El Atlético de Madrid apagó esta noche de miércoles las pocas voces que, con mucho descaro y poca memoria, se alzaron contra el equipo tras un comienzo que a algunos les supo a poco, sin valorar los ocho puntos conquistados en cuatro jornadas, visita al Bernabéu mediante. El cuadro rojiblanco saca la cabeza y dormirá en zona Champions tras vencer al Almería por la mínima gracias al gol de Miranda, como tantas veces, nacido en el córner. Fue suficiente el tanto del brasileño para arañar tres puntos y mantenerse en la zona noble.

Los del 'Cholo' jugaban y llegaban, pero volvían a mostrarse romos en ataque

Tal y como viene sucediendo esta temporada, los de Simeone -último partido lejos del banquillo- empezaron con más posesión de la habitual, la cual les sirvió para no sufrir mientras los hombres imaginativos calentaban motores. Y pasado el cuarto de hora, cuando el Almería despertaba y trataba de empezar a luchar de tú a tú, llegó el inicio del asedio. Griezzman, el protagonista involuntario del pasado fin de semana, avisó de cabeza antes de que lo hicieran también Godín -del mismo modo-, Tiago -desde fuera del área- o Raúl García con un bote pronto a bocajarro.

Con el Atleti tocando a rebato, la llegada del descanso fue lo mejor que le pudo pasar al cuadro de Francisco, sancionado al igual que su homólogo colchonero y delegando por ende en su segundo, Jaime. Desde su palco, el míster local apenas pudo ver acercamientos de los suyos, con Hemed muy solo, además de no caracterizarse el israelí por ser un futbolista capaz de desenvolverse sin compañeros cerca. Faltó más de Verza y, sobre todo, de Zongo y Wellington Silva, incapaces en el uno contra uno contra los laterales rivales.

Más aire con Saúl

Pese a que el guion del partido invitaba a pensar en una victoria visitante, solo pendiente de que el gol no tardase más de la cuenta en llegar, fueron precisamente los de la capital quienes primero movieron pieza. Mario, correcto pero con amarilla y desempeñando un rol prescindible si el objetivo era la victoria, dejó su sitio a Saúl y el equipo mejoró. Ubicado en el doble pivote con Tiago, ofreció muchísimo más recorrido y llegada y una mejor salida de balón.

La dinámica seguía siendo la misma, y el Atleti acrecentaba su dominio aunque no clarificaba sus llegadas. Más de diez minutos al borde del área del Almería pero sin un último pase claro empezaban a desesperar a la parroquia india, hasta que aparecieron los de siempre. Koke a la esquina con el balón, Miranda al primer palo, y el resto ya se lo saben. La fe del brasileño, que se elevó entre tres defensas que se miraban esperando a que hiciera oposición el compañero, puso la primera y a la postre última -y suficiente- piedra para la victoria. 

Tras Sergio, meta del Celta, el Atleti volvió a encumbrar a otro portero

El gol magnificó la superioridad atlética, pero esto no se pudo reflejar en el marcador. Arda Turan, demoniaco desde el perfil izquierdo, y Miranda disfrazado de mediapunta tras un rechace, tuvieron las más claras, pero siempre estuvo Rubén para frenarles. El portero fue el mejor del Almería, y mantuvo a los suyos vivos hasta el final. Su esfuerzo parecía ser baldío porque en el otro área no había una sola acción trascendente, pero lo apretado del marcador generó unos emocionantes minutos finales. Pero solo Verza, en un lanzamiento de libre directo que se perdió por poco tras salvar la barrera, tuvo opciones de variar el marcador para los locales. Para los visitantes la tuvo Cerci, pero se quedó sin espacio y no pudo sentenciar.

Finalmente, sin más tantos de unos ni de otros, se llegó a la conclusión del encuentro valiendo tres puntos el cabezazo de Miranda. Otro día de la marmota para la parroquia rojiblanca, que espanta parte de sus miedos pero debe seguir preocupada por la poca efectividad arriba. El Almería, por su parte, no tuvo opciones de llevarse nada del encuentro más allá que esperar a que el rival no encontrase portería, y no fue así.