Nada nuevo bajo el sol de Madrid. Koke sigue siendo Koke, y lo demuestra partido a partido. España ya lo sabía, y Europa cada vez es más consciente de ello. Ahora, al joven canterano se le ha ocurrido meterse entre los siete jugadores que más distancia recorren en los partidos disputados en Champions League: 24.393 metros en dos encuentros, 17 kilómetros recorridos sólo ante el Olympiakos. 

El mismísimo Milinko Pantic se sorprende de la capacidad de Koke para correr y correr sin descanso. En una entrevista en la Cadena COPE, el exjugador aseguraba que admiraba su capacidad trabajo. "Si yo tuviera sus pulmones...", decía al tiempo que aseguraba que Koke es mucho mejor de lo que él fue.

Koke está entre los siete futbolistas que más distancia han recorrido en Champions: 24 kilómetros

Pero Koke no necesita comparaciones. Él es el ejemplo de que el trabajo crea buenos jugadores, pero que correr 17 kilómetros no tiene sentido si no se hace con inteligencia. Y Koke lo hace. Él es, también, la flor que ha cultivado Simeone desde que llegara al banquillo del Atlético de Madrid, y que ahora se está convirtiendo en la más bella de la orilla del Manzanares. El argentino colocó a Koke en la luz para que creciera, con agua y cariño, y para que ahora el mundo del fútbol le admire y quiera llevárselo a su terreno. 

Comodín rojiblanco

Koke corre sin descanso, y no le importa la posición desde la que tenga que desfondarse. Si le toca partir desde una banda e hincharse a asistencias, el canterano no tiene problema en hacerlo. Si le toca hacerlo desde el mediocentro -como es probable que ocurra en el partido ante el Malmö por las bajas de Tiago y Gabi- igualmente está dispuesto a utilizar ese trote característico para llevar a su equipo de toda la vida a la victoria una vez más. 

A todo ello, se le suma aquello que comparte con Pantic, y no son los pulmones. Ese don para poner el balón exactamente donde quiere, especialmente en la cabeza de sus compañeros que parecen empeñados en que el Atlético de Madrid vuelva a llamarse Atlético Aviación.

Así que Koke bota los córners, saca las faltas, defiende y recupera el balón, canaliza el juego y, de vez en cuando, marca goles al Real Madrid o al Fútbol Club Barcelona. En la banda, o en el centro del campo, sin parar de recorrer kilómetros, igual en España que en Europa. La Champions League ya conoce al chico para todo del Atlético de Madrid y su gusto por recorrer kilómetros con la camiseta rojiblanca.