Caras de sorpresa, disfrute en las gradas, festival de goles y buen fútbol. Todo eran preguntas y exclamaciones en la grada: "¡Qué jugador Samu Sáiz!", "¡Cómo juega el filial!", "¿Cómo no se ha salvado antes jugando así?", y así un sinfín de oraciones, todas positivas para los oídos de Mena. No fue para menos, su equipo se hizo con la salvación de la mejor de las maneras, deleitando y haciendo disfrutar, haciendo un fútbol que rozaba la perfección con un estelar Samu Sáiz al mando. El Caudal, totalmente desbordado por su contrincante y por la salvación, no pudo hacer más que aceptar desesperadamente el adiós al fútbol de bronce.

El partido dio comienzo con tintes más parecidos al de la ida que al que sería poco después este de vuelta. El Caudal arrancó voluntarioso, con ganas y queriendo ser el dominador como en Mieres, pero el Atlético B no iba a estar por la labor. Tras salvar varias situaciones de cierto peligro, entre ellas un cabezazo de Rojas en el área chica, el filial rojiblanco se fue haciendo con el mando del partido, asentándose tanto en lo defensivo como en las tareas más adelantadas en el terreno de juego. ​

Rubén Mesa abrió la goleada en el 22'

Con el Atlético B en pleno auge, y con el 'Cholo' Simeone recién llegado a la grada para alentar al filial tras perder horas antes en Lisboa, el partido y la eliminatoria se puso de cara. Era el minuto 23 de juego, Rubén Mesa disponía de una gran ocasión para el disparo dentro del área y la mandaba al palo, y el rechace, a las redes (1-0).

El Atlético B ponía tierra de por medio en el tanteador con un Caudal que iba cuesta abajo y sin frenos. Con el marcador a su favor, los de Óscar Mena dieron rienda suelta a su más creativo y ofensivo fútbol, ante un Caudal que no sabía cómo sostener sus intentonas.

Oda al fútbol ofensivo en el segundo acto y salvación al canto

La segunda mitad se inició con un Caudal que parecía ya entregado a su rival. El Atlético de Madrid B era el dueño y señor del encuentro, disponiendo del cuero y de las sucesivas situaciones del partido a su verdadero antojo.

Si el Atlético B en determinadas fases quería atacar y dominar, lo hacía; si querían replegarse y buscar veloces contras con Aquino, Samu o Iván, no había problema; y si había que sentenciar el panorama, pues dicho y hecho. Y fue a los ocho minutos tras la reanudación, cuando Iván Sánchez puso la sentencia tras una espectacular jugada individual de Samu Sáiz.

Samu Sáiz desarboló y desesperó al conjunto de Mieres

Si con el 1-0 se aclararon las aguas, con el 2-0 directamente se abrieron, para dar paso a un torbellino incesante de fútbol ofensivo de los jóvenes colchoneros. El 3-0 se veía cerca, pero Javi Díaz lo retrasó ciertamente con varias intervenciones de mérito, destacando una gran mano a Aquino tras otro imparable slalon de un Samu Sáiz que estaba maravillando al público presente.

El tercero llegaría en las botas del que estaba siendo el mejor jugador del partido, Samu Sáiz, quien esta vez cambiaría los papeles y pasaría de asistente a goleador, al hacer bueno un preciso centro de Aquino desde la izquierda.

El gol desquició a un Caudal que ya tenía los dos pies en Tercera, y que se despidió de la Segunda B de muy malas formas, entre un sinfín de patadas y demás agresiones. Una de ellas acabó con la expulsión de Jorge, tras una salvaje entrada sobre Iván. Todo fruto de la tensión, incluso comprensible.

El Atlético B con la salvación finiquitada, dedicó sus últimos minutos de la temporada a encandilar a la numerosa afición rojiblanca presente en el Cerro, aquella que acudió como nunca y que llegó en hora para su mejor partido, el encuentro de la ansiada salvación. El filial rojiblanco será de bronce una temporada más.