Sabe Diego Pablo Simeone que su actual Atlético de Madrid, campeón de Liga que defiende título, es muy diferente a la mejor versión que se ha visto en la centenaria historia rojiblanca. Principalmente porque no cuenta con Thibaut Courtois, aunque Miguel Ángel Moyá ha demostrado que el Calderón no va a necesitar morderse las uñas con él bajo palos.

Y consecuentemente porque no dispone ni de la profundidad por banda de Filipe Luis ni de las galopadas de Diego Costa para desatascar al Atlético de Madrid cuando más achuchado se siente. Sabe el argentino que encontrar la clave en el nuevo juego es cuestión de tiempo y mientras tanto versa su partido a partido en el potencial del bloque campeón de la temporada pasada.

Lo que más añora Simeone es la ausencia de Diego Costa. El hispanobrasileño era un pilar en la táctica del Atlético de Madrid. Era importante en la transición defensa-ataque y tenía un vínculo especial con Koke. El estilo de juego, por las características de jugadores, debe cambiar. Mandzukic no es Diego Costa y no existe un jugador en la plantilla con las mismas características que poseía el máximo goleador rojiblanco de la pasada temporada.

“Está claro que las características de Mandzukic no son las de Costa y las de Griezmann se pueden acercar a las de Costa. Raúl Jiménez es un intermedio, puede ser el más parecido a Costa sin serlo, pero también puede jugar de segundo punta”, que redujo todo el planteamiento a una máxima: “Jugará el que nos haga jugar más cómodo al equipo”.

Misión: hacer olvidar a Diego Costa

Simeone ha confesado que sus ideas son más afines a jugar, preferiblemente, con dos delanteros. Con Diego Costa conseguía dos registros diferentes de jugador, con un David Villa que aportaba la calidad y la experiencia que el grupo no tenía. El argentino encuentra una similitud alineando a Mandzukic y a Griezmann, aunque el francés anda aún muy lejos de su mejor versión y está ejercitándose en dobles sesiones para poner a punto esa chispa con la que maravilló en Zubieta.

‘El Cholo’ ha sabido utilizar el carácter y la rebeldía en la personalidad de Mario Mandzukic para adoptarlo a la causa común del equipo. Se pudo ver a un Mandzukic muy comprometido en la Supercopa de España, que no dosificaba esfuerzos y bajaba a defender para recuperar los balones. Su gol a los ochenta segundos de partido contra el Real Madrid fue una renta suficiente como para que el Atlético de Madrid levantara la segunda Supercopa de España en su historia.

El gol es lo que hace a Simeone dar vueltas y más vueltas a la cabeza. El argentino aún tiene tiempo para afinar la puntería de su equipo, que remató en siete ocasiones fuera del marco de Iker Casillas. Diego Costa aportó la temporada un total de 27 goles en Liga. Fue el tercer máximo goleador del campeonato doméstico. Sus dianas valieron un total de 21 puntos al Atlético de Madrid. Sin ellos el conjunto rojiblanco hubiera acabado la Liga en la 4ª posición.

Debuta en Liga

Mandzukic ya sabe lo que es pisar el Vicente Calderón y recibir el aliento de 55.000 gargantas que velan por un mismo sentimiento. El croata debutará por primera vez en Liga con el Atlético de Madrid tras hacerlo en la Supercopa de España marcando un gol a los ochenta segundos de partido y rompiendo una estadística que destrozaba el ánimo de la afición del Calderón: los 26 partidos como titular que encadena Iker Casillas sin perder contra el Atlético de Madrid.

Probadas las mieles del gol ante la grada del Calderón, el delantero croata ya imagina su debut en la Liga. Tiene buenos referentes a lo largo de la historia a los que fijarse. Los mejores debuts en cuanto a goles los poseen futbolistas que marcaron un triplete en su primer partido contra el Atlético de Madrid: Cabrera (contra el Valladolid en 1980), Leivinha (contra el Salamanca en 1975), Martín González (contra el Celta en 1943) y Rubio (contra el Athletic en 1939).