieron el pleno de victorias en sus últimos seis encuentros frente a Sporting, Betis, Espanyol, Valencia, Athletic y Almería. Seis encuentros que deben ser un espejo en el que mirarse para afrontar los seis que le restan al Atlético en el presente curso. En ese tramo final de la temporada 08/09, destacó por encima de todos los integrantes de la plantilla un insaciable Diego Forlán. El goleador uruguayo anotó 10 de los 16 tantos que consiguió el Atlético de Madrid en esos seis últimos encuentros. 10 goles que fueron imprescindibles para ese pleno de victorias que alcanzó aquella plantilla y que esta pretende emular.

Seis victorias que representan un mismo camino para un objetivo distinto. Este año no se busca la clasificación para la Champions. Este Atlético de Madrid ya no se conforma con eso y sus expectativas se encuentran en un escalón superior. El escalón más alto; el título de Liga. Para ello, no basta con echar la vista atrás tan sólo cinco años, habría que remontarse hasta la histórica temporada 95/96, de grato recuerdo para los rojiblancos. Pero antes, en esa marcha atrás hacia el doblete, hagamos una pequeña pausa en esa temporada 08/09 para repetir ese final de temporada que le haga entrar en la historia.