Hubo una época en la que la grada del Real Madrid se vanagloriaba en el Santiago Bernabéu de lo abultada que eran las victorias que el equipo blanco cosechaba contra el Atlético en los derbis madrileños. Lucían tifos y pancartas donde humillaban la condición del rival, al que tildaban de indigno de enfrentar. En aquellos tiempos el Real Madrid tomaba el camino de los vestuarios con el corazón del Atlético de Madrid entre las manos sin apenas esforzarse para obtener la victoria. Los rojiblancos estaban acostumbrados a perder las batallas. Y también las guerras. No existían tampoco, por aquel entonces, las aspiraciones de ganar.

Ahora el Atlético de Madrid se ha convertido en el vecino incómodo, que molesta con agotadora frecuencia. Simeone cogió un equipo que estaba sentenciado con la eliminación de la Copa del Rey a manos del Albacete, un equipo de la Segunda División B. Ha conseguido, gradualmente, que jugar la Champions sea un hábito en la planificación deportiva a principio de la temporada y lo ha convertido en un equipo campeón de 5 títulos en 3 años. Ha convertido la victoria en rutina. Aquel enorme tifo que engalanaba el Fondo Sur del Bernabéu, donde se podía leer “se busca rival digno para derbi decente”, escoció a un colchonero de pro como lo es Diego Pablo Simeone.

Desde el ascenso conseguido en el año 2002, tras dos años en Segunda División, Diego Pablo Simeone ha conseguido ser el único entrenador colchonero en ese periodo capaz de ganar 3 derbis al Real Madrid

‘El Cholo’ escuchó las plegarias de la afición merengue y ha erigido un rival difícil de noquear en el primer asalto. Ha tomado como discurso la idea de molestar a la bicefalia que se venía repartiendo los trozos más golosos de la tarta del fútbol español. La última Liga conquistada con 90 puntos, siendo más regular que Real Madrid y FC Barcelona, es el golpe a la mesa que aventuró a predecir a su llegada a España si respetaban su modelo de trabajo y su planificación deportiva. El Atlético de Madrid ha cambiado la tendencia en sus resultados y solo ha perdido una vez en las últimas cuatro visitas al Santiago Bernabéu.

Uno de los méritos que se le pueden reconocer a Diego Pablo Simeone como entrenador del Atlético de Madrid es que desde su llegada al banquillo del Manzanares se han omitido los chistes simplones, los ya conocidos ‘Pateti’ o ‘El Pupas’ con los que se castigaba la centenaria historia rojiblanca. Los lunes ahora son recibidos con ganas y la entrada en las oficinas y colegios son a pecho descubierto. Ya no hay risas a costa del vecino de la capital. Ya no es el simpático equipo al que se ganaba intimidándolos en el túnel de vestuarios.

Desde el ascenso conseguido en el año 2002, tras dos años en Segunda División, Diego Pablo Simeone ha conseguido ser el único entrenador colchonero en ese periodo capaz de ganar 3 derbis al Real Madrid. El Atlético, ahora, es considerado un enemigo, un rival, un equipo a batir y por el que competir títulos. Hasta tal punto que Simeone ha ganado la partida al Real Madrid en tres (Copa del Rey, Supercopa de España y Liga) de los cuatro últimos títulos disputados. Solo aquel cabezazo de Sergio Ramos en el descuento de la final de la Champions League de Lisboa otorgan crédito al conjunto merengue. Ser mejor, como diría Iñako Díaz-Guerra, implica demostrarlo. Y el Atlético de Madrid de Simeone sí lo ha hecho.