A pesar de que Athletic y Atlético de Madrid tienen una historia común y unas raíces compartidas, a lo largo de los años la rivalidad entre ambos equipos rojiblancos se ha hecho patente en cada visita en uno y otro campo. Si bien es cierto que siempre ha habido una especial rivalidad entre ambos, lo ocurrido entre Simeone y Julen Guerrero terminó de estropear las relaciones entre ambos equipos.

El 8 de diciembre de 1996 quedó grabado a fuego en la afición de San Mamés. Ese día Diego Pablo Simeone vivió uno de sus días más negros en el mundo del fútbol. La entrada del jugador del Atlético de Madrid a Julen Guerrero ha marcado y estigmatizado al argentino hasta el día de hoy convirtiéndolo en villano. Han pasado ya más de 18 años desde aquel día, pero a nadie se le han olvidado las imágenes de la cicatriz que las botas del Cholo dejaron en el muslo del jugador de Portugalete y menos en Bilbao.

Simeone se molestó porque según él, "lo que pasa en el campo, se queda en el campo".

Por aquel entonces Julen Guerrero era todo un icono del Athletic y Simeone ya era el corazón del Atleti. Aquella entrada que en su momento no fue sancionada en el campo por el árbitro del partido, Barrenechea Montero, más tarde fue denunciada por el propio jugador y el club. Finalmente Simeone fue castigado con tres partidos de sanción. El argentino se mostró especialmente molesto porque según él mismo dijo “lo que pasa en el campo, se queda en el campo”. Pocos meses después, el Cholo fue víctima de una entrada similar por parte de Fernando Couto. En esa ocasión, el jugador rojiblanco se negó a denunciar manteniendo el discurso que había defendido en el caso de Julen Guerrero.

Pasados los años a Simeone le ha acompañado la sombra de lo ocurrido aquel día en San Mamés. Después de aquel partido en el que Antic finalmente decidió retirarle del campo, como jugador apenas disputó un par de minutos más frente al Athletic. Fue en su regreso al conjunto colchonero en la temporada 2003-2004. En aquella ocasión el Atleti venció por 3-4 y Simeone entró en el minuto 88 sustituyendo a Álvaro Novo. Julen Guerrero también jugó ese partido, como titular. Pero no llegaron a coincidir en el campo ya que el jugador vasco fue sustituido antes del minuto 80.

Insultos desde la grada

Pero cuando el Cholo ha tenido que sufrir de verdad a la afición de San Mamés ha sido en su época como entrenador. Su primera visita a la Catedral fue en la temporada 2012-2013. Los colchoneros venían de vencer al Athletic en la final de la Europa League, algo que tampoco ayudaba a mejorar el recibimiento. En ese partido de Liga los locales vencieron por un contundente 3-0 en un encuentro en el que Cholo reservó a algunos de sus jugadores más importantes ya que había una eliminatoria de semifinales de Copa ante el Sevilla en pocos días. Con el partido encarrilado, la afición empezó a proferir cánticos contra Simeone. El técnico argentino entró al trapo con algunos de los aficionados que estaban cerca del banquillo recordando la final que le habían ganado meses atrás.

Lo ocurrido hace dos temporadas no es un caso aislado. Los piques entre Simeone y la afición del Athletic se suele repetir con cada nuevo encuentro entre ambos equipos. La última entrega de este culebrón se dio la pasada temporada en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. Tras el encuentro donde los colchoneros vencieron por 1-2 y lograron el pase a la siguiente ronda, el Cholo habló en rueda de prensa donde tuvo una dedicatoria a la afición de San Mamés. El argentino quiso felicitar a la afición no sin un deje de ironía en sus palabras: “Ante todo tengo que decir que siento un gran respeto por el Athletic y su estadio. Es un estadio de fútbol, más allá de los insultos, no pasa nada, somos gente de fútbol e interpretamos todo. El fútbol es pasión y aquí se vive el fútbol puro. Es increíble como alientan a su equipo”, dijo el Cholo en una rueda de prensa muy recordada. Y es que al terminar un periodista de Bilbao le recordó que en el Calderón también se escuchan cantos poco cariñosos hacia Gurpegui. El argentino contestó con un sencillo “no los escuché”.

El domingo Simeone y San Mamés se vuelven a encontrar y habrá que ver qué sucede en esta ocasión. Con las nuevas sanciones a los equipos por cánticos que profieran insultos, probablemente el público de la Catedral tendrá que morderse la lengua o tirar de ironía para recordar a uno de los villanos de la afición de San Mamés.