Hace escasamente dos meses, Tiago Mendes ni siquiera formaba parte de la actual plantilla del Atlético de Madrid, y eso que si lo había hecho en la temporada 2013/14, en la que se erigió como una pieza importantísima en el esquema del “Cholo” en el último tramo de temporada. En la actualidad, no solo es parte de esa plantilla, sino que ha vuelto a confirmarle a Diego Pablo Simeone que quiere seguir teniendo la misma importancia en su grupo.

Terminaba contrato el pasado 31 de junio tras no renovar y todo parecía que acompañaría a sus ex compañeros Filipe Luis, Diego Costa y Thibaut Courtois (tras cesión) en su desembarco en el fútbol británico. El Chelsea de José Mourinho parecía su destino, y toda la afición había aceptado la marcha del portugués, llegado al club en la temporada 2011/12. Pero en un instante todo cambió, el Atlético de Madrid confirmó el acuerdo con Tiago para que siguiera vistiendo la elástica rojiblanca y siguiera formando parte del mediocampo de Simeone.

El centrocampista luso sigue gozando de la confianza del técnico argentino, quien lo sigue alineando en los partidos de más importancia, en detrimento de Mario Suárez. Tiago ha disputado dos partidos en lo que llevamos de campaña y en los dos ha dado una verdadera lección táctica en el centro del campo.

Curiosamente ambos partidos han sido frente al Real Madrid, y sendos encuentros han caído del lado colchonero. El primero, en la vuelta de la Supercopa de España y el segundo, en el encuentro de la tercera jornada liguera. Ambos partidos los comenzó como titular y en los dos disputó los 90 minutos del choque.

En el encuentro de Supercopa, en el que el Atleti venció por 1-0 con un solitario gol de Mario Mandzukic, formó pareja con Gabi en la medular y lo hizo con un hándicap añadido durante prácticamente todo el encuentro; la tarjeta amarilla que vio en el minuto 18 y que podía haberle condicionado enormemente durante el choque. A pesar de la amonestación, el portugués cuajó un encuentro perfecto tácticamente evitando ver la segunda amarilla y dominando el centro del campo, neutralizando a los hombres de Ancolotti, que había dispuesto, como es habitual, una medular con tres hombres (Alonso – Modric – Kroos).

En el segundo encuentro, en el Santiago Bernabéu, y en el que el Atlético venció por 1-2, no solo siguió manteniendo ese rigor táctico e intensidad defensiva que hacen que Diego Pablo Simeone se decante por él para este tipo de partidos, sino que también  realizó una actuación notable en la parcela ofensiva. No en vano, el portugués fue el hombre que abrió el marcador anotando el primer tanto del choque.

Un gol, el de Tiago, que anotó tras cabecear en el primer palo un gran saque de esquina magistralmente ejecutado por Koke. Un tanto que abrió la lata en el minuto nueve  y se tornó importantísimo al término de los 90 minutos, tras los cuales el Atlético venció por un solo gol de ventaja al Real Madrid.

Un Tiago que está mostrando su mejor versión coincidiendo con un momento en el que Gabi, el capitán rojiblanco y su pareja en el centro del campo en ambos partidos, no está mostrando la suya. Sin llegar a cuajar malos encuentros, la actuación del mediocentro madrileño está lejos de poderse comparar con la de la pasada temporada, en la que fue una pieza vital en el esquema del “Cholo” Simeone.

De hecho, el técnico del Atlético de Madrid sustituyó a Gabi en el encuentro liguero frente al Real Madrid, algo poco habitual en los partidos del conjunto rojiblanco. Un cambio que demuestra la enorme confianza que tiene Simeone en un Tiago que, a pesar de que cumplirá 34 años a lo largo de esta campaña, espera seguir combinando las lecciones tácticas que ha demostrado en este inicio de temporada y alegrías a una parroquia rojiblanca que asiste regularmente a sus clases.