Diego Costa es el delantero de las reivindicaciones. Lo ha demostrado desde que aterrizó en España en 2007. Allá por donde pasó, lo hizo bien y se sobrepuso a las adversidades, adversidades creadas por él -en cuanto a tema de actitud- y por el resto de entes que forman el fútbol. Siempre creyó en sí mismo y los resultados han caido como fruta madura en primavera: en menos de un mes estará en Brasil jugando como delantero centro de la selección vigente campeona del mundo: España. Nadie le ha regalado nada. Es un tópico empleado hasta la saciedad, pero no hay frase tan manoseada que a su vez sea tan cierta para Diego Costa. 

Pocos logros le faltan por conseguir: más de 30 goles en Liga, clave en la Champions, fundamental en la final de Copa del año pasado ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (providencial gol del empate), y objeto de deseo por parte de clubes de media Europa. Clubes de primera categoría, como el propio Atlético de Madrid. Y en todo este berenjenal de éxitos, Costa sufre una espinita pequeña pero dolorosa que no se acaba de sacar: jamás le ha marcado al Barcelona desde que juega en la Liga Española: siete partidos y cero goles. 

Jugando con Valladolid y Rayo, Costa sufrió auténticas goleadas del Barcelona

Huelga decir que la crisis goleadora del delantero de Lagarto ante los culés quedará tachada, eliminada y quemada de los polvorientos libros de Historia del Fútbol si consigue anotar esta tarde (18:00 horas, Canal + Liga y GolT) en el Camp Nou el gol, los goles o uno de los goles que otorgue el campeonato al Atlético de Madrid. Hasta este preciso instante, la fortuna ante los blaugranas no ha sido su mejor aliada. Con su club actual, el Atlético de Madrid, se ha medido en cuatro ocasiones en Liga al Barcelona: una en 2010, una en 2012, una en 2013 y, la última de ellas, en enero de 2014. Balance: un empate y tres derrotas; cero tantos marcados por el hispano-brasileño. 

En sus etapas con Valladolid y Rayo Vallecano Diego Costa no obtuvo un mejor sino. Además, con el conjunto de Vallecas sufrió una dolorosísima derrota ante el Barcelona en abril de 2012: 0-7 reflejaba el marcador al final del duelo. Tampoco marcó vestido de rayista, pese a firmar una segunda vuelta excelente, siendo pieza clave en la salvación vallecana. Como futbolista pucelano en la temporada 2010-2011 tampoco pudo evitar las dos goleadas que el Barcelona propinó al Valladolid, tanto en el José Zorrilla (0-3) como en el Camp Nou (4-0). Diego Costa jugo ambos partidos completos, corriendo la misma ventura que en sus posteriores choques ante los catalanes: cero goles. 

Es el único grande al que todavía no ha logrado marcar 

El malfario de Costa ante el Barcelona no es extrapolable a su rendimiento contra equipos grandes. De hecho, su mejor versión siempre llegó ante rivales de máxima entidad, como el Milan o el Real Madrid, los dos clubes más laureados del mundo. Es difícil encontrar un motivo por el que Diego Costa se atasque ante el Barcelona. Bien es cierto que rara vez el equipo le acompañó, y cuando el equipo cumplió brillantemente, él faltó por lesión (cuartos de la presente Champions). 

El delantero estrella del Atlético de Madrid aguarda la cita de esta tarde con impaciencia. ¿Qué mejor premio para él que marcar en una final liguera ante el Barcelona y levantar el título? Por eso ha trabajado a conciencia, para poder estar recuperado y disponible para la gran cita. "Diego Costa arrancará desde el inicio en el Camp Nou", aseguró ayer Simeone en rueda de prensa. Sólo falta que el balón eche a rodar y que Costa esté dipuesto a saldar la cuenta pendiente que tiene con el Barcelona. Si lo logra, la Liga se aproximará peligrosamente a las vitrinas del Vicente Calderón.