"El alma es un carro alado", contaba Platón en Fedro. Un carro que el auriga, conductor, ha de guiar tirando de sus dos caballos: el blanco, que representa lo bueno y lo hermoso; y el negro, en función de lo feo y lo vergonzoso. La meta, el cielo donde habitan los dioses, solo se alcanza si el auriga controla sus caballos y se eleva al cielo.

Este sábado, dos serán los conductores que traten de alcanzar la bóveda celestial. Carlo Ancelotti y Diego Pablo Simeone, aurigas por un día, buscarán la gloria en Lisboa encontrando el correcto balance entre alma, pasión, corazón y cabeza. Demasiadas partes en una ecuación que, en toda una final de Champions League, parece casi imposible descifrar.

Un derbi de verdad... sin favorito aparente

El Estádio da Luz albergará la primera final en la historia de la máxima competición continental de clubes entre dos equipos de una misma ciudad. El Real Madrid, club por excelencia primero de la Copa de Europa y ahora de la Champions League, hará las veces de local -detalle poco trascendente más allá de dar el derecho a jugar con el color más reconocible, el blanco en este caso- ante un Atlético de Madrid que, cuarenta años después que se dice pronto, disputa su segundo envite con la corona europea en juego.

Tras más de una década pisoteado, el Atleti ha vuelto a mirar a los ojos al Real Madrid

Hace apeñas un año cualquier aficionado merengue hubiera firmado recibir a su vecino en este encuentro, un vecino al que tenía martirizado de forma cruenta. Sin embargo, en el último año las cosas han cambiado por completo. La conquista de la Copa del Rey la pasada temporada por parte colchonera en territorio enemigo abrió un nuevo panorama, dando paso a una rivalidad de tú a tú. No hubo reválida en la competición del KO, que perdió sus rayas rojas para vestirse de blanco de cabo a rabo, pero sí conquista en la competición de la regularidad. Golpe sobre la mesa y espaldarazo para volar. "Esto acaba de empezar", amenazaba Gabi el pasado domingo.

Con el escenario actual cualquier detalle cobra vital importancia. Ninguno se considera favorito al menos en público, quién sabe en privado. Pero lo que trasciende es el miedo, de unos a otros y de los otros hacia los unos, que les hace intentar traspasarse la presión. En vano, pues la calma de Ancelotti y el descaro del Simeone harán a buen seguro, de puertas para dentro, que los nervios queden en las casetas.

Aduciendo a los más recientes resultados, parece que el Atlético de Madrid llega ligeramente por delante. La inercia ganadora tras la conquista de la Liga en un escenario de los que erizan la piel como es el Camp Nou es un aval más que suficiente. No se quedan atrás los blancos presentando un currículum donde destaca la Copa del Rey, cargándose por el camino al propio cuadro rojiblanco y al FC Barcelona. Sin embargo, la memoria del fútbol es corta, y si no llega la tan ansiada Décima de poco valdrá el título levantado en Mestalla.

El Atleti celebra la Liga. (Foto: A. G. - Atlético de Madrid).

Cuando empiece el partido apenas habrán transcurrido 38 días desde la victoria blanca ante el Barça en el torneo copero. Sin embargo, si no acompaña la Décima las hemerotecas borrarán de sus archivos el histórico golazo de Gareth Bale. Todo lo que no sea ver al galés aterrizar en Barajas con la 'orejona' a cuestas será cerrar la temporada con un rotundo fracaso, toda vez que se tiró la Liga confiándolo todo a la Champions. Como el que gana su primer sueldo y firma una hipoteca, el Real Madrid ha renunciado a la evaluación continua para empollar de cara al examen final. Un todo o nada que solo justificará una victoria.

Lesiones y milagros

Un condicionante importante que puede deslucir la final es el físico. Las lesiones sufridas en las últimas semanas por varios futbolistas de ambos bandos ponen en duda hasta el último momento la presencia de muchos jugadores. En el conjunto blanco, son Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Pepe los afectados, por orden de opciones de ser de la partida. Estará salvo sorpresa así en el once el delantero luso. Venciendo al fin a su ego, descansó ante el Espanyol aún a costa de tener que compartir la Bota de Oro con tal de poder jugar el sábado.

La presencia en ataque del icono luso resta muchas opciones al habitual ariete de Ancelotti: Karim Benzema. El galo, que pese a su gentilicio tiene muchísimos menos galones que CR7, se ve perjudicado no solo por sus problemas físicos sino también por los de este. El cuerpo técnico no quiere salir de inicio con dos jugadores que podrían no aguantar el ritmo, y Ronaldo condiciona tanto la alineación que parece terminará destinando a Karim al banquillo, tomando la alternativa Isco.

Varane, con poco ritmo, e Illarramendi o Khedira, abonados al murmullo, saltarán al ruedo

Más difícil se antoja ya el concurso de Pepe. Su sustituto si finalmente no llega, Raphael Varane, acusa cierta falta de ritmo por las lesiones y el nivel mostrado durante el curso por el de Maceió y Ramos, pero su rendimiento pasado en grandes citas le defiende.

No es el caso de otro suplente que podría tomar la alternativa como Asier Illarramendi. El destinado a ser en el futuro relevo de Xabi Alonso opta a precipitar su condición en un partido de los que todos quieren jugar, aunque sea por la sanción del tolosarra. Oportunidad para que el madridismo no olvide su encuentro: o se encumbrará al olimpo o se hundirá en el fango. Los 40 millones pesan. Sin embargo, y pese a que Carletto le confirmó en varias ocasiones en rueda de prensa, puede acabar traicionándole. Khedira, una bestia física, llega con lo justo pero llega. Futbolista que nunca ha terminado de agradar al Bernabéu, gana más importancia en las pizarras que en los informativos, y puede desbancar a un Illarra a años luz de la versión mostrada en la Real Sociedad.

Illarra conduce el balón ante la presión de Mario Suárez en la vuelta de la Copa del Rey, en el Vicente Calderón.

En el Atlético no son menos solamente las ausencias, sino también las dudas. Diego Costa y Arda Turan son los lesionados, con una lesión muscular el primero y una contusión en la cadera el segundo. Los dos están trabajando a marchas forzadas para llegar a la final, placentas de yegua y viajes relámpago de por medio, pero Simeone no tuerce el gesto. A diferencia de lo que ocurre en el cuadro vecino, las dudas sobre los posibles sustitutos no existen. En un bloque coral, los nombres son lo de menos más allá de la intocable línea de defensa, ya como de futbolín. De Mario a Adrián pasando por Raúl García, Sosa, Diego Ribas o el 'Cebolla', cualquier alternativa es válida.

El Atleti, a diferencia del Madrid, confía plenamente en sus suplentes

Obviamente, si el brasileño y el turco estuvieran listos, serían de la partida como todo el año. Pero al igual que Ancelotti, el 'Cholo' tampoco quiere dispararse en el pie. Aprendió en el Camp Nou, si el humo del éxito no le ha cegado, que no puede permitirse hipotecar sus cambios en un abrir y cerrar de ojos, menos aún cuando los 120 minutos son probables. Si llega uno, jugará; si lo hacen dos, Arda sentirá en sus carnes la frustración de Benzema y Costa volverá a ser el tanque rojiblanco.

Un sistema claro, otro aún en el laboratorio

Pese a las bajas confirmadas y las dudas hasta última hora, el Madrid será más Madrid que nunca. No es momento de experimentos, y menos cuando los del Paseo de la Castellana han rutilado encomendados al contragolpe y la velocidad. Así aniquilaron a todo un FC Barcelona en el Camp Nou y firmaron una histórica goleada en Múnich ante el Bayern que lo iba a ganar todo.

Las dudas, así, se centran más en hombres que en sistemas. Casillas, que vivirá un duelo con el único guardameta del mundo capaz de competirle la aureola, estará escoltado por una retaguardia que pocos dibujarían en septiembre, pero de la que nadie duda ya. Solo Ramos, excelso en el tramo final, pervive en una zaga que completarán el citado Varane, por circunstancias, y Carvajal y Coentrao, por méritos propios. En el pivote, por delante y dando equilibrio, la citada duda: músculo vasco o germano.

La creatividad recae en el fichaje de la temporada, Modric, que nada tiene que ver con su primo lejano de la pasada campaña que salió rana. A su lado, el otro interior sera para el mayor acierto de Carletto: Di María. El argentino, de cuyo rendimiento es partícipe al 100% el italiano acallando las críticas de una decisión, la de mantenerle en lugar de hacer lo propio con Özil, que ha resultado perfecta, está como una moto.

Di María celebra su gol en la final copera. (Foto: Dani Mullor - VAVEL).

Alante, si finalmente Benzema no sale de inicio, Ancelotti podrá darse un gusto de los que tampoco convencen: situar a Cristiano de '9'. Así, mantendría a Bale en el costado diestro -algo también discutido- e Isco haría las veces de extremo izquierdo teórico, fino enganche con diablura en el recorte para aparecer en su hábitat natural en la práctica. Oportunidad de oro para el de Benalmádena de reivindicarse tras una temporada de dientes de sierra.

Más difícil resulta adivinar cómo vestirá esta vez el 'Cholo' Simeone a su Atlético de Madrid. Acusado en muchas ocasiones de ser un equipo excesivamente defensivo, el propio técnico bonaerense ha hecho añicos esa etiqueta en las grandes citas. Sus inicios de partido en la eliminatoria de cuartos de final ante el FC Barcelona, la victoria ante idéntico rival del pasado sábado o su demostración suprema en la segunda parte de Stanford Bridge han demostrado la valentía de un Atleti que sabe llevar el peso, que es capaz de remontar y que muerde siempre, ajeno al marcador.

Algo seguro es que atrás está más que prohibido mover un solo milímetro. La portería que guarda como -casi- nadie Thibaut Courtois tiene, además del portero con más proyección del mundo bajo sus palos, a cuatro guardas espartanos. Juanfran, Miranda, Godín y Filipe Luis conforman la mejor defensa del mundo. Así lo reflejan los números y así lo han sufrido equipos con fama de goleadores impávidos, que han visto en el muro rojiblanco una barrera insalvable. Y si no, que le pregunten al hasta hace bien poco mejor equipo del planeta, el FC Barcelona, que en seis encuentros este año apenas ha encontrado puerta tres veces. Un martillo pilón destrozado.

De derecha a izquierda: Filipe Luis, Juanfran, Godín y Miranda: una defensa inquebrantable. (Foto: Diario Información).
En primer plano, y de derecha a izquierda: Filipe Luis, Juanfran, Godín y Miranda, una defensa inquebrantable. (Foto: Diario Información).

Más allá de la defensa, el esquema y los hombres ofrecen más alternativas. Entre lesiones y escaramuzas tácticas del jefe indio, apenas se aseguran el puesto tres hombres: Gabi, Koke y David Villa. Los dos primeros, santo y seña del Atleti, no pueden faltar. Capitán presente y futuro si el dinero y los cantos de sirena ingleses no le engañan y el proyecto quiere una mínima continuidad, tiran del equipo dentro y fuera. Además, el que ejerce a la vez de futbolista y entrenador en el césped querrá demostrar que su no inclusión en la lista de Vicente del Bosque es una injusticia de enormes dimensiones. Un sitio en la medular es suyo, acompañado por Tiago o por Mario Suárez. Cobra más opciones el luso, brillante en los últimos meses, que el canterano, más irregular tras una primera parte del año colosal.

Villa completa la terna de fijos, salvo giro de última hora. Los grandes escenarios son el mejor lugar para que un futbolista que lo ha ganado todo salte al verde, igual que en el Camp Nou, a dejarse la piel como un debutante. Tendrá, eso sí, que poner todo el fútbol que tiene y demostrar que el gol no se olvida.

Simeone tiene uno o dos huecos en el once con los que jugar para sorprender al Real Madrid

Quedan vacantes pues los sitios de los previamente citados Diego Costa y Arda. El brasileño quiere jugar sí o sí, tan concienciado del 'partido a partido' que olvida, en virtud de ese leitmotiv, que a tres semanas vista espera la cita de su vida. Pero su vida es el Atleti, y no ve más allá de Lisboa. Si juega, como todo parece indicar, deja solo una plaza, que el turco no ocupará de inicio. Opciones para ella, sobran. Es esa piazas que impide que los atléticos reciten de carrerilla el once de la temporada y con la que el 'Cholo' ha ido jugando para darle a su equipo lo que más ha necesitado en cada momento.

Cada una de las opciones ofrece un aval diferente. Aparece en primera línea Raúl García, que ofrece lucha, cohesión, juego aéreo y llegada. Más de lo primero y menos de lo último aportaría Mario Suárez, que formaría un trivote con Gabi y Tiago, más liberados así. Pero tiene menos opciones este que otro implicado en la pelea, Adrián. Su velocidad y descaro, y más aún su gol al Chelsea, le ponen en el disparadero. Pero no se olvida nadie de Sosa, que ensayó a principios de semana con los titulares, si bien fue cuando Arda y Costa se encerraban en el gimnasio. Por último, menos probable parece que la decisión encumbre a Diego Ribas, que llegó para ser el número 12 y dista mucho del de su primera etapa colchonera. 'Cebolla', último en la lista, tendrá bastante con entrar en la convocatoria oficial -los veintidós jugadores viajaron a Lisboa- en su último encuentro con la casaca india.

En la mejor temporada de su vida, Raúl García apunta a titular. (Foto: Apo Caballero - VAVEL).

Los precedentes, con el Real Madrid

A tenor de lo visto durante el año en completo, el duelo se prevé cerrado como pocos, más aún por los estilos de ambos, con poco gusto por conceder más de lo debido en defensa. Sin embargo los números dan favorito, esa palabra tan rehuída en la previa, al Real Madrid. Y es que, pese a que los blancos digirieron mal la derrota copera y empezaron cediendo, nuevamente en casa, en el primer compromiso de la presente temporada en Liga, por 0-1, la misma Copa del Rey sirvió de revancha. Fue en los cuartos de final, cuando el conjunto blanco derrotó con un marcador excesivamente abultado pero no por ello injusto, a los colchoneros. 3-0 en el Bernabéu y uno menos, 0-2, en un simulacro en la vuelta.

Intentó tomar incluso más ventaja el cuadro de Ancelotti en la vuelta liguera, pero tras empezar ganando se vio superado y logró un postrero empate tras estar durante muchos minutos a merced del Alético. Así, el global de dos victorias propias, una india y un empate viste de ligeros favoritos a los merengues.

La historia está con el Real Madrid

También la experiencia pasada juega a favor del conjunto presidido por Florentino Pérez. Nueve victorias en la máxima competición continental por equipos, por apenas tres derrotas, son un bagaje sin parangón que les pone en primera fila. Sin embargo, doce años han pasado ya desde su última final (2-1 al Bayer Leverkusen en Hampden Park), la tercera racha más larga de su historia sin pisar la última ronda.

Más tiempo de sequía acumula a sus espaldas el Atlético de Madrid. 40 años sin pelear por el trofeo acumula el cuadro colchonero, que no sabe lo que es estar en tal instancia desde su mítico enfrentamiento con el Bayern de Múnich, primera y única vez que ha disputado hasta este sábado una final de Champions League.

Por aquel entonces, el Atleti del 'Toto' Lorenzo llegó a la prórroga frente al conjunto bávaro, y a seis minutos de la conclusión Luis Aragonés rompía el empate con un golazo de falta directa, para ver cómo a apenas veinte segundos del final Schwarzenbeck forzaba el desempate con un zapatazo desde fuera del área. En el partido de repetición los alemanes se impusieron por 4-0 y dieron inicio a la funesta leyenda del 'pupas', que Simeone ya ha detenido pero que ahora quiere dilapidar. De aquella plantilla habrá un componente en el campo, el propio Luis. El sabio de Hortaleza, recientemente desaparecido, estará en las camisetas de los jugadores atléticos dándoles la fuerza necesaria para que logren lo que él no pudo en su día.

Momento en que el 'zapatones' ejecuta el golpe franco que originó el 1-0. (Foto: Variación XXI).

Björn Kuipers, a evitar portadas

En un partido en que saltarán chispas será vital la labor del árbitro: Björn Kuipers. El holandés, uno de los colegiados con mayor proyección del fútbol europeo, sigue con su meteórico ascenso dirigiendo la que será su primera final de Champions League, tras hacer el año pasado lo propio en las de la Europa League, primero, y Copa Confederaciones, después. Poco o nada se ha hablado de él, algo en lo que ha influido el cambio de ambiente en el madridismo con la llegada del pacificador Carletto, a años luz de las peleas absurdas en que tanto se inmiscuyó su antecesor Jose Mourinho.

(Foto: Te Interesa).

Internacional desde 2007, año en que debutó en la extinta Intertoto, al curso siguiente ya dirigió su primer partido de Champions League, competición en la que ya ha arbitrado 26 encuentros, siete de ellos de la fase previa a la ronda de grupos. No es tradicionalmente un árbitro con el que los equipos españoles consigan buenos resultados, pues de los once encuentros europeos que ha dirigido con presencia de conjuntos nacionales estos apenas se han llevado la victoria en cuatro ocasiones: FC Barcelona 2-0 Dynamo Kiev (UCL 09/10), Villarreal 2-1 Bayer Leverkusen (UEL 10/11), FC Barcelona 2-0 Oporto (Supercopa Europea 11/12) y FC Barcelona 3-1 AC Milan (UCL 11/12).

En el resto de duelos, hubo otros tantos empates por tres derrotas, resultados en los que estuvieron inmersos los conjuntos que se verán las caras en la final. Solo lo estuvo una vez el Atlético de Madrid, en el empate en casa ante el Chelsea a dos tantos en la temporada 2009/2010, la de su regreso a la Liga de Campeones.

Peor recuerdo tiene del trencilla holandés el Real Madrid. Su primer cruce también se saldó con igualada, 1-1 en la siempre complicada visita al CSKA de Moscú. Más se torcieron aún las cosas el año pasado, cuando Kuipers impartió justicia en la ida de las semifinales de la Champions, en la que los merengues cayeron por un estrepitoso 4-1 ante el Borussia Dortmund.

Posibles onces