Volvía el fútbol al Vicente Calderón después de los graves incidentes que marcaron el último duelo que se disputó a orillas del Manzanares ante el Deportivo de La Coruña y que se saldó con la muerte de uno de los ultras deportivistas.

Los aledaños del Vicente Calderón se llenaron de Seguridad Nacional, en las puertas del estadio se recordaban las normas de comportamiento y los controles en las entradas se ampliaron; todo ello para que solo el fútbol fuese el protagonista de esta tarde de domingo. 

Fría tarde en Madrid y ambiente raro en la grada del Manzanares. Saltaron al terreno de juego los jugadores y comenzó a animar el Calderón, a dar calor a los suyos con aplausos y cánticos. Simeone alineó a Miranda, que entraba en el once inicial después de su lesión con Brasil, en detrimento del joven Giménez, que se quedaba en el banquillo. En la delantera, acompañando a Mario Mandzukic, Raúl García le ganaba la partida a Griezmann. 

Se inició el encuentro con el Atlético volcado en ataque, buscando a Mandzukic y jugando siempre de cara a la portería rival. Desde la banda derecha pudo llegar el gol. Arda Turan ponía un buen balón paralelo a la línea de fondo que no encontró rematador y se paseó por el área visitante; Siqueira disparó pero no vio puerta.

Trataba de combinar el Villarreal, al que los rojiblancos no le concedían espacio alguno para poder sacar el balón jugado. La línea de presión rojiblanca obligaba a los de Castellón a jugar en largo. Solo en los últimos minutos de la primera mitad causaron más peligro, con un tiro de Cherysev tras una buena contra de los visitantes. El ruso prefirió tirar antes que asistir a que le acompañaba en el ataque.

Las llegadas de los de Marcelino no llegaban, mientras las embestidas rojiblancas eran incansables. El dominio rojiblanco era impecable, al que solo le faltaba el gol, que bien pudo llegar con un potente disparo desde fuera del área de Koke que se marchó rozando el palo derecho de Asenjo.

Arda en banda derecha lideraba el ataque, acompañado de su fiel socio Juanfran. Era en este lateral donde se sucedían las jugadas con mayor peligro y desde ahí pudo llegar el primer tanto tras un gran cabezazo de Godín a pase del turco, que se marchó alto. Los centros al área se repetían, pero gracias a la contundencia defensiva del Villarreal el gol rojiblanco  no llegaba. Y cuando no, Asenjo se encargaba de salvar a los suyos. El guardameta desvió a córner un disparo de Tiago al palo corto tras un buen pase de Juanfran.

El final de la primera mitad se convirtió en una sucesión de parones. Las protestas al colegiado Pérez Montero por sus decisiones -4 tarjetas amarillas, dos para cada equipo- se juntaban con las quejas que exclamaba el Calderón.

Salió el Atlético de Madrid buscando el ansiado primer tanto y su banda izquierda que había estado desierta en ataque durante los primeros cuarenta y cinco minutos. También pretendía el gol el Villarreal y fueron los visitantes quienes lo rozaron de los pies de Vietto, cuyo tiro desde la frontal se marchó fuera. El Submarino se abrió por medio de sus bandas y los laterales lo aprovechaban para llegar al ataque, con recuperaciones de balones en campo contrario.

Madzukic tuvo en su cabeza el tanto, pero de nuevo salvó Asenjo a bocajarro. El croata remató de cabeza solo ante el portero, quien detuvo a quemarropa el cabezazo. Y lo anotó el punta cuando apareció el mago Arda poniendo un balón medido para el '9' rojiblanco, tras detener, como solo él sabe, el tiempo: carrera de sesenta metros para aguantar, recortar y centrar. El árbitro consideró anularlo por falta del delantero en su remate.

El partido se convirtió en un ir y venir de ataques. El Atlético los elaboraba mientras que el Submarino se aprovechaba de las contras y de los robos de balón que protagonizaban. Cherysev y Vietto combinaron tras robarle a Miranda un balón en línea de tres cuartos, en el momento en el que al central le faltó seguridad. Pero Moyá volvió a detener el disparo del '7' amarillo.

Con Griezmann y Cerci en el campo Simeone metía más dinamita al ataque colchonero, pero no protagonizaron revolución alguna. Godín la tuvo tras un buen pase de Koke y Tiago con un disparo que se fue por encima del larguero. Por su parte, el VIllarreal seguí aprobando a Moyá que sacó una buena mano al zurdazo de Cherysev. Pero fue Vietto el que recogió su recompensa. Moi Gómez asistió al joven delantero que rompió la cintura a Godín y batió al guardameta rojiblanco.

Persiguió el empate el Atleti, pero no lo consiguió. El único tanto del partido sirvió a los de Marcelino para que el Calderón viese una derrota de su equipo en Liga desde mayo de 2013.