El Atlético de Madrid actual no podría ser concebido igual sin la figura de Diego Pablo Simeone a la cabeza. El técnico argentino ha dotado al conjunto colchonero de su carácter luchador y con ello se ha convertido en un equipo con un estilo muy reconocible. El Cholo ha sabido transmitir su personalidad al conjunto rojiblanco.

Probablemente esto no hubiese sido posible, si el pasado como jugador de Simeone no hubiese estado ligado a la entidad del Manzanares. Los cinco años en la plantilla en dos épocas diferentes, fueron suficientes para que el bonaerense se hiciese parte fundamental de la historia del club. A pesar de no ser demasiado tiempo, llegó a ser capitán del equipo y formó parte del histórico doblete, donde fue pieza imprescindible en él. El técnico lleva sangre colchonera y eso, también se nota. Todo ello y su regreso como entrenador plagado de éxitos, han conseguido que la afición haya hecho comunión total con equipo y entrenador.

El Esapanyol también ha apostado por alguien de la casa como lo es Simeone en el Atleti.

Quizá Guardiola en su época dorada con el Barcelona ha sido el ejemplo más claro y brillante de la unión que puede haber entre entrenador y equipo cuando este ha pasado como jugador antes. El Espanyol, próximo rival del Atlético de Madrid, ha apostado esta temporada por algo similar a lo que supone Simeone en el conjunto de la ribera del Manzanares o lo que fue Pep para el conjunto azulgrana.

Buen comienzo

Sergio González fue jugador del Espanyol durante siete temporadas, cuatro en el primer equipo y tres en el filial, desde la temporada 95/96 hasta el año 2001 que se marchó al Deportivo de La Coruña. En el conjunto perico han optado por un hombre que fue de la casa y que conoce bien cómo funciona el equipo.

Sergio no ha empezado mal con el Espanyol. En siete jornadas sólo ha perdido dos encuentros y fueron frente a dos de los equipos de arriba, Sevilla y Valencia. En los últimos tres partidos no ha encajado ningún gol, lo cual es señal de su buen trabajo en defensa y en intensidad.

Precisamente esa es otra de las similitudes entre él y Simeone. La llegada de Sergio al Espanyol le ha dado un punto extra de intensidad al equipo, un juego muy similar al que practica el Atleti del Cholo. Además, tras una corta experiencia de Sergio como entrenador, el que fuera su club ha apostado por él, como lo hiciera el Atleti con el Cholo a pesar de su poca experiencia en los banquillos.

El único partido que les enfrentó como jugadores acabó en empate sin goles.

Ambos ya se encontraron como jugadores frente a frente cuando el de Hospitalet vestía la camiseta del Deportivo de La Coruña. Fue en la temporada 2003/04 cuando Simeone había vuelto al club rojiblanco después de su paso por el Calcio. Sergio estaba en su tercera temporada de las nueve que jugó en el equipo gallego. Fue el 21 de febrero de 2004 en la Jornada 25, el partido se disputó en el Vicente Calderón y terminó con un empate sin goles. Sergio fue titular en el equipo que dirigía Javier Irureta y que estaba integrado por jugadores míticos como Mauro Silva, Fran, Valerón, Djalminha, Tristán, Luque, Pandiani o Capdevila. Simeone salió en el minuto 75 sustituyendo a Ibagaza. 15 minutos fueron suficientes para que el argentino viese la tarjeta amarilla.

Fue ese el único partido que ambos entrenadores ahora, disputaron cara a cara como jugadores. En realidad 15 minutos que acabaron en un empate a cero. Este será el primer encuentro en el que ambos se encuentren dirigiendo al que fue su equipo también como jugadores. Sergio sigue más o menos los pasos de Simeone y ahora, de nuevo a orillas del Manzanares, ambos se verán las caras de nuevo, esta vez desde el banquillo.

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