El Guadalajara inutiliza el show de Iván Alejo

Atlético B y Guadalajara empataron a dos tantos en la tarde-noche del sábado en Majadahonda. Ambos equipos ofrecieron un entretenido partido de cara al espectador, pero de esos que tan poco gustan a los entrenadores: muchos errores en lo táctico, goles en ambas porterías y un punto para sendos equipos que, a pesar de ser bueno, deja un sabor agridulce por su insuficiencia ante las aspiraciones de estas dos grandes plantillas que hoy se enfrentaron. Un Guadalajara que consiguió sacar un punto de un partido que fue un verdadero recital del extremo derecho rojiblanco Iván Alejo, al que solo le faltó llevar a su equipo a la victoria.

El conjunto alcarreño empezó fuerte el partido, con firmeza, dando muestras de que ellos eran los que tenían los galones y la experiencia sobre el césped. A simple vista, viendo alineaciones y semblantes de los 22 protagonistas, solo se podía sacar una lectura muy clara: un equipo de hombres, de futbolistas bien formados, visitaba el Cerro para enfrentarse a un grupo joven, por hacer, pero de tremenda calidad.

Samu se aprovecha del inicio del recital de Iván Alejo

Alejo asiste y Samu define

Desde bien pronto, se pudo ver con claridad quien sería la figura del partido, un jugador que será nombrado tantas veces en las siguientes líneas, como las que fue un quebradero de cabeza para la defensa morada, es decir, una vez tras otra y sin cesar. Hablamos de Iván Alejo, quien convertía el partido en un monólogo cuándo y cómo quería, a su antojo.

Alejo, que cuajó su mejor partido con la elástica rojiblanca, muy pronto se decidió a ser importante para el luminoso. Asistencia inmejorable para Samu Sáiz tras una veloz internada por la derecha, y el mediapunta la mandaba a las redes con un gran definición de primeras. Era el minuto siete, y el Atlético B se ponía por delante.

Con esa pequeña renta en el marcador, el Atlético de Madrid B siguió con el buen fútbol que había planteado hasta el momento. En cambio, el Guadalajara, aguardaba en su campo, con templanza y seguridad, despacito pero con buena letra, sin desesperarse ante la velocidad de los atacantes del filial, sobre todo, por su costado derecho con el mencionado Iván Alejo. El vallisoletano se cargó rápido a su pareja de baile Manzano, lateral del 'Guada', al que Salvachúa decidió retirar en el minuto 29 ante la autopista que estaba siendo su lateral. Mal no le salió la jugada, destacando la labor defensiva de Kevin Lacruz.

Arroyo y Pérez enturbian la buena labor rojiblanca; Alejo contraataca

El paso de los minutos fue dando el dominio del partido al equipo morado, quien embotelló en campo propio a los rojiblancos en el tramo final del primer acto y encontró su premio en forma de golazo de Rubén Arroyo. El atacante alcarreño se sacó un tremendo latigazo lejano que sorprendió a David Gil, instalando las tablas poco antes del descanso.

Tras la reanudación, el partido inició lento y muy estático, lejos de la velocidad de juego que se vio en el primer acto. La sensación era clara: cada acercamiento del Guadalajara daba una impresión de peligro, cada ataque hacía ver el gol alcarreño. Y así fue, saque de esquina que Toledo peinaba y, libre de marca, Pérez se encontraba el gol del 1 a 2 con tremenda facilidad dentro del área.

La sombra del Sestao -equipo que se llevó los tres puntos del Cerro sin apenas merecerlo- ensombrecía de nuevo las gradas del Cerro del Espino, pero los jugadores del filial colchonero se encargaron de despejar las dudas con un fútbol lleno de pundonor. Cuando todo se veía oscuro ya para los del Atlético B, los eléctricos contragolpes que montaron Alejo, Samu y compañía los sacaron del atolladero. En uno de ellos, quien sino Alejo, lo culminaba en gol (2-2) tras una jugada combinativa a la contra de manual. Asistía Héctor con un sutil toque de cabeza para que Alejo redondeara su enorme actuación individual con el gol del empate. El show de Alejo no podía acabar en tragedia.

Final trepidante que acabó en reparto de puntos

Sí que pudo acabar con una alegría, pero Héctor no acertó en un mano a mano clarísimo con Lechuga que, finalmente, Rangel sacó bajo palos. Tras el gol de Ivi, los rojiblancos se desataron por momentos, siempre a la contra, dañando en cada pérdida de balón de los de Carlos Salvachúa. También pudieron ganar los visitantes, pero Molinero y se topó con las salvadoras intervenciones de David Gil.

Y así acabó uno de los mejores encuentros que se recuerdan en mucho tiempo por el Cerro del Espino, con un empate que no por escaso es malo, sino todo lo contrario. Dos de las mejores plantillas del Grupo II deleitaron al espectador y dieron unas grandes sensaciones de cara al futuro, catorce puntos ambos y a seguir peleando en lo más alto.

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