Algo, no se sabe muy bien qué exactamente, se quedó en el mismo centro de Da Luz, en plena Lisboa, cuando el Atlético de Madrid cayó trágicamente derrotado contra el Real Madrid en la última final de la Champions League. Probablemente sea lo mismo que se quedó anclado en las entrañas de Heysel en el año 1974, despedido con total impunidad desde las botas de Schwarzenbeck cuando los Aragonés, Ufarte, Gárate o Adelardo, todos ellos caballeros rojiblancos, se veían subiendo triunfantes las escaleras que llevaban al palco de honor. Un dolor machacante que no admite tregua ni descanso, una pesadilla que martillea emociones sin piedad.

El Atlético de Madrid regresa a la Champions League 115 días después del último partido

Pero la derrota, al contrario de la victoria, tiene una moraleja y un desenlace incomparable a cualquier otra emoción: la superación de pelear, con más fuerza y honor si cabe, hasta alcanzar el sueño imaginado. El Atlético de Madrid es la viva imagen de lo que Rafael Hernampérez definió como “un ganador”. Defendía que en la mayoría de las ocasiones las personas nos enfrentamos a batallas que sabemos perdidas de antemano. Pero el valor de un ganador residía en que aún así, conscientes de nuestra inferioridad, lo hacemos. Eso es, en definitiva, lo que señala a los verdaderos vencedores. “A veces la fortuna nos sonríe y David vence a Goliat”, resumía.

El Atlético de Madrid regresa a la Champions League 115 días después del último partido. Comienza el primer paso de los trece que puede dar hasta alcanzar, otra vez más y por tercera vez en su historia, el Olimpo de los dioses respecto al fútbol europeo. La final, esta vez, se celebrará en Berlín, una ciudad que el Atlético de Madrid quiere visitar para saldar una deuda que el fútbol debe pagar por su infinita paciencia y su imperecedera ilusión durante años y años de incondicional apoyo.

Y es que la más larga caminata, comienza con un simple paso. Ahora más que nunca el lema de “partido a partido” que tanto defiende Diego Pablo Simeone - hasta convertirlo en un mantra para el grupo - debe ser la frase con la que empapelar cada uno de los azulejos que adorna el vestuario del Atlético de Madrid. Paso a paso, sin obligación impuesta ninguna. Contra el Olympiakos y en el Georgios Karaiskakis, uno de los campos más calientes del fútbol europeo, comienza su nueva andadura el Atlético de Madrid. “Esto vuelve a empezar. El pasado fue un muy buen año, pero eso ya quedó atrás”, sostuvo Simeone, que ya dibuja un nuevo guion a seguir en esta nueva edición de Champions League. Porque la victoria siempre es más dulce cuando ya conociste la derrota.