Durante las cuatro últimas décadas el Olympiakos de Pireo, ahora dirigido por el español Míchel y ayudado por Rafa Alkorta como asistente técnico, ha vagado por Grecia a caballo entre el Estadio Karaiskakis, el Olímpico de Atenas y el Estadio Georgios Kamaras. Sin un rumbo fijo, los aficionados del Olympiakos han tenido diferentes domicilios. Con un sentimiento de apego eterno al Karaiskakis, los helenos se acomodaron en Atenas y en Rizoupoli debido a las obras de mantenimiento y reconstrucción para albergar los Juegos Olímpicos de 2004. Con la llegada del nuevo presidente a la entidad, Marinakis se comprometió en 2003 a renovar un anticuado Karaiskakis corriendo con todos los gastos de mantenimiento, así como el pago del 15% de los ingresos al Estado, para que el Olympiakos tuviera un lugar de residencia fija para sus aficionados.

Este pequeño rinconcito localizado en el área de Neo Fáliro, que lleva el nombre en honor al Capitán General del Ejército Griego que fue héroe de la Guerra de Independencia y que murió en combate en la batalla de Analátos, es el santuario de un Olympiakos que llevan a la máxima expresión el símil de convertir el estadio en una caldera, en un infierno griego para el aficionado rival, con el calor de una comprometida afición dispuesta a alentar hasta el último segundo al club más laureado de toda Grecia.

Solo existe un antecedente del Atlético en el Karaiskakis. Perdió 1-0 contra el Panionios en 1971 y cayó eliminado de la Copa de la UEFA

El Karaiskakis es patrimonio propio de Olympiakos y uno de los valores que más presume su afición. El equipo que dirige Míchel exprime al máximo su condición de local. La temporada pasada, en la que se proclamó campeón de la Liga griega, ganó 16 de los 17 partidos disputados en El Pireo. Tan solo una derrota, contundente, por 0-3 contra el Panathinaikos en marzo fue la excepción que confirma la regla del poderío de los Erythrolefki en su feudo. Allí se han gestado grandes partidos, como el 2-0 contra el Manchester United que estuvo cerca de dejar a los ‘Red Devils’ fuera de la Champions League.

Solo existe un antecedente del Atlético de Madrid que haya jugado en el Karaiskakis. Y no precisamente contra el Olympiakos de Pireo. Aquel conjunto rojiblanco, entrenado por Marcel Domingo y liderado por jugadores de la talla de Luis Aragonés o Gárate, perdió por la mínima (1-0) contra el Panionios en la primera ronda de la Copa de la UEFA tras un gol de penalti de Intzoglou. Fue la la primera edición de la denominada Copa de la UEFA, reemplazando a la extinta Copa de Ferias, que contó con 64 equipos. El Panionios hizo bueno el resultado en la ida en el Vicente Calderón (2-1 a favor de los rojiblancos) y el Atlético de Madrid cayó eliminado a las primeras de cambio.