Marcar el primer gol del partido es sinónimo de victoria para el Atlético de Madrid. Eso es, al menos, lo que ha ocurrido en todos los encuentros disputados por el equipo en esta temporada. Si, por el contrario, es el rival quien consigue inaugurar el marcador, parece escrito que la victoria quedará muy lejos de las manos rojiblancas.

El primer gol en contra para el Atlético pesa de manera alarmante en las piernas y las cabezas de los jugadores. Así ocurrió, por ejemplo, en el partido frente al Olympiakos. Ni marcando dos goles consiguieron los colchoneros llevarse la victoria en el Pireo. Comenzar con un 2-0 en contra colocó una barrera mental en los rojiblancos, que a pesar de acercarse tanto al empate no pudieron consumarlo en ningún momento del encuentro, ni mucho menos la victoria. 

Parecida escena encontraron en el Calderón frente al Celta de Vigo. El tremendo gol inesperado que consiguió Pablo Hernández para los vigueses no entraba en los planes del Atlético, que al igual que tres días antes en Champions, tenía que remar para levantar el partido. El equipo reaccionó bien en este caso, y consiguió darle la vuelta al partido. Hasta que el penalti de Miranda que transformó Nolito echó por tierra el trabajo y dio argumentos a la proposición que dice que el Atlético tiene que adelantarse en el marcador para poder llevarse el partido.

Todo lo contrario ocurre cuando el Atlético de Madrid consigue marcar el primer tanto del partido. Adelantarse es victoria segura. Este primer gol parece aportar tal tranquilidad en los jugadores que resulta difícil que alguien voltee el marcador. Esto podría deberse a la forma natural de jugar del conjunto de Simeone, que suele optar por defender de manera junta y ordenada y salir rápido al ataque cuando recupera el balón. Algo que no puede permitirse cuando su rival va por delante en el marcador. Real Madrid en la vuelta de la Supercopa de España y en Liga en el Bernabéu, Eibar y Almería han comprobado cuán difícil es conseguir que el primer gol rojiblanco quede en nada.

Es por ello que el objetivo de los de Simeone debe ser claro: marcar primero. Una vez conseguido esto, la estadística dice que su vida sobre el terreno de juego será mucho más fácil.