Una de las principales preocupaciones que existía en los despachos del Vicente Calderón era encontrar en el mercado de fichajes veraniego un guardameta de las garantías de Thibaut Courtois. No era una tarea sencilla, pues el meta belga – cedido por el Chelsea - se había consolidado como uno de los mejores porteros en la centenaria historia del Atlético de Madrid, logrando dos premios Zamora consecutivos. Un hito que no se conseguía en la ribera del Manzanares desde que José Francisco Molina lo logrará en la temporada 1995/96 en aquel Atlético del ‘Doblete’.

La secretaría técnica contrató en verano a Miguel Ángel Moyá, por una cantidad cercana a los tres millones de euros, y fichó a Jan Oblak como el portero más caro de la Liga para ser el sustituto natural a la salida de Thibaut Courtois. La pretemporada, amén de la inoportuna lesión del guardameta esloveno, abrieron las puertas de la portería colchonera de par en par al meta balear, que no ha desaprovechado su oportunidad confirmando con un buen nivel su valía para hacer olvidar la figura de Courtois.

Moyá se ha ganado con sus actuaciones ser el meta titular del Atlético de Madrid. Lo fue durante la pretemporada, menos en la final del Trofeo Carranza y el primer partido contra el Numancia, y lo está siendo en Liga, a falta de averiguar si Simeone va a rotar con asiduidad para la Copa del Rey y Champions League. Su inicio ha desmontado cualquier tesis que vaticinaba que estaba lejos de la versión ofrecida por Courtois. Hasta tal punto que el exportero del Getafe ha calcado el mismo arranque que firmó el belga en su último año en el fútbol español.

En las cinco primeras jornadas de Liga, Miguel Ángel Moyá ha encajado cuatro goles: dos contra el Celta de Vigo, uno contra el Real Madrid de penalti y otro contra el Eibar. Ha dejado la portería a cero en dos ocasiones, contra el Rayo en Vallecas y contra el Almería en Los Juegos del Mediterráneo. Además ha mostrado reflejos, ha superado la prueba de fuego del derbi contra el Real Madrid en Liga y ya ha cosechado su primer título como rojiblanco encajando un único gol en los dos partidos correspondientes a la Supercopa de España contra el Real Madrid.

Mejora el primer año de Courtois

Courtois encajó 6 goles en los cinco primeros partidos que jugó contra el Atlético, dos más de los recibidos por Moyá

El caso de Thibaut Courtois en su último curso liguero con el Atlético de Madrid es similar al firmado por Miguel Ángel Moyá, con la única excepción de no haberse medido a un rival de la talla del Real Madrid en este arranque de campeonato como sí ha hecho el balear. Mantuvo también en dos jornadas (contra el Rayo en la jornada 2 y el Valladolid en la jornada 5) la portería a cero y encajó cuatro tantos contra el Sevilla (jornada 1), la Real Sociedad (jornada 3) y el Almería (jornada 4).

No obstante, Moyá tiene un mejor inicio en el Atlético de Madrid del que vivió Thibaut Courtois en su primera temporada como cedido. No debutó en la primera jornada contra Osasuna en el Vicente Calderón y se puso bajo palos por primera vez en Liga en la derrota por 1-0 contra el Valencia en la jornada 2. Debutó con derrota pero registró dos partidos, en la jornada 3 y 4 contra Racing y Sporting de Gijón, donde mantuvo la portería a cero. Una buena imagen que se vio empañada con los cinco tantos que encajó en la jornada 4 contra el Barcelona en el Camp Nou. En el quinto partido de Liga como rojiblanco, Courtois volvió a dejar la portería a cero en el empate contra el Sevilla en el Vicente Calderón.