El sábado a las 18:00, FC Barcelona y Atlético de Madrid se medirán en el feudo culé con la Liga BBVA en juego. 22 guerreros saltarán al terreno de juego con el objetivo común de alzarse con el título de campeones de la regularidad. Pero, por encima de todos ellos, habrá un futbolista en concreto que tendrá muchísimas cosas en juego, y ese no es otro que David Villa Sánchez.

Para el 'guaje', recién llegado el pasado verano desde el conjunto blaugrana, todos los enfrentamientos ante su exequipo han sido especiales, pero qué duda cabe que este lo será más. Y es que, a su pasado al otro extremo del puente aéreo, se unen a estas alturas de la temporada varios condicionantes extra.

Sequía goleadora

Aunque aterrizó por un precio pírrico para un futbolista de su talla, los emolumentos del delantero son los más altos de cualquier componente de la plantilla, situándose en los primeros escalafones de salarios de la Liga BBVA. Ese sambenito le ha acompañado desde su llegada y, pese a que desde el primer minuto contó con el apoyo incondicional del Vicente Calderón, en el tramo final ha sido foco de las críticas conforme su pólvora se ha ido mojando.

Sus inicios a orillas del Manzanares fueron en consonancia a las expectativas creadas. Quizás no vio puerta con la facilidad esperada, pero pronto la afición supo apreciar cómo transformó sus virtudes en pos de ayudar a un Diego Costa enrachado. Su trabajo, tan poco vistoso como practicado a destajo, le hizo ganarse enseguida los primeros piropos.

En el momento en que se pronosticaba el fin del cuento de hadas, el 'Guaje' estuvo ahí

Cuando al hispano-brasileño se le complicaron las cosas, Villa respondió. Autor de tantos no solo numerosos sino sobre todo importantes, muchos de ellos abriendo el marcador y en encuentros resueltos por la mínima, se echó al Atleti a la espalda en el segundo tramo de la temporada. Nueve tantos entre octubre y enero le encumbraron como uno de los futbolistas clave para mantener al equipo arriba en esa trascendental fase de partidos casi sin descanso, y en la que decenas de osados opinadores metidos a videntes pronosticaban el comienzo de una caída que, a mediados de mayo, aún no ha siquiera amagado con producirse.

Villa celebra uno de sus tantos en Vigo. (Foto: Eurosport).

Sin embargo, en su momento más dulce, llegó una inoportuna lesión. Uniéndose a ella la definitiva eclosión de Raúl García o los refuerzos invernales de Sosa o Diego Ribas, fue poco a poco perdiendo protagonismo. Simeone intentó recuperarle para la causa, pero nada se sabe de Villa desde el 8 de marzo. Sus dos tantos en Vigo, vitales, fueron los últimos para los suyos, sumando desde entonces trece encuentros -algunos con participaciones testimoniales- sin ver portería.

Ocasiones para lograrlo no le han faltado, dejando en el aire el consuelo de que su trabajo está ahí y, al menos, las tiene. Pero sus errores cara a portería, graves especialmente ante el Málaga donde envió primero a las nubes y después a la palma del guante de Willy Caballero sendos disparos a quemarropa, han costado caro a un Atleti que posiblemente saldría el sábado entre un pasillo de salvas y loas culés si su '9' hubiese logrado enviar alguna al fondo de las mallas.

Brasil en el horizonte

Por la cabeza del 'guaje', terco como pocos, no pasará el sábado otra cosa que no sea el FC Barcelona y la consecución del que sería su tercer título de Liga. Sin embargo, en la que fuera su casa durante tres temporadas se jugará también un puesto en la lista de Vicente del Bosque. Citado entre los 30 futbolistas de los que saldrán los 23 expedicionarios finales, sabe que no puede fallar a quien ya le llevó en 2012 haciéndole casi un favor.

Un tanto importante en cualquiera de las finales restantes podría catapultarle a Brasil

Ha consumido ya todos sus comodines con el bonachón del seleccionador un Villa que, pese a todo, tiene ventaja colocado en los tacos de salida. En pugna con un Negredo de menos a más, un Llorente en trayectoria contraria a la del madrileño pero sin alcanzar su máximo y finalmente con su buen amigo Fernando Torres, a quien calificar como intermitente esta temporada es hasta condescendiente, se juega la convocatoria en dos encuentros. No es Del Bosque un entrenador que se deje llevar por pequeños detalles, pero qué duda cabe que con un palmarés como el del canterano sportinguista, cualquier pequeño detalle que deje en el Camp Nou o en Lisboa podrá ser utilizado en su favor.

Confianza ante sus ex

Pese a haber ido perdiendo protagonismo en el once inicial de Simeone, Villa ha sido clave en los partidos frente a sus excompañeros del FC Barcelona. Demostrando a los doce minutos de su cambio de camiseta que lejos de tener piedad ensangrentaba sus ojos ante los culés, ha contado con la confianza de su míster, quien ha tratado de jugar con ese factor anímico en los cara a cara con su compatriota Gerardo Martino.

Villa pelea en una acción a balón parado con Alba. (Foto: EFE).

Tanto es así que el 'guaje' ha sido titular en los cinco enfrentamientos del año entre Atleti y Barça. No vio puerta más allá del tanto de la Supercopa, pero siempre ha rendido a la perfección. Solo un Valdés magnífico impidió en su regreso al Camp Nou en la vuelta de la competición inaugural de la campaña patria que se convirtiese en héroe colchonero. En Champions, y con un encuentro liguero entre medias declarado nulo, volvió a hacer gala de su olfato, especialmente en la vuelta, donde la madera le negó el gol pero se resistió a un papel secundario, siendo clave en el tanto de Koke que a la postre valió la clasificación.

Este sábado, Villa apunta nuevamente al once. Con o sin Diego Costa, el 'guaje' es un hombre de grandes escenarios, y Simeone lo sabe y confía en su acierto. Así pues, formando con el de Lagarto o acompañado por Raúl García, tendrá una oportunidad de borrar sus últimas semanas grises y probar la resistencia de un Neptuno al que desea encaramarse. Con un hambre sin límites, ni un palmarés envidiable como el suyo lleva al conformismo a un futbolista al que le queda cuerda.