La marcha de Diego Costa y Filipe Luis al Chelsea de José Mourinho ha abierto un debate sobre el nuevo estilo de juego que debe adoptar el Atlético de Madrid en busca de potenciar los goles que antes conseguía el delantero hispanobrasileño con sus desmarques y sus galopadas. Algo normal, pues ambos futbolistas eran claves en el esquema de Diego Pablo Simeone respecto a los ataques, uno marcando los goles y el otro dando salida por el costado izquierdo para generar profundidad. Unas bajas que el Atlético de Madrid, en medio de encontrar ese estilo que tanto necesita, contrarresta de momento con el balón parado.

En los dos últimos partidos disputados, contra Olympiacos en Champions League y contra el Celta de Vigo en Liga, el Atlético de Madrid ha marcado 4 goles pero no ha logrado sumar tres puntos en ninguno de ellos. En Grecia se marchó con la primera derrota de la temporada mientras que en el Calderón fue el Celta el que ha rascado un punto. No será, precisamente, por la falta de oportunidades que tuvo el equipo rojiblanco, que convirtió en porteros merecedores de Selección tanto a Roberto Jiménez como a Sergio Álvarez. Contra los griegos el Atlético chutó 19 veces (5 entre palos) y contra los vigueses hasta en 18 ocasiones (8 entre palos).

Contra Olympiacos el Atlético chutó 19 veces (5 entre palos) y contra el Celta hasta en 18 ocasiones (8 entre palos) para marcar solo 4 goles. En cambio ha recibido 5 goles en 9 disparos entre palos

El problema del Atlético de Madrid no radica especialmente en la falta de gol, pues suma 10 tantos en 7 partidos aunque sí que es una cifra mejorable. Los rojiblancos tienen las grietas en el sistema defensivo, justo en la zona del campo donde más destacó la temporada pasada y cuya solidez le valió para ganar la Liga y llegar hasta la final de la Champions League. En los dos últimos partidos el Atlético de Madrid ha sufrido el mismo común denominador: ocasión que tenía su rival, gol que encajaban.

El Atlético de Madrid se ha vuelto frágil y necesita rellenar las fisuras encontradas. Las sensaciones demostradas tanto contra Olympiacos como contra el Celta de Vigo es que sus rivales hacen daño con excesiva facilidad. Entre estos dos partidos los rojiblancos han encajado cinco goles en tan solo 9 disparos a portería. Contra los griegos Oblak encajó tres goles en los tres primeros disparos a portería y el único remate que detuvo llegó en el minuto 87 de partido. "Lo de hoy (contra el Celta) en particular encajando dos goles es un poco raro. Dentro de que no es conveniente que te marquen nunca", analizó Simeone tras el empate. 

Otro de los puntos clave a tener en cuenta es la inconsistencia dentro del área. El gol con que el Tiago adelantó al Atlético de Madrid en el derbi liguero contra el Real Madrid se vio amenazado con la falta que cometió dentro del área Guilherme Siqueira, que reculó en exceso hasta hacer penalti a un Cristiano Ronaldo que transformó la pena máxima. Contra el Celta fue Joao Miranda quien no llegó a tiempo a quitarse tras el excelente regate de Carles Planas. Fue Nolito el encargado de convertir el penalti y empatar la contienda tras la remontada rojiblanca. En resumen, dos penaltis cometidos en apenas siete días.