Para Roberto Jiménez, el partido de hoy será especial no porque se mida al Atlético de Madrid, sino porque se enfrenta a su pasado. El actual cancerbero del Olympiacos se formó en la cantera rojiblanca y llegó a ser miembro de la primera plantilla en la temporada 2009/2010, pero nunca llegó a consolidarse. Siempre que parecía que iba alcanzar su sueño de triunfar en el Atleti al final pasaba algo que acaba de truncarlo todo.

En la campaña 2009/2010, partía como segundo portero, pero una lesión de primer guardameta, por aquel entonces Sergio Asenjo, le acabó dando la oportunidad que tanto había deseado. Pero al igual que le sucediera al actual guardameta del Villarreal, Roberto también acabó en la enfermería rojiblanca cuando era el meta titular y un joven David de Gea le acabó por quitar definitivamente el sitio. Al ver que no tenía hueco en la plantilla rojiblanca, se marchó cedido la segunda parte de la temporada al Zaragoza, donde acabó demostrando todo su potencial. Eso le valió para que el equipo maño acabara haciéndose con sus servicios y le vendiera poco después a un fondo de inversión, de Jorge Mendes, por 8,5 millones de euros, que acabaría con él en el Benfica y en el Zaragoza de nuevo.

Sus buenas actuaciones provocaron que la pasada campaña el fondo de inversión se lo vendiera al Atlético a cambio del 50 % del portugués Pizzi. Como el portero titular iba a ser Thibaut Courtois, se decidió cederle para que no pasará un año en blanco a la sombra del meta belga. El destino elegido fue el Olympiacos, un equipo que jugaba la Champions y que le permitiría foguearse hasta la próxima campaña en la que Roberto sería el primer meta del Atleti y el joven Bono el segundo.

Roberto, a base de buenas actuaciones en Grecia, se estaba ganando a pulso ser el portero titular de Diego Pablo Simeone en la presente temporada. Esto también hizo que el Olympiacos quiso adquirir para esa y las campañas posteriores.  Por eso, a pesar de que en teoría los derechos pertenecían al Atleti, el cuadro heleno hizo una oferta al fondo de inversión que acabó traspasándolo de manera definitiva al Olympiacos. Una vez más, el sueño de Roberto de ocupar la portería rojiblanca se desvanecía. Al ser un fondo de inversión quien tenía sus derechos, los detalles de la operación nunca se hicieron públicos. Lo que sí se conoció fue la decepción del guardameta por no hacer nada el Atleti por retenerle al asegurar que “evidentemente ningún club está obligado a quedarse a los jugadores que no quiere, el Atleti me había fichado en verano y mi intención era cumplir mi contrato…”. Pese a todo, Roberto no pierde la ilusión al asegurar, en la cadena COPE, que “el Atlético es el equipo de mi vida y a mí me gustaría triunfar en el Atlético de Madrid”.