Jan Oblak firmó una espléndida actuación en el partido de ida de Copa del Rey frente al Real Madrid, lo que parecía haber callado las críticas generadas en torno al guardameta. Todo se tornaba de color de rosa para el esloveno que consiguió afianzar su posición y demostrar que está al nivel de la titularidad del Atlético de Madrid. Sin embargo en el encuentro de vuelta, una inadecuada salida en el minuto 20, seguida de un desafortunado choque con Godín que se saldó con un gol de los blancos, devolvieron las dudas a la figura del cancerbero.

El Cholo no duda

Diego Pablo Simeone lo tiene muy claro, en Copa del Rey la portería es para el hombre que lleva consigo el sobrenombre del guardameta más caro de la historia de la Liga BBVA, Jan Oblak. 

Se debe recordar que su debut no fue precisamente feliz, Oblak superaba una lesión que había dado la titularidad a su compañero Miguel Ángel Moyá. Simeone sorprendió a todos con su estreno al colocarlo en el primer partido de Champions en la fase de grupos, frente al Olympiacos, en Atenas. El español venía de firmar una espléndida actuación frente al Real Madrid en la jornada liguera, donde los colchoneros ganaron por 1 a 2. La decisión de sacar al esloveno pilló por sorpresa a los aficionados rojiblancos. La suerte no sonrió precisamente al arquero que encajó la única derrota cosechada en esta temporada en la Liga de Campeones por los colchoneros, en un encuentro que se saldó 3 a 2.

Este partido se disputó  a mitad del mes de septiembre, desde ahí el esloveno estuvo en el banquillo a la sombra de las grandes actuaciones de Moyá, hasta que comenzó la Copa del Rey en diciembre, donde a Oblak se le presentó una tímida oportunidad para despejar las dudas sobre  su juego.

La fase contra el L'Hospitalet, equipo barcelonés que juega en segunda B, se saldó con el pase claro del Atlético de Madrid y dos goles encajados en la portería de Jan Oblak.  Aunque los rojiblancos llegaron a la ribera del Manzanares con la eliminatoria muy afianzada, el guardameta no consiguió reafirmar su postura ni callar las dudas que se habían generado en torno a su juego, de hecho aunque los goles no tuvieran apenas relevancia y fueran dos tantos casi imparables, no acabó de convencer a los aficionados rojiblancos con su actuación. 

Simeone y su firme apuesta por Oblak

Simeone nunca se subió al carro, en la rueda de prensa posterior al partido, el argentino afirmó que Oblak  "acabó salvando el encuentro, en el primer tanto no tuvo fortuna y el segundo fue un golazo. Si al final no hubiera sacado el remate del L'Hospitalet habríamos perdido" concluyó. Así que el de Buenos Aires se armó de valentía y le dio la primera gran oportunidad al arquero en la ida de Copa en octavos de final, este no falló y superó con creces las expectativas que de él se esperaban acabando con las dudas y la inestabilidad. El guardameta terminó el partido con un 2 a 0 delante de su afición, lo que dejaba el camino muy llano para la vuelta.

En el encuentro de retorno ya nadie ponía en duda que el titular de la Copa iba a volver a ser Jan Oblak. Todo empezó perfecto para el esloveno pues los rojiblancos marcaron un gol en el segundo 56, lo que obligaba a los galácticos a anotar cuatro tantos para superar la eliminatoria.

Desafortunadamente para Oblak las cosas empezaron a torcerse en el minuto 20, cuando una inadecuada salida del guardameta le dio a los blancos la oportunidad de seguir soñando con la remontada. Comenzaron los minutos más complicados para el portero, un Real Madrid que no paró de insistir contra un férreo muro creado por la defensa colchonera, sin embargo la inestabilidad en el área creció para Jan Oblak que empezó a dudar en las salidas y a generar gran inseguridad en los balones aéreos. La primera parte se volvió un calvario para la defensa rojiblanca que veía como los balones rondaban la línea de gol, el cancerbero consiguió a trancas y a barrancas aguantar la embestida.

La segunda mitad fue mucho más calmada, con un Real Madrid muy cansado y sin casi posibilidades ni esperanzas de remontada, tras el segundo gol de Fernando Torres nada más comenzar el primer tiempo. Pero Oblak todavía recibiría un gol más, aunque bien es cierto que poco pudo hacer, Cristiano cabeceó un centro de Bale que sirvió para empatar el partido, no la eliminatoria, que se saldó  con un 4-2 a favor de los indios.

El esloveno acabó firmando una eliminatoria contradictoria, con un excelente partido de ida, y una no tan excelente vuelta, aunque no se debe olvidar la alta exigencia requerida, donde al final Oblak consiguió guardar bastante bien el tipo. Se espera que Simeone sigua depositando en él toda su confianza, como lo ha venido haciendo hasta ahora, y le brinde una nueva gran oportunidad en la eliminatoria contra el Fútbol Club Barcelona, donde el esloveno no podrá fallar y deberá acabar de una  vez por todas con los murmullos que, aunque cada vez más bajos, siguen presentes en la ribera del Manzanares.