Reducir la llegada de Fernando Torres, en calidad de cedido hasta el mes de junio del año 2016 – fecha en la que acaba contrato con el AC Milan - , a números, estadísticas y goles sería simplificar el enorme impacto de su regreso al Vicente Calderón, la casa en la que sus huéspedes tanto se enorgullecen de su contratación. ‘El Niño’, que regresa hecho un hombre con un Mundial, dos Eurocopas, una Champions League, una Europa League y una FA Cup bajo el brazo, viene de marcar tan solo 8 goles en 36 partidos jugados en el año 2014. Cifras escasas para un Atlético de Madrid que aspira, a día de hoy y como cuenta su centenaria historia, a todo, tanto en Liga como en Copa del Rey y Champions League.

Con 17 años debutó, con 18 se echó el equipo a la espalda y con 19 aguantó los reveses de un club carente de ambición. Regresa con 30, hecho todo un hombre

Pero el Atlético de Madrid que lidera un soñador como Diego Pablo Simeone, con cinco títulos en apenas tres años, es algo más que simples números, que ofrecen una explicación pero no una confirmación a una realidad. El Atleti del ‘Cholo’ es un equipo visceral, tejido de alma y espíritu, que se entiende, concibe y construye a través de las emociones más sentimentales y románticas. Su regreso a la ribera del Manzanares está avalada por el elevado componente emocional que supone tener de vuelta a un ídolo que con 17 años debutó con el primer equipo, con 18 se echó el equipo a la espalda y con 19 aguantó estoicamente los reveses de un club y unos jugadores carentes de ambición y negados a tener éxito.

Siete años después y con una lesión de rodilla que influyó en su rendimiento en la Premier League, Fernando Torres regresa a Madrid, un lugar donde tiene el cariño de una afición y la confianza de un técnico que no supo encontrar ni en el Chelsea ni en el AC Milan, ni con José Mourinho ni con ‘Pippo’ Inzaghi, entre otros técnicos. Terceros en Liga, con un duro enfrentamiento contra el Real Madrid en octavos de final de la Copa del Rey y clasificados para los octavos de final de la Champions League contra el Bayer de Leverkusen, la llegada de Fernando Torres al Atlético de Madrid es una inyección de motivación, que insufla oxígeno y ganas a un grupo humano que no se cansa de competir ‘partido a partido’ contra los mejores de Europa.

Fernando Torres ya no es aquel niño con pecas que debutó contra el Leganés con 17 años y marcó su primer gol con la misma edad al Albacete en Segunda División. Ya no es aquel jugador que, en solitario, peleaba por dignificar el escudo del oso y del madroño y defender el nombre de una entidad histórica como lo es el Atlético de Madrid. Aquel niño, que nunca dejará serlo para una afición que lo ha visto nacer, crecer, independizarse y hacerse un nombre lejos de la ribera del Manzanares, ya tiene 30 años de edad, regresa al Atlético de Madrid, a la que ha sido su única casa en sus 13 años como profesional, para visitar a ‘Neptuno’ y celebrar su primer título como colchonero. Un acto de justicia para un delantero que desde la cercanía o la lejanía ha defendido los intereses del equipo rojiblanco.

Un capitán a la sombra

Costará ver a Fernando Torres de nuevo con la camiseta del Atlético de Madrid pero sin su característico ‘9’ a la espalda, dorsal que en la actualidad porta el goleador Mario Mandzukic. También sin el brazalete de capitán que hoy en día llevan con orgullo en el brazo, en función de la jerarquía y veteranía en la ribera del Manzanares, Gabi Fernández, Raúl García y Diego Godín. El regreso de ‘El Niño’ lo convierte en un capitán a la sombra para el Atlético de Madrid, en un jugador con la experiencia de haber jugado finales de Champions League y Eurocopas, de haber ganado Mundiales y competiciones europeas, de haber marcado decisivos goles como aquel que lograba en el Camp Nou y daba el pase a la final de la Champions League o el que supuso la segunda Eurocopa en la historia de la Selección. Portará el ‘19’ que está libre y volverá a compartir vestuario con todo un líder como Diego Pablo Simeone.

Torres, con solo 19 años, fue capitán de Simeone en el Atlético. Ahora, con 30, se pone a sus órdenes

‘El Cholo’ consigue un cuarto capitán en su pelea por molestar al duopolio que gobierna, económicamente y no tanto ahora deportivamente, la Liga española. Con su componente emocional logra un adepto para la causa de llegar lo más lejos posible en la Champions League, en el sueño de que a la tercera siempre va la vencida. Compartieron vestuario en una de las épocas más oscuras del Atlético de Madrid a nivel deportivo y de gestión. Torres, que por aquel entonces solo tenía 19 años, capitaneó al equipo rojiblanco con Diego Pablo Simeone como uno de los miembros del primer equipo. Las tornas ahora han cambiado y es ‘el Cholo’ el Comandante General de un Atlético de Madrid que quiere aspirar a todo.

Ídolo de Koke

En su regreso al Atlético de Madrid, Fernando Torres no solo se reencontrará con Diego Pablo Simeone. También con otros "viejos" conocidos. Lo hará con Germán 'Mono' Burgos, con quien compartió vestuario y anécdotas. "Sería maravilloso que regresara", confesó el segundo técnico del Atlético de Madrid cuando la operación aún no era oficial. También lo hará con Gabi Fernández, con quien ha compartido fatigas en los peores momentos del conjunto rojiblanco. Y también con Koke Resurrección que, cuando aún tenía rizos, guarda con mimo y cariño una foto de cuando era pequeño junto a un ídolo y una referencia de lo que se debe luchar en la cantera para llegar a ser un Fernando Torres.