Nacido en Rosario (Argentina) hace diecinueve años, Ángel Correa marcó sus primeros goles en el Alianza Sport, equipo de su ciudad natal. A los doce años, el San Lorenzo argentino se fijó en él y le ofreció entrar en la cantera azulgrana. Desde ahí, los goles han hablado por Correa. Temporada por temporada, el argentino iba subiendo de categoría hasta que, en el año 2011, ganó el título de la Séptima, la liga juvenil argentina.

Sin embargo, cerca estuvo de marcharse de San Lorenzo en 2012, sin apenas haber debutado con el primer equipo. Los directivos del equipo argentino se olvidaron del contrato de Correa, que estuvo muy cerca de marcharse como jugador libre al Benfica. Sin embargo, el ruido que causó la posible marcha de la joya de San Lorenzo a Europa a coste cero propició que el equipo azulgrana le pusiera sobre la mesa su primer contrato profesional.

Correa pudo ser jugador del Benfica antes de debutar con San Lorenzo

Firmó Ángel Correa y debutó en la temporada 2012/2013 bajo las órdenes de Juan Antonio Pizzi. Lo hizo ante Newell´s ingresando en el terreno de juego en detrimento de Enzo Kalinski. Desde ese momento, se convirtió en el jugador número doce de San Lorenzo hasta que, ante Quilmes, debutó como titular. Mostraba detalles de lo que podía llegar a ser, pero se le resistía el gol.

Los gambeteos, que a muchos les recuerda a los de un tal Sergio Agüero, obtuvieron la recompensa que merecían. San Lorezo ganaba por 2-0 a Boca Juniors en casa. Los visitantes apretaban y estaba más cerca el gol de Boca que el de la sentencia. Sin embargo, Ángel Correa no quiso que fuera así. Cogió la pelota en el centro del campo, acercándose al área, hizo una pared con Julio Buffarini, que le devolvió la pelota para que el juvenil de San Lorenzo se estrenara con el primer equipo. Fusiló al arquero y sentenció el partido. Después de abrir la lata, Correa le cogió el gusto y fue atravesando porterías jornada tras jornada. Al final, San Lorenzo acabó en el cuarto puesto con treinta y dos puntos y con una joya que marcó cuatro goles y dio otros tantos.

En su primera temporada en San Lorezo marcó cuatro goles y dio otros cuatro

La temporada siguiente iba a ser la de su consagración. Se consolidó como titular en la dupla de ataque junto al jugador uruguayo Martín Cauteruccio, con quien formó una delantera que se entendía a la perfección. Sin embargo, de nuevo se le volvía a atravesar el gol. Un hecho que hizo que el rol del atacante argentino cambiara por completo. Su misión: asistir. Tanto fue así que cerró la temporada con doce asistencias y ocho goles. Goles y asistencias que sirvieron para que San Lorenzo se llevara el título del Torneo Inicial.

Sus actuaciones retumbaron en Europa y los medios argentinos ya especulaban con la posibilidad de que el delantero recalara en algún grande del Viejo Continente. Sin embargo, el jugador prefirió jugar la Libertadores, donde marcó dos goles, y el Torneo Final. Su buen hacer, sus regates, sus goles, sus asistencias y su técnica hicieron que en el Atlético de Madrid se pusieran manos a la obra. Y así fue. Antes de proclamarse el conjunto rojiblanco campeón de la pasada Liga, Ángel Correa ya era, oficialmente, jugador del Atlético de Madrid.

El resto de la historia ya la conocen. Cerrada la venta de la joya de San Lorenzo al equipo del Cholo Simeone por o millones de euros, los doctores del Atleti le detectaron una afección cardíaca por la que tuvo que ser operado. Hecho que le impidió jugar la final de la Copa Libertadores y que le ha mantenido en el dique seco hasta ahora, cuando ya se está despertando de su pesadilla. Los nubarrones capean para el delantero argentino que ve cada vez más cerca su debut a las órdenes de Simeone. Sólo queda una firma.