“Es como un rollo zen”. Arda juega como habla. Sin prisa. Sin pausa. De esta manera tan mística la estrella turca definía en una entrevista el cambio emocional que sufre desde que sube las escaleras, excitado y nervioso por las expectativas iniciales, que llevan al césped del Vicente Calderón hasta el momento que el colegiado del encuentro señala el inicio del partido. Un clic en su cabeza que cambia por completo su actitud. Se relaja. Disfruta. Se sabe que es determinante cuando su físico le concede una tregua. “Probablemente estoy loco”, resume Turan con un maravilloso gracejo.

Arda Turan es un genio. Una cualidad indiscutible. Al excelso jugador canchero que hacía las delicias en Turquía se ha construido un guerrero que ha mejorado sus prestaciones con el sacrificio y la lucha en los aspectos defensivos. Tiene todas las características que Simeone busca en un jugador. Talento y entrega. Calidad y brega. A partes iguales. Son solo algunas de las virtudes por las que ‘el Cholo’ está enamorado de su fútbol. “No habla español, yo creo que nos entendemos por la piel, por la mirada. Hay gente con la que a veces no es necesario hablar, la miras y hay algo que te conecta. Si no, no existiría el amor a primera vista”, llegó a reconocer el argentino en una entrevista.

Contra el Malmö estuvo 69 minutos en el césped pero se bastó únicamente de 20 minutos para revolucionar al Atlético de Madrid y conducirlo hasta la victoria. En una primera parte en la que los colchoneros se estrellaron contra el orden establecido por Hareide, Arda Turan marcó los tempos y frotó la lámpara en el segundo tiempo. Detuvo el tiempo dentro del área, puso la pausa y picó un balón para asistir a Koke en el gol que abrió la lata. Instantes después recibió de espaldas, giró medio cuerpo y prolongó el balón para que Koke colgara un balón medido hacia un Mandzukic que aumentó las rentas en el marcador. Si Arda luce, el Atlético de Simeone deslumbra.

En pie

Arda encadena un partido más de Champions League demostrando ser decisivo en beneficio del Atlético de Madrid. Tras el descalabro vivido en El Pireo contra el Olympiacos, el genio turco resolvió la encrucijada marcando el tanto en solitario para vencer a la Juventus y encarrila con su magia el contundente triunfo contra el Malmö en el Vicente Calderón. Tres acciones que han sido determinantes para sumar seis puntos de nueve posibles en la fase de grupos.

El público del Calderón, de los más exigentes y agradecidos de toda Europa, ha sabido reconocer las actuaciones del futbolista turco en el momento que Simeone le concedió un descanso para no quemar de más sus cartuchos. Arda, que puso la música, se marchó entre los aplausos del respetable colchonero en el momento que Raúl García ingresaba en el terreno de juego.    

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Sobre el autor
Víctor Molina Pozo
Madrid. Redactor del Atlético de Madrid B. Hasta junio de 2015 fui Moderador de contenidos de VAVEL. También Coordinador y redactor del Atlético de Madrid. Gestioné la cuenta @Atleti_VAVEL. E-mail de contacto: [email protected]