Simeone no permite que ningún factor escape a su suerte. Le gusta controlar todo; hasta lo incontrolable. Ello le convierte en un técnico de elevada categoría mundial, éxitos aparte. Casi la totalidad de entrenadores que figuran en primer plano renuncian a trabajar sobre algún aspecto, o sobre el que hacen menos hincapié. Simeone no: no es su estilo. Busca -y encuentra con cierta frecuencia- diminutos resquicios que dañen al rival u ofrezcan un beneficio propio. Siempre lo consigue. Y en base a trabajar, trabajar, trabajar e insistir, insistir, insistir, el Atlético de Madrid se encuentra a tres victorias (270 minutos, 4 horas y media, un sexto de día) de firmar la mejor temporada de su centenaria existencia.

Porque, hablando claro, en el fútbol, en lo que respecta solamente al juego, rara vez se producen casualidades. O suerte. Que el Atlético de Madrid haya marcado cuatro de sus últimos seis goles en Liga con la cabeza es difícilmente achacable al puro azar. En algunos encuentros, especialmente en los últimos partidos del campeonato liguero, al Atlético de Madrid le ha costado jugar un fútbol fluido, creando escasas oportunidades en el área rival. Simeone, como siempre, era y es consciente de ello: a estas alturas de temporada las botas pesan como ladrillos y las energías se agotan a un ritmo desenfrenado. ¿Solución? Buscar o insistir más en otro tipo de acciones que requieran un menor grado de imaginación, pero no de dificultad. Esto es: los centros y remates de cabeza. 

Raúl García es el mejor cabeceador del campeonato tras Aduriz

Dos testarazos dieron la victoria al Atlético de Madrid ante dos rivales de tronío: Villarreal y Valencia. Ambos goles, bajo la misma rúbrica: Raúl García. El centrocampista-mediapunta-delantero navarro es el segundo máximo goleador de la Liga en tantos anotados con la cabeza (6), solo por detrás del rejuvenecido y crucial Aduriz, que lleva siete. Eso sí, Raúl García promedia un mejor registro (gol cada 266 minutos) que el delantero vasco (gol cada 343). Lógico, por otra parte, ya que el rojiblanco no es ni ha sido titular indiscutible a lo largo de la competición, mientras que Aduriz sí. 

Pero Raúl García no es el único especialista colchonero. Godín y él figuran en la lista de los 20 mejores anotadores de cabeza de la Liga, logrando así que el Atlético de Madrid sea el único equipo de primera división en contar con dos futbolistas entre los 20 primeros en esta faceta del juego. También, en el cómputo global, figura como la segunda escuadra en tantos marcados de cabeza (16), tres por debajo del Athletic Club, que ha firmado 19 en total. 

Sosa y Koke son los especialistas en las jugadas a balón parado

Los goles con la testa no siempre son fruto del balón parado; es más, en cantidad de ocasiones los protagonistas de la jugada y la jugada en sí cambian. El máximo asistente y especialista en corners es Koke, y el mejor cabeceador Raúl García, pero últimamente compartieron rol con otros futbolistas. Ante el Getafe, por ejemplo, fue Juanfran quien centró -desde la banda izquierda tras un saque de esquina fallido- para que Godín cabeceara y convirtiera el 0-1. Frente al Elche, una semana después, Sosa, desde el banderín, lugar predilecto de Koke, asistió a Miranda en el remate de cabeza que supuso el 1-0.  Simeone ha encontrado en Sosa a un buen especialista en el juego parado, faceta en la que el mencionado Koke no tenía recambio. Y por último, hace siete días, el propio Koke filtró un balón desde la nada a Raúl García para que llegando desde atrás firmara el gol partita -como dicen los italianos- en Mestalla. Goles para abrir las latas más viejas y ganar partidos. 

Los equipos de Caparrós siempre se caracterizaron por defender de manera conjuntada y solidaria, dejando pocos espacios al rival. Es de esperar que ante el Atlético de Madrid, pese a no jugarse nada, no protagonicen la excepción. Las soluciones pertinentes deberán ser buscadas -y encontradas- por los hombres de Simeone: los centros laterales y las jugadas a balón parado siempre otorgaron un rédito importante a los rojiblancos durante la campaña. El devenir del choque ante el Levante pedirá al Atlético de Madrid que emplee este tipo de acciones para romper la rocosa zaga y firmar tres puntos de (casi) campeonato.