“Córner colgado por Gabi al segundo palo y remate de cabeza de Diego Godín. ¡¡Gol del Atlético de Madrid!!”. Es una de las frases que más se pudo repetir la pasada temporada en el conjunto rojiblanco y precisamente fue la jugada con la que el Atlético de Madrid se alzó con su décimo título liguero de la historia cuando las lesiones de Diego Costa y Arda Turan en la primera mitad del partido – amén del golazo de Alexis Sánchez – abocaban al fracaso tras una temporada de tremendos esfuerzos y de luchar a contracorriente con una bicefalia establecida en el fútbol español.

El Atlético marcó 12 goles en jugada de estrategia la temporada pasada. Más que Madrid (11) y Athletic (11)

El laboratorio de Diego Pablo Simeone y su cuerpo técnico conceden una gran importancia a las jugadas a balón parado hasta tal punto que el conjunto rojiblanco cerró la pasada temporada como el equipo que más goles anotó en jugadas de estrategia (12), por delante de Real Madrid (11) y Athletic Club de Bilbao (11). Fue clave para ganar la Liga, una lectura que ‘el Cholo’ aprendió de la pizarra de Radomir Antic. Aquel Atlético de Madrid de la temporada 1995/96 levantó también la Liga gracias a los centros de Milinko Pantic a balón parado.

Es innegable que la temporada pasada el Atlético de Madrid fue a cabezazos a por la Liga. Anotó de esta manera 18 de los 77 goles con los que acabó la temporada liguera. Raúl García, con 6 cabezazos, fue el más productivo y tan solo fue superado en la Liga por los siete goles con la testa que marcó Aritz Aduriz con el Athletic de Bilbao. El futbolista navarro fue seguido por Diego Godín (4), Joao Miranda (2), Diego Costa (2), Tiago Mendes, David Villa, Koke Resurrección y Toby Alderweireld.

Esta supremacía aérea expuesta por el Atlético de Madrid llegó a reducirse hasta tal punto que eran capaces de ganarte un encuentro con solo un gol de cabeza. Hay muchas diferencias reseñables entre el Atlético de Madrid de inicio de temporada con respecto al de los últimos tres meses de competición. Cuando la gasolina se agotó, cuando más pesaban las piernas, el conjunto rojiblanco dosificó esfuerzos y redujo “el partido a partido” a una genialidad en carrera de Diego Costa o a un gol a balón parado. Los colchoneros fueron el equipo de la pasada temporada que más veces ganó por la mínima (en 12 ocasiones).

Simeone cuenta con gente muy preparada para ejecutar el balón parado. Koke y Gabi Fernández se reparten el trabajo en los córners, aunque es el capitán quien se encarga del lanzamiento cuando el equipo necesita mayor precisión. En el área la pareja Godín – Miranda se muestran igual de contundentes que a la hora de defender y con 1,86 metros de altura se anticipan a sus rivales para rematar. A este potencial hay que añadir también a Raúl García, que cobra especial protagonismo cuando hay un balón aéreo en juego.

En la temporada que el Atlético de Madrid defiende el título liguero, Simeone pierde la profundidad de Filipe Luis o la fuerza de Diego Costa. Pero añade peligro a las jugadas en estático. El club se ha reforzado con Mario Mandzukic, un especialista en goles de cabeza con su 1,87 metros de altura. El argentino ya lo ha probado como hombre objetivo para bajar o prolongar balones y se espera que sea un elemento importante para crear estragos en la estrategia. Y además el Atlético ha traído a última hora a Raúl Jiménez, un delantero mexicano de 1,90 metros de altura que destaca por su facilidad para rematar de cabeza y su habilidad para crearse espacios.