Echaba mucho de menos la Liga el Vicente Calderón. Mucho más, aún, después de que el equipo rojiblanco firmase una derrota en el último duelo liguero. De nuevo un rival andaluz, como lo fue el Córdoba hace dos jornadas, visitaba el feudo rojiblanco. El Málaga buscaba romper la racha de 25 partidos sin perder en casa que el Atlético defendía. Unos 44.000 espectadores abarrotaban la grada a orillas del Manzanares, mil de ellos malaguistas.

Inició la primera mitad el Atlético de Madrid como de costumbre: atacando. Lo intentaban los rojiblancos apareciendo desde las bandas y pudo llegar el primer tanto en los primeros minutos si Mandzukic hubiese llegado a un buen centro de Ansaldi.

Quería imponer su juego el conjunto andaluz, pero la férrea defensa del Atlético se lo limitaba. La línea de presión de los locales estaba también muy adelantada, lo que obligaba al equipo de Javi Gracia a iniciar las jugadas en largo, sin posibilidades apenas de crear desde su área.

Arda guía a los suyos

Por su parte el Atlético seguía buscando el primer tanto, tocando y tocando. Una buena jugada desde la banda derecha de Juanfran puso un balón al área que dejó pasar Arda, lo que sirvió a Koke para disparar a puerta, si bien el balón golpeó en la defensa blanquiazul. La grada del Calderón pedía penalti, algo que no lo consideró el colegiado. El córner botado por el '6' rojiblanco al primer palo hizo que apareciese una vez más el 'Atlético Aviación' y así, Tiago se adelantó a su marcaje y se alzó más que ninguno al cielo de Madrid para batir a Kameni. Era el minuto 12 de la primera mitad.

Le dio alas el gol al Atlético, que se volcó hacia el área malaguista. En una de estas jugadas de ataque Arda Turan tocaba el esférico con la cabeza cuando Antunes metió el pie y golpeó la cabeza del turco, haciéndole sangrar por la nariz. Tuvo que ser atendido el otomano, que volvió minutos después al terreno de juego sin más problemas, recibiendo la ovación del Calderón.

Seguía empeñado el equipo de Simeone en conseguir el segundo tanto y lo pretendía por las bandas. En línea tres cuartos se volcaba el juego del Atlético, tocando y mimando la pelota. Una buena jugada de Mandzukic, Griezmann y Ansaldi terminó en un despeje de la defensa. El Atleti jugaba a lo que quería.

Quería elaborar el Málaga, pero seguían los madrileños controlando el partido. Parecía el partido de los golpes porque después de Arda tuvo que salir del campo Mandzukic, quejándose de uno en la cara. Minutos después era por otro jugador del Atlético, el capitán Gabi, por quien se paraba el encuentro tras haber recibido un codazo de Castillejo.

El Atlético bailaba al son del compás que marcaba Arda Turan desde su banda derecha, mientras que Griezmann se mostraba muy participativo en cada jugada de ataque. Un buen contragolpe del Atleti pudo darle el segundo, pero el francés se escoró demasiado hacia la banda izquieda y se esfumó el peligro. El gol tendría que esperar.

Estos parones no beneficiaban al Atlético, mientras que el Málaga, aunque muy estático, buscaba el empate. No terminaban de crear peligro los andaluces en la portería del Atleti, cuyas jugadas carecían de finalidad: un centro de Samuel que detuvo Moyá y un fuera de juego Santa Cruz. Muy sólido el Atlético; el Málaga no encontraba espacios para llegar y marcar.

Sí lo hizo el Atleti en el minuto 42. Una pared protagonizada por Arda Turan y Mandzukic en banda derecha sirvió en bandeja el segundo tanto de la tarde para que El Principito Griezmann no dejase escapar el pase de la muerte del turco y marcarse a placer.

Una segunda mitad muy distinta

Empezó la segunda mitad como terminó la primera. Una buena falta que le costó la amarilla a Samuel la puso en juego el Atlético con estrategia pero no salió como esperaba. Al minuto, Griezmann vería también cartulina por un agarrón.

Lo intentó el Málaga primero con un tiro que se marchó alto de Juanmi y después con Castillejo, quien pidió penalti por un golpe en la cara. El Málaga reclamaba la pena máxima, algo que no consideró el colegiado. La protesta de Camacho ante esta jugada le costó la amarilla. No quería que no se le fuese de las manos el partido Teixieira Vitines y volvió a sacar tarjeta amarilla, esta vez para Gabi: 4 amarillas en 6 minutos.

El partido se convirtió en un ir y venir de ataques, si bien la ocasión más clara fue del Atlético de Madrid, con un centro chut de Ansaldi que no encontró ni compañero ni portería.

Antes de la hora de partido, en el minuto 56, pedía el cambio Mandzukic tirándose al césped, quejándose del hombro, según parecía. Simeone daba premio al trabajo y esfuerzo diario de Raúl Jiménez. El Calderón despedía al croata en pie y recibía con aplausos al mexicano.

Y la tuvo Jiménez a los pocos minutos de entrar, cabeceando un balón medido que puso Ansaldi con mucha templanza. Sacó el esférico bien Kameni bajo los palos evitando el tercero de los locales. Pero fue Santa Cruz quien encontró premio el Málaga. Aprovechó la espalda de los mediocentros para salir a la contra. El delantero recibió el balón y con un buen derechazo acortó distancias.

Volvía a la carga el Atlético de Madrid. Tuvo una nueva oportunidad el mexicano, reventando el balón ante Kameni, que volvió a salvar a su equipo. En la siguiente jugada sería Giménez quien, con un cabezazo, se acercarse a la portería blanquiazul.

Tras el gol se volcó el Málaga en la búsqueda del empate. Por su parte, el Atlético quería aumentar su ventaja con un Calderón volcado con los suyos. Era un y venir de jugadas de ataque de ambos equipos, en busca de un gol que se resistía. Godín salvó al Atlético en una jugada en la que Juanmi se quedaba solo ante Moyá. Acto seguido, por una falta rigurosa, Samuel fue expulsado por doble amarilla.

Griezmann tuvo en sus botas el tercero del Atlético hasta en dos ocasiones antes de ser sustituido por Saúl. Primero con un disparo que se marcho por el fondo de la red; después con un pase a Jiménez al que no llegó el mexicano. Pero fue la cabeza de Godín, cómo no, quien consiguió sentenciar el partido. Apareció como un auténtico rayo dentro del área andaluz para hacer el 3-1 definitivo.

Desde entonces y hasta el final, el Málaga buscó recortar mientras el Atleti defendió su marcador sin olvidar su juego ofensivo: nunca está de más otro tanto, aunque el marcador no se movería. Gabi, por doble amarilla, fue expulsado en los minutos finales.

Llegó la venganza del partido que el año pasado impidió a Simeone ser campeón en su casa y le obligó a hacerlo una semana después. 26 partidos sin perder lleva el Atleti en casa en Liga. Ahora, a pensar en el Olympiacos.

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Sobre el autor
Ainhoa Sánchez
PERIODISMO. Ser anti - algo en la vida me parece que es bastante negativo.