No es nuevo que el Atlético de Madrid es un equipo de gran potencial y que en el Vicente Calderón es casi imparable. Aguantó casi dos años sin perder como local y mostró una de las fortalezas más grandes del fútbol, el estadio al que todos temen. Ahora, tras algo más de un mes de problemas extradeportivos, la afición rojiblanca está más unida que nunca para apoyar al equipo y tener un ambiente más sano y respetuoso, centrándose en alentar a los suyos.

El Frente Atlético ya es historia. Tras el asesinato de un ultra del Deportivo de La Coruña a manos de algunos de los peñistas y la decisión de la directiva de retirar el abono a otros miembros del mismo colectivo -los más radicales-, el estadio ha madurado. La gente que acude cada semana al fortín rojiblanco ha logrado silenciar a base de pitos al grupo ultra, que anteriormente era el que más animaba, para que todos animen a una y se olviden de faltar el respeto a otros rivales o agrupaciones, como antes sucedía.

Los miembros del Frente Atlético no vetados volvieron a animar, esta vez junto al resto del estadio

Diego Pablo Simeone, héroe colchonero e ídolo de cada aficionado, ha sido clave al solicitar en cada partido la ayuda de la grada, que nunca falla. Ha logrado que todos se sientan partícipes. Ya nadie se acuerda de que antes eran unos pocos quienes cantaban. Ahora todos lo hacen de manera unánime. No se necesita que alguien tire del carro, porque a todos les une lo mismo.

La pasión del Vicente Calderón es de sobra conocida por los futboleros. Ahora, más que nunca. Se ha contagiado la ilusión. Los indios están encantados con su equipo, que sigue mejorando en resultados, en estilo de juego y cada día se encuentra mejor físicamente. Así lo notan los protagonistas, ya que el Cholo calificó a la afición de “maravillosa” hace una semana y elogió un ambiente “extraordinario” en el que se dejaron atrás las desuniones.

Fernando Torres, un jugador de la casa que ha regresado tras siete años, también es importante. No tiene críticos y conseguido que la atención se centre en animarle y no en dividirse. El partido de este miércoles contra el Real Madrid también marcó un punto de inflexión, ya que el Frente Atlético (los miembros a los que no se consideran peligrosos) volvió a animar y unió esfuerzos con el resto del estadio, que olvidó el pasado y ya sólo piensa en crear un campo mejor cada día.

Madura el Vicente Calderón que, además de haber devuelto a su equipo a la senda de la victoria y de hacerle sentir más cómodo que nunca, también ha conseguido que todas las personas estén a gusto. La casa del Atlético de Madrid se hace fuerte, y eso también se contagia.