No hay periodista ni profesional de la Comunicación que logre que Diego Pablo Simeone pronuncie, al menos en público, que su Atlético de Madrid es el favorito al título de la Liga. Solo por los hechos actuales y por la marcha del equipo, el argentino podría tener la tentación de recordar al Real Madrid y al FC Barcelona, equipos que le triplican o cuadriplican el presupuesto, que marchan líderes de la Liga - aventajando en tres puntos a los merengues y hasta cuatro a los azulgranas - que dependen de sí mismos para ganar la Liga a falta de cinco jornadas para el término del curso y que tiene la oportunidad de llegar a la final de Lisboa si vence al Chelsea en las semifinales de la Champions League. Un camino nada malo para un equipo al que muchos auguraron en enero que no podría seguir este ritmo. ¡Bendito ‘Profe’ Ortega!

Simeone sustituye el "partido a partido" por el "final a final". Cambia el mensaje pero mantiene el mismo tono comedido, sin querer cantar victoria aún

El Atlético de Madrid se plantó en el Coliseum Alfonso Pérez bajando del autobús como líder de la Liga. No le hacía falta ganar para ser, una jornada más, el primero. Perdió el Barça y ganó el Real Madrid, que igualó los puntos (79) que sumaba el conjunto rojiblanco antes del partido contra el Getafe. El encuentro contra el equipo que dirige Cosmin Contra era una patata caliente, una trampa en el calendario. El Getafe pelea por evitar el descenso de categoría y el Atlético visitaba un estadio en el que no ganaba desde la temporada 2008/09, con un tanto de Florent Sinama-Pongolle. El Atlético de Madrid luchó contra estas hipótesis y venció 0-2.

En rueda de prensa Diego Pablo Simeone mostró una cara alegre. Se encargó de rebajar el miedo por el estado físico de Diego Costa tras marcharse retirado en camilla por un golpe en la rodilla al impactar contra el palo y acuñó una nueva frase que se escuchara reiteradamente hasta la jornada 38. “Ahora ya no es partido a partido, ahora es final a final”, pronunció Diego Pablo Simeone, que aboga por planear cada partido que resta hasta el término del campeonato como una final que hay que ganar, ganar, ganar y volver a ganar, como diría el maestro don Luis Aragonés.

Diego Pablo Simeone cambia el discurso que le ha venido tan bien esta temporada por otro. Ambos, marcados por el mismo tono medido y cuidadoso, sin querer cantar una victoria antes de tiempo. El argentino le ha dado un plus de contundencia a su mensaje y con él explica la máxima importancia que tiene las cinco fechas que quedan aún por jugar. Lo tiene todo en su mano y es que con 82 puntos en su casillero y la visita en la última jornada al Camp Nou para enfrentarse al FC Barcelona, se puede permitir una derrota más para ganar la Liga, siempre y cuando venza en cuatro de las cinco jornadas que quedan por jugar.